viernes, 31 de agosto de 2018

Saqueos y mensajes golpistas… son de manual

Por Chistian Sanz
Al igual que en el año 2001, los primeros intentos de saqueos este viernes se dieron en Mendoza. El primero de ellos fue en la madrugada, en un supermercado Átomo, bien emblemático de la provincia. Luego se intentó replicar el mismo hecho —sin éxito, por suerte— en otra sucursal de la misma cadena.

Una tercera intentona se dio en un Carrefour de Comodoro Rivadavia, hecho que derivó en la detención de nueve personas.

Las imágenes de manifestantes intentando robar electrodomésticos despejaron toda duda de que se tratara de gente humilde.  

No fue todo: horas antes, desde sus respectivas cuentas de Twitter, personajes de la talla de Luis D’Elía y Diego Brancatelli tuitearon idénticos mensajes, asegurando que se venía un corralito financiero, lo cual prontamente se demostró falso.

Debe mencionarse que ese gesto fue de una gran irresponsabilidad, ya que la intranquilidad ciudadana suele contagiarse con facilidad en la Argentina, y más aún en tiempos de redes sociales y Whatsapp.

Pero nada fue casual: horas antes Eduardo Duhalde aseguró que “estamos a un paso de que se vayan todos”, en obvia referencia a lo ocurrido hace 17 años, en tiempos de De La Rúa.

Incluso cuando le preguntaron respecto de la posibilidad de que Macri no termine su mandato, dio una respuesta tan esquiva como sugestiva: "No es bueno hablar de esas cosas".

Acompañó a las palabras de Duhalde, el comentario suspicaz de Ricardo Alfonsín, quien advirtió esta misma semana que Roberto Lavagna estaría dispuesto a hacer el “esfuerzo patriótico” de asumir en el lugar de Macri.

¿No es demasiado obvio lo que ocurre? ¿Alguien acaso cree en tantas casualidades juntas, incluido el silencio a coro de Cristina Kirchner y Hugo Moyano, “neo socios” políticos?

Más allá de los desaciertos de Macri respecto de la coyuntura económico-financiera, está claro que parte del peronismo —principalmente aquel que se identifica con el kirchnerismo— busca generar un golpe contra el gobierno.

No les importa lo que esto cueste ni los daños colaterales que pueda generar la movida, solo saben avanzar cual hienas hambrientas de carroña. ¿Se olvidan que en 2001 hubo 39 muertos a causa de los incidentes que ellos mismos provocaron? Evidentemente, les falla la memoria.

No hay mucho más para decir, solo mencionar que tenía mucha razón Karl Marx cuando dijo que “la historia se repite dos veces, la primera en forma de tragedia y la segunda en forma de farsa”.  

© Tribuna de Periodistas

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