miércoles, 2 de noviembre de 2022

Interna en el Gobierno: por qué es casi imposible modificar las PASO como quiere el kirchnerismo


Por Analía Argento

El calendario electoral comenzó a correr y desde esta semana se puede consultar on line el registro provisorio de electores en la web www.padron.gob.ar. Las enmiendas ya son recibidas por la Cámara Nacional Electoral y el tic tac del Congreso se acelera: el propio Máximo Kirchner dijo en privado que en caso de tomar la decisión, es este año cuando debería modificarse la ley de las PASO y no en 2023.

Al actual ciclo parlamentario le quedan 28 días de los cuales sólo 19 son hábiles. Para la inauguración del Mundial Qatar 2022 quedan 13 días hábiles. Con la agenda en la mano, el diputado autor del proyecto de ley que reactivó el debate, el rionegrino Luis Di Giácomo, advirtió que "hay que resolverlo este mes, no es un tema para resolver el año que viene". Y agregó: "Por sí o por no, hay que resolverlo ahora".

Con palabras parecidas abrió el debate Kirchner hijo en la última reunión del PJ bonaerense. Sin embargo no bajó una indicación precisa sobre qué cree que deberá hacerse para la elección presidencial. Tampoco lo hizo la Vicepresidenta Cristina Kirchner que este viernes reaparecerá en un acto de la UOM a dos meses del atentado que sufrió.

Hasta ahora lo que ordenó el presidente del PJ provincial es la frecuencia y el carácter de las reuniones del partido en el principal bastión K, Buenos Aires. La señal está dirigida a Casa Rosada: el gobernador Axel Kicillof, Kirchner, varios ministros del gabinete nacional, intendentes del Conurbano interinos y de licencia, se juntan semanal o quincenalmente. A la mesa se sumó Juan Andreotti, de San Fernando, jefe comunal del círculo más cercano a Sergio Massa.

Gran parte de los intendentes, como los gobernadores, presionan en público y en privado para derogar las primarias. Lo blanqueó en una entrevista el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado' de Pedro, que incluso admitió su preferencia por modificar el mandato constitucional que obliga a elecciones legislativas de medio término.

Massa se pronunció en el mismo sentido: nunca le gustaron las PASO, un sistema que permite múltiples precandidatos y evita que los oficialismos estén obligados a dirimir candidaturas con votos y no con rosca política. Subió la apuesta y le pidió públicamente al Presidente que convoque a una mesa política del Frente de Todos.

De hecho, aún con el instrumento vigente, las listas de unidad se discuten papel y lapicera en mano. El diputado de Juntos Somos Río Negro, circunstancial aliado del Frente de Todos, argumentó la necesidad de derogar las primarias porque "no han quedado validadas y legitimadas por el sistema electoral". Recordó además que los partidos políticos pueden, como antes de la ley, resolver candidaturas en elecciones internas propias.

El problema hoy es político y matemático. Tal vez por eso el oficialismo no termine de definir qué hará al respecto mientras mantiene el tema en debate. Discutir, dictaminar en comisiones, llevar el proyecto al recinto y votar requeriría de un tiempo más amplio que el que resta a este año o de un acuerdo que habilite un tratamiento exprés. Para Juntos por el Cambio sostener las PASO es parte de su relato y una de sus actuales banderas. Y para Javier Milei, un voto clave, es "una discusión de la casta". Avisó que no dará quórum.

El Frente de Todos no alinea a su tropa

Hoy no están los votos en el Congreso como tampoco los tendría Kicillof en Buenos Aires para evitar las primarias locales si Nación las cancela. Implicaría un esfuerzo de negociación y un alto costo político porque además el oficialismo puntea bajas entre los propios. Al menos seis o siete diputados del Frente de Todos manifestaron su rechazo a la derogación. Algunos por estar cerca de Alberto Fernández que quiere PASO -se incluye en los postulantes-, otros por la inminencia de la elección.

También se habla de que la primaria podría servir de alerta para mejorar el camino a las generales y no como un trampolín para la oposición. Otros, como el diputado santafesino Eduardo Toniolli, están casi obligados a votar en contra porque no ocuparían una banca si no hubieran tenido chance de presentarse a través de una PASO.

La derrota del año pasado y la renuncia y voto en contra del FMI de Máximo Kirchner quebró la disciplina partidaria. El caso de Toniolli es subrayable. Pertenece al Movimiento Evita que se plantó a favor de las PASO. En Santa Fe este espacio anunció que competirá internamente en todas las categorías, con Toniolli como precandidato a gobernador.

En La Matanza se lanzó Patricia Cubría, mujer de Emilio Pérsico, que quiere enfrentar a Fernando Espinoza, intendente, presidente de la Federación de Municipios y presidente del Congreso del PJ que se reúne el sábado en Mar del Plata. Habrá no menos de 600 participantes que podrían -o no- emitir un comunicado.

Las PASO no figuran en el orden del día y Kirchner hijo no deja trascender su estrategia lo que incrementa la expectativa sobre la jornada previa, el acto de la Unión Obrera Metalúrgica en el que por primera vez dará un discurso político Cristina Kirchner después del ataque del 1 de septiembre.

El plan de Cristina Kirchner

La Vicepresidenta sí tiene un plan. Al igual que su hijo elige de anfitrión al sindicalista Abel Furlán. Y es por demás oportuna su reaparición a días del triunfo de Lula Da Silva y en la víspera al encuentro del PJ bonaerense.

Para sumar al debate, desde su entorno más cercano se aprovecharon viejas declaraciones de Mauricio Macri en contra de las PASO y de las elecciones de medio término. Juntos por el Cambio protestó cuando De Pedro planteó la posibilidad de modificar elecciones con rango constitucional. Desde un despacho ministerial y con ayuda de la senadora ultrakirchnerista Juliana Di Tullio, se apuró a la oposición con declaraciones de Macri a favor del voto electrónico y en contra de las PASO y de las elecciones legislativas cada dos años.

"Es una pérdida de tiempo", había dicho durante su Gobierno el ex presidente de Boca. Es coherente con su historia: cuando perdió en 2019, se refirió a la PASO como una elección que "no existió" y que señaló como una gran encuesta.

Como Juntos por el Cambio, el albertismo, el Movimiento Evita, y algunos intendentes pero ningún gobernador, prefieren mantener el actual sistema.

"Por ahora", lo preservan muchos a Alberto Fernández. Permeable a las presiones de su coalición tendría que empuñar la lapicera e incluir el ríspido tema en las sesiones extraordinarias si es que las hay. Este año convocó pero el Congreso no trató ninguno de los temas de su largo listado en todo el verano.

© El Cronista

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