viernes, 2 de febrero de 2018

"No vamos a poner a la CGT al servicio de ningún gremio ni dirigente"

Héctor Daer fue el único triunviro que no avaló la marcha del 22 de febrero y reconoció la posible fractura de la central.

Héctor Daer
Nacionales (por Elizabeth Peger) - Los grandes gremios de servicios, agrupados en el grupo de los gordos, y los sindicatos de la Uocra, Upcn, Obras Sanitarias, además del transporte y la UOM no se sumarán a la marcha del próximo 22 de febrero contra el Gobierno, convocada originalmente por Hugo Moyano y que el miércoles logró el respaldo de una parte de la CGT. 

La decisión fue defendida el jueves por Héctor Daer, el representante del sector sindical moderado o dialoguista en el triunvirato de conducción de la central obrera, una estructura de mando que quedó a un paso de su final en medio del proceso de ruptura de la central obrera.

En diálogo con El Cronista y en clara referencia a Moyano, a quien sin embargo no nombró, Daer advirtió que la CGT no puede estar sometida al "capricho" o los "intereses personales" de un dirigente al momento de definir su estrategia de acción y reconoció el nuevo escenario de cisma que atraviesa la entidad. "Nuestra posición es clara: No vamos a poner a la CGT al servicio de ningún gremio ni dirigente", remarcó el triunviro y también dirigente del gremio de Sanidad. Y añadió en la misma línea: "No se puede aceptar que alguien tenga el capricho de adueñarse de la voluntad colectiva de la CGT".

 Daer reprochó la forma en que parte de la central formalizó el miércoles la adhesión a la movilización dispuesta por el moyanismo y, tras considerar que ese "no era el camino" para tomar la decisión, sostuvo que solo 7 de los 35 miembros del consejo directivo cegetista acompañó la medida. En cambio, luego de informar el respaldo a la marcha, los otros dos triunviros, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, habían sostenido que "mayoría" de los miembros de la cúpula de la central había resuelto acompañar la protesta. "Lo único que nosotros pedimos siempre fue seguir dialogando entre todos sin poner por delante ni la paritaria ni las cuestiones personales de nadie", reprochó Daer.

¿Y cómo seguirá la situación dentro de la CGT?, preguntó este diario.

"Nosotros vamos a seguir trabajando para resolver los temas pendientes que se vinculan con las paritarias, con los derechos de los trabajadores. Lo del 22 será la marcha de los Camioneros, pero el mundo igual va a seguir girando", apuntó Daer.

Y si bien ratificó la voluntad de los sectores sindicales a los que representa de defender los objetivos de la unidad cegetista, admitió el escenario de ruptura. "Ahora si la unidad no va más, habrá que convocar a un congreso cegetista y definir un nuevo consejo directivo", aventuró.

En su ejercicio de defensa de la decisión de no sumarse a la protesta del jueves 22, Daer cuestionó puntualmente el proceso que rodeó el paro general que la central obrera realizó el 18 de diciembre, en el marco del tratamiento de la reforma previsional en Diputados, una medida que apenas resultó testimonial por la falta de acatamiento de la mayoría de los gremios de mayor poder de fuego. En ese sentido, y en referencia directa al sindicato de Camioneros, reprochó que "deberían explicar por qué pidieron el paro y después no pararon, se borraron".

Además de la posición compartida en el sentido de que la embestida de Moyano con el llamado a la marcha contra el Gobierno constituye una reacción ante la ola de investigaciones judiciales que lo tienen en la mira, desde los sectores denominado gordos e independientes de la CGT defienden la necesidad de mantener el diálogo abierto con la Casa Rosada para intentar resolver cuestiones conflictivas como paso previo a cualquier estrategia de confrontación. Al respecto, otro dirigente de uno de esos grupos recordó el costo político que significó para el movimiento obrero el fracaso de las últimas protestas que la central obrera llevó adelante contra el Ejecutivo. "Al final se logró el efecto contrario, porque alimentamos la visión crítica que buena parte de la sociedad expresa contra el sindicalismo", analizó el gremialista, quien sin embargo reprochó que el Gobierno pretenda enlodar a toda la dirigencia sindical bajo el concepto de "mafias".

Informe: EC

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