domingo, 22 de marzo de 2015

Intrigas en el PJ, refriegas en la oposición

Por Gabriel Profiti
Un clima de polarización entre la "convergencia" PRO-radical y el oficialismo se instaló luego del sí de la UCR a Mauricio Macri, pero las refriegas del día después y las intrigas del PJ sobre la estrategia cristinista señalan que nada está dicho.

Ese panorama se da a tres meses del cierre del plazo para la presentación de alianzas electorales (10/6) y de precandidaturas (20/6), es decir con mucho tiempo por delante para las grandes definiciones, pero Sergio Massa deberá remar ahora desde atrás para recuperar el terreno perdido en las últimas semanas.

El líder del Frente Renovador se mantuvo todo 2014 al frente de las encuestas pero comenzó a ceder espacio afectado por "fugas" en el plano político, empresarial y comunicacional. Varios encuestadores que trabajan con sus principales rivales ya lo ubicaron tercero en las preferencias del electorado.

Luego de que la Convención Nacional de la UCR decidiera por mayoría optar por un frente con Macri, el tigrense sufrió esta semana una nueva decepción con el anuncio de Martín Insaurralde de respaldar la candidatura presidencial de Daniel Scioli.

El alcalde de Lomas de Zamora había coqueteado desde el año pasado con el pase al FR y ahora precipitó su decisión de quedarse en medio del lanzamiento masivo de rivales kirchneristas en la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires como Julián Domínguez, Diego Bossio, Patricio Mussi y Sergio Berni, entre otros.

También Sandro Guzmán, diputado a punto de volver a la intendencia de Escobar, escenificó su regreso al Frente para la Victoria en una foto con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y el secretario general de la Presidencia, Eduardo Wado De Pedro.

El alcalde en uso de licencia no es de los más populares en el conurbano pero juega en la Primera Sección Electoral, un bastión que era infranqueable para un no massista en 2013.

El retroceso puso a los intendentes del Frente Renovador en alerta: pidieron un replanteo en la campaña con mayor protagonismo y obtuvieron la creación de una mesa de alcaldes para el comando electoral provincial. Massa, por su lado, reclamó definiciones: los que se van a ir, háganlo ahora.

Cepo al frente

"Los problemas más estúpidos suelen ser los de comunicación", dicen los radicales que repetía Raúl Alfonsín, y con esos inconvenientes debutó el frente entre la UCR y el PRO.

El martes Adrián Ramos y Javier González Fraga, los economistas más prominentes del radicalismo, cruzaron llamados alarmados por lo que había dicho Mauricio Macri, horas antes en la radio: "El 11 de diciembre se levanta el cepo" cambiario.

El comentario intentó ser morigerado por el economista macrista Carlos Melconián, pero fue ratificado por el propio Macri. Esa medida implicaría un shock devaluatorio y una pérdida instantánea del poder adquisitivo de los salarios.

Lo extraño es que los equipos técnicos de ambos partidos, coordinados por el economista Miguel Braun, presidente de la Fundación Pensar macrista, y el radical Agustín Campero habían acordado como premisa la necesidad de implementar una política económica gradualista que no afecte los ingresos ciudadanos.

Ese no fue el único ruido en la naciente relación. Macri se soltó con que no habrá un gobierno de coalición, justo cuando los radicales se preparaban para ofrecer a sus mejores hombres para ocupar eventuales ministerios.

"Creo que eso fue producto de que fuimos poco generosos con ellos en los últimos días", se sinceró un prominente radical en torno a las declaraciones post convención sobre el macrismo.

Esas diferencias intentaron ser limadas el jueves en una reunión de las mesas políticas de ambos partidos en las que hablaron de "convergencia" como una fórmula difusa que no desmienta a Macri ni desaliente a la UCR.

Por lo pronto quedó claro que no habrá fórmula conjunta.

Ernesto Sanz, candidato de la UCR, dice que su "vice" es su secreto mejor guardado. Macri, por su lado, coquetea con Carlos Reutemann; "una mujer del interior" como proponen sus asesores Marcos Peña y Jaime Durán Barba; o un hombre del partido entre los que apareció el economista desarrollista Rogelio Frigerio.

Los radicales buscan contener a los derrotados de la convención -aquellos que apostaban a un frente que incluyera a Massa- y no se resignan a convocar a Margarita Stolbizer como candidata a gobernadora del Frente, pero la exradical parece más bien decidida a juntar a todos los heridos de la UCR para fortalecer su propuesta presidencial "no conservadora".

Elisa Carrió mira desde la tribuna el comportamiento de sus socios.

Al PJ lo carcome la duda

Daniel Scioli reunió a su equipo de colaboradores y les reclamó no propalar más la idea de un Plan B por si el kirchnerismo no lo deja participar de la Primaria del Frente para la Victoria. El gobernador recibió señales de que así será por parte del kirchnerismo duro.

Carlos Kunkel anticipó que habrá una fórmula "neoliberal moderada" compitiendo en la interna del oficialismo junto a otra pura y Diana Conti hizo guiños de distensión al reunirse con el hombre de mayor confianza de Scioli, Alberto Pérez. También "Wado" De Pedro es visto como un puente entre ambos sectores.

Sin embargo, en el PJ siguen recelando de cuál es la verdadera estrategia de núcleo duro cristinista compuesto por la propia Presidenta, Carlos Zannini y Máximo Kirchner.

De ese hermético grupo surgen versiones de que finalmente Cristina promoverá un "tercer hombre", que podría ser el ministro de Economía, Axel Kicillof, además de Scioli y Florencio Randazzo, y que la propia Presidenta encabezaría la lista de diputados nacionales del FPV o del Parlasur.

Con la misma incertidumbre, algunos gobernadores del PJ esperan que Cristina Kirchner firme un decreto que impida a sus rivales de la oposición llevar en sus boletas a más de un candidato presidencial, como el radical jujeño Gerardo Morales, quien busca competir atado a las boletas de Massa y Macri.

© NA

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