lunes, 20 de abril de 2015

Los múltiples mensajes que enviaron Mendoza y Santa Fe

Macri salió fortalecido. Massa demostró que es necesario. El futuro del kirchnerismo.

Por Ignacio Fidanza
Las elecciones de Santa Fe y Mendoza ofrecen lecturas para todos los gustos. La primera y más obvia es que la oposición cuanto más se une más chances tiene de quedarse con el poder. En ese sentido las cifras de Mendoza son elocuentes: el radical Alfredo Cornejo sumó el apoyo del PRO, el Frente Renovador y el Partido Demócrata y ronda el 44% de los votos.

Algo de eso se habló en el almuerzo que el presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, tuvo en esa provincia con todos los candidatos a gobernador de la UCR. “Ustedes nos exportan la pelea, pero acá metieron todo adentro”, lo cruzó al mendocino Sanz el tucumano José Cano.

En el PRO confirmaron esta noche a LPO que intuían que estos resultados provocarán un incremento de las presiones que ya existen para que sellen algún tipo de acuerdo con Massa.

Macri apalancado en el batacazo de sus candidatos en Santa Fe: Miguel del Sel en la provincia y Anita Martínez en Rosario, seguramente considere que ha recuperado el camino de crecimiento en el liderazgo opositor y rechace la idea de cerrar un acuerdo con Massa.

Es una manera de mirarlo. Otra es comparar Mendoza con Santa Fe. Del Sel está en un empate con la coalición gobernante de socialistas y radicales. Si bien la política no es aritmética, si hubiera tenido adentro al Frente Renovador –que sacó unos 7 puntos entre Buzzi y Cachi Martínez-, el domingo el partido ya estaba definido. Lo mismo en Rosario. Anita Martínez ganó como candidata pero por frente está abajo de los socialistas. El candidato de Massa en esa ciudad obtuvo unos 10 puntos.

Es decir, Mendoza confirma que cuando Massa, Macri y los radicales van juntos, sus chances crecen exponencialmente. Mientras que en Santa Fe, que fueron divididos, sigue todo abierto. Con un agregado, los cómputos finales confirman en Mendoza que el FpV supera un muy competitivo 40%. ¿Qué hubiera pasado si la oposición se dividía?

El futuro del kirchnerismo

Las primarias de Mendoza también arrojaron un indicio sobre un posible futuro de lo que hoy se conoce como kirchnerismo. Esa provincia protagonizó en su cierre de listas la única insubordinación real que hasta ahora ensayó el peronismo a los deseos de Cristina Kirchner.

En el cierre de listas, la Presidenta intentó copar las boletas con camporistas. El gobernador Paco Pérez, su vice Carlos Ciurca y el mítico operador Juan Carlos Mazzón, resistieron la presión y cerraron las listas excluyendo a los favoritos de Cristina.

Como nunca, fue nítida la diferencia de proyectos entre el peronismo territorial - que para colmar los agravios ya se había pronunciado por la candidatura presidencial de Daniel Scioli- y el camporismo alineado con la Casa Rosada.

Cristina entendió enseguida que era un mensaje al resto del peronismo que no podía tolerar y ordenó un feroz cerco financiero a Mendoza, que incluyó la orden al Banco Nación de cortar los sobregiros de la provincia, de manera que Paco Pérez no pudiera pagar los sueldos y su gobierno entrara en caos. Nada muy diferente de lo que hicieron varias veces en Santa Cruz.

El viernes pasado Paco Pérez pudo sortear esa trampa gracias a la sigilosa ayuda de Scioli, advertida por LPO, que ordenó al Bapro asumir el rol de agente financiero de Mendoza que dejó vacante el Nación y le permitió a la provincia colocar deuda por poco más de los 150 millones, que necesitaba para completar el pago de sueldos.

El domingo Pérez, Mazzón, Ciurca impusieron a sus candidatos, pero el kirchnerista Guillermo Carmona hizo una elección respetable. Lo mismo sucedió con el peronista clásico Omar Perotti en Santa Fe, que sobre el final del la campaña recibió el apoyo de Scioli.

Varias cosas. El peronismo territorial más Scioli parece imponerse al kirchnerismo duro. Pero ese sector tiene un nivel de votos que ya lo vuelve una fuerza ineludible si se quiere presentar una oferta mínimamente competitiva. Es decir, se necesitan unos y otros.

Aún así -y en esto coinciden los resultados de Mendoza y Santa Fe- el kirchnerismo está vivo, pero parece estar sintiendo el desgaste natural de tantos años en el poder. Es decir, le cuesta superar los 30 puntos de promedio. ¿Porqué es importante esto?.

Como se sabe la Constitución establece dos maneras de ganar la Presidencia en primera vuelta. La más exigente es superando el 45% de los votos, un escenario hoy improbable para el FpV.

Pero también dispone que si un candidato saca más del 40% y diez puntos de diferencia respecto al segundo, queda inmediatamente electo como Presidente. Este es el escenario que trabajan en el sciolismo y la Casa Rosada y como hoy se vio con claridad, requiere de una premisa: Una oposición dividida.

Como los sondeos indican que la sociedad no decantó de manera concluyente por Massa o Macri, la lógica que hoy prevalece en las discusiones del poder es impulsar una primaria de “todos” los candidatos opositores, es decir entre los dos que hoy lideran las encuestas, para construir una alternativa más potente que achique diferencias con el FpV y aleje el sueño de los 10 puntos de diferencia.

Massa acepta ese plan y Macri lo resiste. En esa tensión se dirime buena parte del futuro de la Argentina.

© LPO

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