Daniel Scioli y su extraña teoría sobre "los 10 puntos". |
Cuando falleció la madre de Borges a los 99 años, una mujer
le dijo al gran escritor: “Pobre Leonorcita, morirse tan poquito antes de
cumplir los 100 años. Si hubiera esperado un poquito más...”. Fiel a su ironía
británica, el autor del Libro de Arena le respondió: "Veo, señora, que es
usted devota del sistema decimal".
Un absurdo similar se vive por estas horas en el
oficialismo, donde espoleados por las primeras mediciones que hablan de una
recuperación de la imagen positiva Cristina Kirchner luego de su intervención
quirúrgica, han comenzado a instalar que si finalmente el 27 de octubre Sergio
Massa no gana por una diferencia mayor a 10 puntos, será casi una derrota del
tigrense.
“Si Massa no gana por más de 10 puntos el candidato a
presidente fuerte del peronismo soy yo”, repite Scioli por estas horas. Como si
ese apotegma numerológico estuviera en el Corán, el Bhagavad Gita o algún otro
texto sagrado. La pregunta obvia es: “¿Por qué trazar la línea en los 10
puntos, por qué no 11 o 9, por ejemplo?”.
“Porque hoy la distancia anda por ahí”, explicó a LPO un
asesor del oficialismo, que agregó pícaro: “¿Qué querés que diga Daniel? Es
como que yo diga que si no me da bola Jesica Cirio me tengo que ir con mi
mujer”. Como se sabe, se trata de una atractiva figura femenina que hoy gracias
a Martín insaurralde forma parte del bloque gobernante.
Recuperación, pero…
Los especialistas consultados por LPO confirmaron la recuperación inicial de la imagen de Cristina,
luego de su intervención; pero se negaron a convalidar la teoría de los 10
puntos, como medida de algo. “Eso de los 10 puntos una pavada, si Massa gana
por 9, por 7 o por 8 puntos, igual es muchísimo”, afirmó a LPO un consultor que trabaja para el oficialismo.
Se da además un problema adicional para el Gobierno: La
recuperación en imagen de Cristina no se está trasladando por ahora en términos
importantes a Insaurralde y los otros candidatos kirchneristas, y además es un
proceso que ya comenzó a amesetarse, en la medida que -gracias a Dios- la
situación clínica de la Presidenta se normaliza.
Una de las ventajas de Massa, señalan los especialistas, es
que su imagen negativa sigue siendo bajísima aunque subió un poco luego de
lanzar su candidatura y enfrascarse en la pelea electoral.
Según un trabajo de Julio Aurelio a cuyos resultados accedió
LPO, la imagen de la gestión de
Cristina Kirchner subió en la provincia de Buenos Aires luego de su
intervención, pero lejos está de lograr que Insaurralde pueda competir en
paridad con Massa.
Se trata del primer trabajo conocido luego de que la
presidenta fue internada.
Los datos a los que accedió LPO señalan que la gestión de la Presidenta tiene una recepción
positiva que llega a 54 puntos. El salto se nota porque hasta la semana previa
a su internación, la Presidenta tenía casi igual imagen positiva que negativa
en territorio bonaerense.
Pero ese salto no le llegó a Insaurralde, que sigue debajo
de Massa unos ocho puntos: 40 a 32. La diferencia es mayor a la de las primarias
pero menor a la de cualquier encuesta de septiembre, explicaron desde la
consultora Aresco.
Son estos números los que explican la extravagante teoría
sciolista de los “10 puntos”.
“Massa subió la imagen negativa de 14 a 20 y pico, pero es
normal. Ningún candidato tiene un nivel de rechazo tan bajo”, explicaron desde
la consultora. Con un agregado: Massa logró que su perfil no sea anti k sino
más bien de promesa de futuro –manteniendo “lo bueno” y cambiando “lo malo”-,
por esto, una recuperación de la Presidenta no necesariamente le juega en
contra.
Por estas horas, también trascendió en La Tecla una supuesta encuesta de Poliarquía que habla de una
recuperación de Insaurralde, que habría achicado la brecha con Massa. Lo
curioso es que esta consultora, que trabaja también para Scioli, suele publicar
sus números en exclusiva en La Nación.
Según este sondeo la diferencia se achicó a 7,5%: Ubicando a
Massa en 39,8% y al candidato kirchnerista en un 32,3%. “Esta encuesta la tuvo
que haber hecho la semana pasada y no había esos números. Que la publique en La Nación, que es su órgano oficial”,
desafió Hugo Haime, en diálogo con LPO.
Haime no difunde encuestas pero admite que la diferencia entre
Massa e Insaurralde se duplicó tras las primarias. Esta semana, como muchos
encuestadores, dejó de medir a la espera de un efecto más concreto de la
internación de Cristina.
Lo mismo hizo Jorge Giacobbe, quien en agosto fue uno de los
primeros en desterrar la hipótesis de una paridad que intentó instalar el
kirchnerismo.
“Nuestra última encuesta fue el viernes y terminó 41 a 30,4.
Está claro que a Massa le corrieron el telón, pero lleva una diferencia grande.
Sería ocurrente que quien pierda diga que pierde bien”, ironizó. La semana que
viene tendrá los primeros números de este nuevo pero no tan distinto escenario.
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