Las principales
potencias buscan una respuesta coordinada ante el riesgo de que los servicios
públicos se colapsen
y la xenofobia crezca
Un grupo de venezolanos trata de cruzar la frontera de Ecuador con Perú esta semana. (Captura de video / Martín Mejía-AP) |
Por Ana Marcos y
Javier Lafuente
La crisis social, económica y política de Venezuela ha
dejado de ser un problema exclusivo del país caribeño y ha devenido en un
quebradero de cabeza para toda la región. Las principales potencias han
presionado en vano en los últimos años para lograr una salida a la deriva
autoritaria de Nicolás Maduro. El problema va ahora más allá.