Por José Ángel Di Mauro
Si el experimento libertario que encabeza Javier Milei prevalece en el tiempo de manera exitosa, llegará el día en el que algún comité, unidad básica o como vayan a llamar en ese entonces a las sedes partidarias de LLA lleve el nombre de “26 de Octubre de 2025”. Porque para entonces se habrá cobrado conciencia plena seguramente de la importancia y trascendencia de lo sucedido ese domingo todavía tan reciente.
No es que eso no haya sucedido ya; todo el mundo libertario ve esa fecha con alegría desbordada, sobre todo por lo inesperado. Aún está bien presente -y consta en los archivos periodísticos- cuando en vísperas de esa elección el propio presidente Milei confesaba su deseo de conseguir ese domingo el tercio propio en el Congreso que les permitiera en el futuro blindar los vetos sin necesidad de andar mendigando colaboración. Con eso se conformaba. Hoy suena casi irreal tan moderada -aunque por entonces sincera- expectativa, cuando la realidad muestra a los bloques oficialistas de ambas cámaras mordiéndoles los talones a los bloques peronistas.
En Diputados, el bloque que seguirá conduciendo el cordobés Gabriel Bornoroni llegó al feriado largo con 91 diputados, una docena más de los que oficialmente consiguió el 26 de octubre. Esto es, en menos de cuatro semanas creció un 15% más y está a poco de arrebatarle a lo que seguramente se denominará Fuerza Patria la condición de “primera minoría”. Lo cual no es un dato menor, pues le permitirá manejar la mayoría de las comisiones y contar además -en caso de sobrepasar en número al bloque de Germán Martínez- con la vicepresidencia primera de la Cámara. Cosa que es algo más que un dato simbólico: todavía le causa crispación a Martín Menem recordar cuando ante su ausencia Cecilia Moreau se sentó presurosamente en su lugar para dar por iniciada una de las últimas sesiones especiales pedidas por la oposición.
Oficialmente todavía Fuerza Patria cuenta con 96 diputados para la futura conformación de la Cámara, apenas cinco más que LLA. Toda la semana sonó fuerte la posibilidad de que los cuatro catamarqueños que responden al gobernador Raúl Jalil se alejaran del bloque UP, en cuyo caso el oficialismo quedaría solo uno por detrás de la primera minoría.
Lo cierto es que cuando el presidente de la Cámara publicó una foto en su despacho con los tres “radicales peluca”, oficializando el alineamiento de Mariano Campero, Luis Picat y Federico Tournier, dejó claro que La Libertad Avanza hará todo lo que sea necesario y más para quedarse ya con la primera minoría. Una obsesión que daban por descontada cuando dijeron que conseguirían asegurarse esa condición a través de la conformación de “interbloques”. No contaban entonces con la resistencia del Pro a sumarse a ese tipo de alianza, ante lo cual decidieron desplumar a sus socios con la orden de Patricia Bullrich para que “sus diputados” dieran el salto al oficialismo. En consecuencia, el partido amarillo confirmó su decisión de no formar interbloque y ante esa situación el gobierno dejó de lado la intención de avanzar con esa estrategia, y decidieron crecer “por goteo”. Tienen todavía al menos un par de diputados que podrían sumar como propios, y más de una semana más para alentar la ruptura en el seno de UP.
Un golpe de nocaut sería la salida masiva de los santiagueños: son 7 diputados que reducirían mucho al bloque de Germán Martínez si Gerardo Zamora les diera esa orden. El todavía gobernador y senador nacional electo no está decidido a tomar esa decisión, pero escuchó ese pedido de boca de Diego Santilli, cuando “el Colo” lo visitó este viernes en Santiago del Estero. No abiertamente, pero a buen entendedor…
Probablemente Zamora salga de la bancada que conduce José Mayans cuando asuma el 10 de diciembre. Formaría un bloque de dos con Elía Esther del Carmen Moreno, como ya han hecho los santiagueños en otras ocasiones. Un buen argumento para hacerlo es la intención de los bloques Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana de unificarse bajo el nombre de “Bloque Justicialista”. De origen radical, Gerardo Zamora ha hecho saber que no iría a un bloque que llevara se denominara “Justicialista”.
Salomónico, mantendría a sus 7 diputados dentro del bloque UP, con lo que Germán Martínez podría respirar tranquilo. Pero en el Senado, se complicaría aún más la bancada peronista, que con 28 miembros según los resultados del 26 de octubre ya está tocando el piso histórico del peronismo en el Senado, hasta ahora un bastión inexpugnable para ellos.
Sin los santiagueños serían 26, y si los cuatro senadores de Convicción Federal -la jujeña Carolina Moisés, el riojano Fernando Rejal, el catamarqueño Guillermo Andrada y el puntano Fernando Salino- deciden irse, la bancada de Mayans quedaría con 22 senadores y La Libertad Avanza 20. Cabeza a cabeza.
Claramente lo que se está viviendo con la reconfiguración del Congreso es consecuencia ya no de la elección del 26-O, sino del impacto que ese resultado generó. Por eso es que el paso del tiempo le dará seguramente una mayor valoración a esa fecha.
Aunque todo dependerá de algunos factores. Comenzando por lo que vaya a suceder en las sesiones extraordinarias. El gobierno anticipa que allí irá por la aprobación del Presupuesto 2026 y tres reformas clave. Como clave serán para su aprobación los gobernadores con los que Diego Santilli viene hablando desde su asunción. Porque por más primera minoría que pueda conseguir tener en Diputados, por ejemplo, allí le faltarán luego una treintena de votos para la aprobación de cada ley. O veintipico, si se descuenta el apoyo del Pro.
El Presupuesto va a salir, sí o sí, porque el gobierno lo necesita y la oposición también lo quiere. Las reformas son otra cuestión que se definirá en febrero; a priori, deberían salir seguramente la reforma laboral y la reforma impositiva; la del Código Penal demandaría un tiempo más.
Si el gobierno se dispone a negociar seriamente, pocos dudan de que no le aprueben todo, porque tal negociación implica que el gobierno vaya a ceder en algunas (o muchas) cosas. Como sucedió con la Ley Bases, el gran éxito legislativo hasta ahora de la gestión mileísta. El problema es que a partir de tamaño resultado del 26 de octubre, el gobierno no estaría dando señales de un ánimo tan conciliador como hubiera abierto un resultado más ajustado. Los gobernadores siguen diciendo que les piden el voto pero son muy avaros a la hora de ofertar cosas. “Están convencidos de que tenemos que ceder nosotros, porque así nos lo exigen supuestamente nuestros votantes”, confió a este medio un allegado a un gobernador que ya habló con el ministro del Interior.
Consecuencia del resultado electoral de octubre, la gran ganadora de esa elección fue -además de su hermano- Karina Milei. Y ya se sabe que la estrategia de la menor de los Milei es ir por todo, cediendo (casi) nada. Es en este contexto que un conocedor del paño, cercano al Pro, pero no miembro del partido amarillo, graficó la sensación imperante advirtiendo que el triunfo de octubre “benefició a los halcones” libertarios, de cara a lo inmediato, pero sobre todo a lo que sucederá en dos años. Falta mucho, pero al respecto anticipó que “el candidato en la Ciudad será Manuel Adorni, que es Karina”. En detrimento, claro está, de Patricia Bullrich. Y el mismo destino le auguró a Diego Santilli y sus deseos de ser gobernador. “El candidato será Sebastián Pareja, que también es Karina”, sugirió.
Como la oposición también ve ese panorama es que analiza estrategias, en un contexto que reconoce desfavorable. Esta semana concluyó la tarea de la Comisión Investigadora $LIBRA, que presentó un informe final de 205 páginas que elevó a la Cámara de Diputados, que lo guardará. A los efectos de su consideración en un caso extremo. ¿Juicio político? Hoy nadie pronuncia esas dos palabras, pero la realidad argentina es muy dinámica.
Sobre todo cuando se depende de la economía. El viernes se supo que la propuesta de financiamiento de USD 20.000 millones por parte de bancos estadounidenses para la Argentina fue cancelada. Según Reuters, el paquete crediticio liderado por JPMorgan, Citigroup y Bank of America fue descartado, y en su lugar analizan ofrecer un préstamo repo de unos USD 5.000 millones, destinado a cubrir vencimientos inmediatos. Habría sido porque el Tesoro de EE.UU. no asumió garantías automáticas, por lo que los bancos debían conseguir colaterales por cuenta propia. Según publicó Wall Street Journal, el paquete fue reemplazado por un modelo más acotado basado en repo. Toto Caputo desmintió rotundamente haber hablado con los bancos de un rescate, ni de 20 mil millones, y calificó las versiones como “una operación destinada a generar confusión”. Hubiera sido mejor que dejara de lado la irascibilidad y dijera tan solo que la Argentina ya no necesita semejante suma.
Por ahora, el feriado XL lo salvó de una reacción adversa en los mercados.
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