martes, 4 de junio de 2013

Docentes mendocinos piden protección y reclaman contra la violencia de padres y alumnos

Foto con sistema Zoom.It para acercar o alejar la imagen - (Foto: MDZ)

Nacionales - “La escuela es el epicentro de la violencia y termina siendo una caja de resonancia, donde se presentan circunstancias de esta índole”, consideró la directora General de Escuelas de la Provincia, María Inés Abrile, al apoyar el reclamo de los docentes quienes se manifestaron contra la violencia que padres y alumnos ejercen permanentemente contra los maestros. Durante la manifestación, señalaron que “los docentes somos ciudadanos de derecho que necesitamos que nos defiendan”.

Un grupo de maestros se manifestó el lunes en el centro de Mendoza para exigir protección frente a padres y alumnos violentos.

El caso puntual fue en la escuela Origone de Las Heras, en donde por el supuesto rapto de un niño una madre golpeó a una maestra.

Luego, la justicia determinó que el chico, de seis años, salió del colegio y por sus propios medios decidió alejarse tres kilómetros hacia el norte donde está un hipermercado.

Diversos carteles se elevaban entre las cerca de 200 personas que dijeron presente, entre maestros, directivos, padres, niños y transeúntes que se acercaban. Una de las consignas era que no podían enarbolarse banderas partidarias (agrupaciones), lo que provocó algunos cortocircuitos entre varios presentes, que se resolvieron rápidamente.

El cartel más común era el que se encontraba adherido a las ropas de varios docentes y rezaba: "Todos somos docentes de la escuela Origone", el establecimiento que quedó en boca de todos luego del extraño suceso que fue desencadenante de una ola de pánico generalizado y que obligó al propio Gobierno a aplicar un protocolo.

Una de las docentes que participó de la protesta expresó: “Los docentes somos ciudadanos de derecho que necesitamos que nos defiendan. Se ha perdido la dignidad y queremos que el maestro sea reconocido como profesional de educación”.

Otra docente de Maipú, una de las más aplaudidas, llamó a todos "a recordar cómo era la escuela en nuestros tiempos, cuando los docentes tenían autoridad frente a la familia y éramos respetados. Todo eso se ha ido perdiendo y soportamos los malos tratos tanto de los alumnos como de varios padres".

Una madre que se solidarizó con los maestros también dio su opinión y reconoció que los maestros "están muy mal pagos y no ganan lo que deberían de ganar". Por eso, los felicitó "a todos porque tienen mucha vocación y mucho valor, y ojalá que Dios los ayude para que puedan tener todo lo que se merecen".

No faltaron la críticas tanto al Gobierno como a los medios de comunicación, ya que una de las docentes sostuvo que "el Gobierno nacional y el provincial y los medios nos desprestigian constantemente, instaurando la idea de que sólo trabajamos cuatro horas por día y tenemos tres meses de vacaciones, como si fuéramos vagos crónicos".

También recalcó que existen políticas educativas  y sociales "que se desentienden de las diferentes situaciones de abandono y exclusión de los alumnos y que desvalorizan nuestra tarea, que nos imponen programas  y resoluciones sin ningún tipo de conducta, que nos sobrecargan de tareas y que se jactan de aumentar la matrícula, pero no aportan los recursos necesarios".

Además, al finalizar el encuentro se reiteró el pedido a todos los docentes para que sigan en la lucha por la creación de una ley de protección al docente, y aseguraron que se realizarán más convocatorias, principalmente a través de las redes sociales.

La directora General de Escuelas de la Provincia, María Inés Abrile, manifestó que “el reclamo es legítimo porque una docente fue agredida y no es la primera vez”.

“La escuela es el epicentro de la violencia y termina siendo una caja de resonancia, donde se presentan circunstancias de esta índole”, consideró.

Abrile informó que luego de una reunión realizada ayer entre directores, autoridades del Ministerio de Seguridad y jefes de Policía “se acordó realizar un protocolo que les permita a los docentes tener claro los procedimientos de cómo actuar hacia el interior de la escuela y qué hacer ante un hecho de violencia”.

“Hay tres planos de acción, uno es reforzar las medidas de seguridad, con puertas cerradas, y que primero que salgan los alumnos más grandes y luego los más chicos”, dijo.

"El segundo es la protección al docente ante agresiones verbales o físicas, con apoyo psicológico en el caso de ser necesario", añadió.

Y completó que la tercera parte del protocolo son los papás, “porque en este caso la mamá se enojó por una mala nota”, lo cual habría provocado que el alumno se fuera de la escuela.

“También está el abuso de algunos padres, que tienen al docente en espera porque demoran en retirar a sus niños”, concluyó.

Informe: Cadena 3 y MDZ

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