Por José Carlos Llop
Uno de los síntomas de la degradación contemporánea
es la abolición del tosco y popular dicho ‘perro no come perro’, tan conocido y
usado en las redacciones de periódico. Medida de protección gremial o no, un
periodista nunca atacaba públicamente a otro y si lo hacía –en contadas
ocasiones– era entre medios rivales y como excepción derivada de tensiones
empresariales o políticas.