viernes, 22 de agosto de 2014

Boudou, el primer beneficiario del “Patria o Buitres”

Por Ana Gerschenson
Nadie habla del primer vicepresidente doblemente procesado por la Justicia en la historia argentina. Amado Boudou es hoy el principal beneficiado por la tormenta económica-financiera que azota al gobierno de Cristina Kirchner.

La Presidenta tiene demasiados frentes abiertos por estas horas. Los proyectos para una nueva ley de abastecimiento y la reapertura del canje de deuda que tratará el Congreso con orden de celeridad, han generado críticas de la oposición, pero también de empresarios, banqueros e industriales, los mismos que supieron ser sus aliados en la última década.

En el peronismo ya habían comenzado a escucharse las voces reclamando que el vice no tenga tanta exposición en los actos multitudinarios junto a la Presidenta. Y hasta ahora, la decisión de Cristina había sido no escuchar y alinear a la tropa redoblando la apuesta.

Hoy Cristina tiene demasiadas disputas simultáneas. Quedó claro el miércoles pasado, cuando quedó vacía la silla reservada para Boudou en el acto de la Bolsa de Comercio.

De hecho, en la Casa Rosada evalúan enviar de gira al vicepresidente y que no presida las próximas sesiones vitales en la Cámara Alta, para evitar que la oposición se dedique nuevamente a recordarle sus procesamientos judiciales en la cara. Y no debata los proyectos de ley que necesita el Gobierno justamente para centrar la discusión económica, pero también política a la consigna "Patria o Buitres".

Mientras las urgencias se concentran en el deterioro acelerado de la economía, las causas judiciales que investigan supuestos casos de corrupción durante la gestión kirchnerista siguen avanzando.

Si el momento económico no fuera tan delicado, el signo político de los días del gobierno de Cristina estarían signados por los escándalos de corrupción que rozan cada vez más cerca a su gestión.

El juez federal Ariel Lijo procesó a Boudou por haberse quedado con el 70 por ciento de la ex imprenta Ciccone. Y su colega en el fuero federal, Claudio Bonadío, también lo procesó por haber sido partícipe necesario del presunto delito de "falsificación de documento público" en la transferencia de un auto con papeles truchos.

En las próximas semanas, según adelantó el fiscal Jorge Di Lello, el vicepresidente sería llamado a otra declaración indagatoria en la causa que también investiga Lijo por "enriquecimiento ilícito". Y además, este mes sumó otra acusación en Tribunales: fue imputado por defraudación en el Plan Federal de Viviendas, de sus tiempos como secretario de Hacienda del Partido de la Costa.

Los hermanos Zacarías, uno empleado del PAMI, otro ex funcionario de la Sedronar, y Luis, que trabaja nada menos que en la secretaría privada de Cristina Kirchner, estarían involucrados en el tráfico de efedrina, en el marco de la causa que investiga la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, que ya tiene como procesado al ex titular de la secretaría antidrogas, José Granero.

Servini también avanza en la investigación del gasto millonario del programa Fútbol para Todos en los últimos años, y tiene en la mira a los últimos tres jefes de Gabinete de Cristina: Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Capitanich.

Y fue también la jueza federal quien procesó recientemente a la ex secretaria de Medio Ambiente de Néstor Kirchner, Romina Picolotti, por administración fraudulenta, con una lista de gastos que incluía gin tonics, niñera extranjera, y cenas en restó de moda.

Pero las alarmas que más fuerte suenan en Olivos son las que involucran al empresario Lázaro Baez, amigo personal del matrimonio Kirchner, y el más beneficiado desde el 2003, con la llamada ruta del dinero K. En Argentina, la causa está a cargo del juez federal Sebastián Casanello, designado por la Presidenta en 2012. El magistrado asegura que "no hay dilación" en el avance del expediente.

Pero hace apenas unas semanas, Cam Ferenbach, un juez de Nevada, EE.UU., a pedido del fondo (buitre) NML, ordenó el embargo de 123 empresas de Baez en ese país, por considerar probado el vínculo entre el empresario K y los fondos públicos que maneja.

En el final del mandato de Cristina se caen los cimientos del modelo K construido desde el 2003. Los Kirchner comenzaron asegurando en multitudinarios discursos que eran la contracara del menemismo. Pero estos días, recuerdan mucho al cocktail de desmanejo económico y acusaciones de corrupción en el Estado que terminaron siendo el sello de la década del 90.

Escondiendo al Vice

* Boudou es el principal beneficiario de la tormenta económico-financiera que azota al gobierno de Cristina Kirchner.

* Ya nadie habla de su doble procesamiento y las sospechas de corrupción que pesan en su contra.

* El Gobierno evalúa mandarlo de gira para evitar que la oposición le recuerde en el recinto sus problemas con la Justicia.

© 3D

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