El Gobierno no logró
consenso con los sindicatos y las
bancadas opositoras y se discutiría en
sesiones ordinarias.
Nacionales - Con
las escenas de violencia de los últimos días de diciembre aún frescas, y en
medio de las vacaciones de buena parte de los dirigentes del oficialismo y de
la oposición, el Gobierno resolvió postergar para después de febrero el debate
en torno a la reforma laboral, motivado por la falta de consenso en el
sindicalismo y en los bloques opositores.