miércoles, 2 de julio de 2014

Nos gobiernan con «precariedad administrativa»

[O la Democracia sin control]

Por Martín Risso Patrón

«... existe una suerte de precariedad administrativa...»
[Declaración pública de la Concejala isista Frida Fonseca, al referirse a la falta de control de gatos de la Presidencia del CD capitalino]

Los dineros del Pueblo son del Pueblo  

El Concejo Deliberante dela ciudad de Salta se inhibe de actuar ante la falta de rendición de cuentas del edil Tomás Salvador Rodríguez durante su pasada gestión como presidente del Cuerpo de representantes del Pueblo. 

Oposición y oficialismo, en una actuación verdaderamente corporativa para defender privilegios, rechazó un pedido de juicio político al mencionado concejal oficialista, debido a la inexistencia de normas reglamentarias que exijan el control de sus facultades de administración del dinero del Pueblo. Además argumentan que un viandante vecino de la ciudad no está habilitado para presentar su pedido de enjuiciar o lo que sea a uno de la corpo. Eso sí está en la norma y se cumple: No al control popular.

El caso es que al parecer Rodríguez gastó una millonada sin decir ni mu a sus pares sabiendo que decía que gastaba en algo, pero que eso no era tan así, y por supuesto que tampoco dijo nada a su legítimo mandante que es el Pueblo. Ahora resulta que, como no hay normas de control, todo vale. E la nave va.

Pero la cosa había sido peor, mire vea  

Según la concejala oficialista del isismo más isista, la abogada Amanda Frida Fonseca Lardiés, en declaraciones públicas del miércoles 2 de julio en el programa televisivo "Mónica y la Gente", afirmó que existe una situación de "precariedad administrativa" que omite el control de gastos, lo que, según su arbitrario razonamiento, inhabilitaría al Cuerpo a determinar sobre la cuestión. No sé si se entiende: Defensa corporativa a un par señalado de irregularidades, frente a la ignorancia impuesta al Pueblo sobre lo que se hace con su dinero.

¿Y por qué peor, entonces? Por algunas cosas que comento:

Porque un Cuerpo institucional de la democracia no puede funcionar sin control. Entonces, enfrentaríamos la tragedia política de que todas sus resoluciones, en las que se compromete el dinero del Pueblo, debieran ser nulas, de nulidad absoluta.

Porque, hechos como el que promueve este análisis, se convierten de inmediato en Notitia criminis, y debieran ser investigados ipso facto por algún magistrado de la Justicia dada su mera presencia en la información pública, más ante la inexistencia de normas de control, ya de por sí un hecho grave que lesiona a la misma Democracia republicana.

Porque los mismos Ediles no debieran ampararse en una laguna legal para omitir sus propios deberes de control. En este caso, debiérase haber votado y aprobado una Ordenanza por unanimidad, exigiendo al Concejal Tomás Rodríguez, rinda sus cuentas, reservando las vías Administrativa y Judicial en sus fueros Penal, Civil y Federal.

Por si hubiera, como dicen que hay, una demanda para investigar a Rodríguez y sus manejos, aparentemente ésta ha caído en una Fiscalía, cuanto menos sospechada de encubridora de cuanta irregularidad exista en el Poder Ejecutivo provincial, lo que complica más a este oscuro entramado.

 Es mentira que el Tribunal de Cuentas no pueda ser cuestionado por omisión de sus deberes. Esto, sencillamente porque su función primordial, sin la que no debiera existir, es, precisamente, el control del uso de los dineros del Pueblo.

 Aclaro "dinero del Pueblo" por no decir "dinero público", concepto este último producto del razonamiento de quienes en los poderes actuales se adjudican la propiedad del dinero que no les pertenece, y que es de su legítimo propietario el Pueblo, al que esos Poderes institucionales tienen el deber de administrar como legítimo Bien social.

 En síntesis

No es argumento ni político ni legal afirmar que no hay que juzgar institucionalmente a un ex-presidente del CD porque no exista una norma al respecto por el solo hecho [de por sí absolutamente ilegal] que prime "precariedad administrativa"; al haber descontrol, de hecho, reitero, se potencia el poder ciudadano de control, como el de la denuncia de un vecino para investigar a Rodríguez. Si el presente caso toma consistencia institucional, quedará nula cualquier resolución del Cuerpo legislativo municipal en el que se maneje la plata del Pueblo, desde el horno se lo digo, Doña.

Señores Fiscales de la República: La mesa está servida.

 Edición impresa en Semanario "Nueva Propuesta", Salta

 Digital: www.agensur.info

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