Simpatizantes se reúnen frente a la casa de Cristina Fernández de Kirchner el
último viernes. (Foto/EFE)
Por Mar Centenera y Federico Rivas Molina
La violencia política en Argentina ha escalado a niveles sin precedentes en casi 40 años de democracia. El jueves por la noche, Fernando André Sabag Montiel, un brasileño de 35 años, apuntó con un arma cargada a la cabeza de la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. La pistola, una Bersa calibre 32 semiautomática, llevaba cinco balas en el cargador pero no funcionó.