Ambos dirigentes tuvieron que ser separados porque casi terminan a los golpes, luego de la ruptura del bloque
partidario en Diputados
Nacionales - El radicalismo vive días turbulentos. Luego de pasar de una sensación de triunfo que lo podía llegar a disputar el poder dentro de Juntos por el Cambio, este lunes dos de los máximos referentes del partido tuvieron que ser separados por otros correligionarios porque estuvieron a punto de tomarse a golpe de puños.