Nelson Ricardo Muloni
(11/06/1924 – 31/01/2015)
Todavía acomodo, padre, en mi memoria, los dedos de tu mano
en la mía y tu beso en la frente de mi esposa, antes de tu partida en esa
última noche de enero, hace un año. Todavía, con mis hijos, resguardamos el
espacio desde el que mirabas el patio de la casa luego de la caricia de tu
saludo, tu suave sonrisa y el abrazo con
que ocupabas nuestros corazones.
Y sí, padre, es dolorosa la ausencia de tus pasos,
sostenidos por el bastón con el que te ayudabas para correr las cortinas de la
ventana en la que entraba la mañana del cedrón, con ese aroma que acompañaba
tus jornadas.
Ya ha pasado un año, padre, y yo lamento por mi infancia que
te tuvo de sostén y sendero y que hoy, con tu partida, es sólo eso, lejanía de
un niño que hoy ya es puro recuerdo.
Y aunque hace un año que no estás, padre, esta casa sigue
siendo tu casa y estos, nuestros latidos, siguen siendo tuyos.
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