Severo
cuestionamiento al Gobierno provincial por parte de la Multisectorial
de
Mujeres ante el asesinato de la docente Carmen Evelia Murillo.
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La hija de la docente asesinada despide los restos de su madre. |
Salta – “Si no agregamos la perspectiva de género
para mirar estas tragedias será un ‘problema de seguridad de las maestras
rurales’, y no lo que es en realidad: un problema de riesgos de las mujeres en
el patriarcado”, aseguró la Multisectorial de Mujeres de Salta en una Carta
Abierta dirigida al gobernador Juan Manuel Urtubey. La organización hizo
referencia al asesinato de la maestra Carmen Evelia Murillo expresando que ese hecho “jamás
debiera haber ocurrido”.
En una Carta Abierta dirigida al gobernador de Salta, Juan
Manuel Urtubey, la Multisectorial de Mujeres de Salta expresó un severo
cuestionamiento a las políticas oficiales sobre violencia de género, en el
marco del reciente asesinato de la docente Evelia Murillo, ocurrido en el
paraje El Bobadal, en el norte salteño.
El documento expresó que “si se hubiera tenido convicción
respecto de la realidad de los femicidios, no tendría que haber ocurrido esto
para recién impedir que una maestra quede sola en el campo al cuidado de sus alumnos
teniendo la institución más personal designado” y añadió que “si no agregamos
la perspectiva de género para mirar estas tragedias será un ‘problema de seguridad
de las maestras rurales’, y no lo que es en realidad: un problema de riesgos de
las mujeres en el patriarcado”.
El texto completo de la Carta Abierta, es el siguiente:
Las mujeres que
integramos la MULTISECTORIAL DE MUJERES DE SALTA manifestamos nuestra profunda
tristeza por el femicidio de la docente del Paraje El Bobadal Evelia Murillo. Y
junto con la tristeza, sentimos indignación, enojo y la desesperanza que nos produce un femicidio más en la
provincia.
Hace dos décadas que
militamos en Salta por los derechos de las mujeres. No recibimos subvención
estatal, ni hemos pedido cargos ni prebenda alguna. Dicho esto para que se
entienda desde dónde hablamos. Para nosotras
cada mujer muerta tiene nombre y apellido, año y lugar, y así llevamos
un modesto y sub estimado registro de víctimas. Porque no somos números ni
estadísticas las mujeres. Y por eso venimos demandando políticas de estado
con perspectiva de género, que sean
sostenidas en el tiempo, con convicción y compromiso, con presupuesto, con
funcionarios/as idóneos/as y sensibles al género. Pero no hay caso. No se cree que sea verdad la dominación de las
mujeres y la violencia de género. Por eso como dice un varón experto en
estas lides, “la incidencia del femicidio está directamente asociada al grado
de tolerancia que manifiesten sociedad y estado frente a la violencia contra
las mujeres”.
También dice que en el
femicidio, el hombre está convencido que si la mujer no se ajusta a la
masculinidad imperante se convierte en una amenaza que hay que eliminar. Parece
que lo dijo pensando en el femicida Cortez matador de Evelia Murillo. Femicida
porque el concepto lo abarca en cualquiera de las dos versiones que hay hasta
el momento: ya sea femicidio sexual o femicidio vinculado si es que Evelia se
interpuso entre él y otra mujer
protegiendo a esta última.
No se cree en la existencia de la desigualdad y sus riesgos y se niega
el femicidio como hacía la defensa del femicida del primer caso juzgado con
esta figura en Salta días pasados.
No lo creen algunos/as jueces/zas, algunos/as abogados/as que deben auxiliar a
la justicia, funcionarios/as que deberían evitar con políticas públicas que
tantos casos se judicialicen….
Es valorable que Ud.
haya ido ayer a lugar de los hechos. Pero, ¿sabe
cuándo tiene sentido esto para nosotras? Cuando el gobierno ha garantizado
en todo lo posible la protección de las mujeres, cuando el hecho ha sido
imposible de evitar y entonces todos y todas nos aunamos en el dolor de lo
inevitable. Pero no es el caso. Si
se hubiera tenido convicción respecto de la realidad de los femicidios, no tendría que haber ocurrido esto para
recién impedir que una maestra quede sola en el campo al cuidado de sus alumnos
teniendo la institución más personal designado.
Jamás hubiera ocurrido si
no se hubiera esperado la proximidad de un encuentro de mujeres multitudinario
para iniciar un plan de erradicación de violencia de género.
Si no agregamos la
perspectiva de género para mirar estas tragedias será un “problema de seguridad
de las maestras rurales”, y no lo que es en realidad: un problema de riesgos de
las mujeres en el patriarcado. Si seguimos sin ver y aceptar que la desigualdad
y la violencia de género existen, no abordamos correctamente el problema y
seguiremos errando en las soluciones. En las zonas rurales hay muchas
vulnerabilidades y muchas víctimas; por ejemplo las niñas han sido
históricamente víctimas de abusos por parte de varones –entre ellos maestros
varones en cargos de personal único y escuelas albergues-. No podemos decir solo “las maestras”, tenemos que decir las mujeres; ¿o
esa mujer o niña wichi a quien Evelia protegió estaba “segura”? Si no vemos
y aceptamos la variable de género, jamás comprenderemos la complejidad del
problema y la multiplicidad de variables que deben tenerse en cuenta al diseñar
las políticas públicas.
Mire Sr. Gobernador,
si van a crear juzgados de violencia familiar y de género con gente al frente
que no cree en la perspectiva de género, gente que no cree sinceramente que hay
que “lograr la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen
la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres” como dice
el Plan, si va a seguir proponiendo varones no sensibles al género para
integrar la corte de justicia, va a vetar leyes como la de violencia sexual por
mencionar algunos hechos, todo será más de lo mismo y todo el esfuerzo habrá
sido vano.
Hemos asistido los
últimos días a una deleznable campaña en contra del encuentro nacional de
mujeres por la que personas vinculadas a
la iglesia católica tratan de impedir que el gobierno abra las escuelas para
que se lleven adelante los talleres y albergue de mujeres humildes. ¿Sabe
qué dijeron mujeres católicas que sí trabajan por este encuentro? No es la iglesia católica la que está en
contra, son católicos ricos y poderosos que quieren que nada cambie….
Nosotras estamos en el lugar correcto.
Y tienen razón.
Lamentablemente esta nueva muerte de una mujer que desobedeció el arbitrio de
un varón que intentaba someterla, no hace más que confirmarlo.
Multisectorial de Mujeres de Salta
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