Por Gabriel Profiti |
Después de que el juez federal Ariel Lijo mostrara su
intención de avanzar a fondo con Amado Boudou por el caso Ciccone, el dato
novedoso de la semana significó la decisión de Cristina Kirchner de volver a
defender a su Vicepresidente.
Pese a que fue desmentida, la Presidenta y Boudou
mantuvieron una reunión en la Casa de Gobierno en la que le ordenó que se
defienda apuntando duro contra el juez. Paralelamente bajó un mensaje a todo el
espectro oficialista para que cobije al vice.
Con el aval presidencial, Boudou tenía previsto montar este
lunes un acto con pantallas gigantes y militantes frente a los tribunales,
donde se desarrollará su indagatoria. Afuera hablará con la prensa, antes y
después de la audiencia, y adentro formulará duras acusaciones contra el
magistrado. Por eso pretendía que la indagatoria fuera televisada.
La jugada de fondo consiste en apartar a Lijo, como ocurrió
con el juez y fiscal originales de la causa, Daniel Rafecas y Carlos Rívolo, y
el entonces procurador general de la Nación, Esteban Righi. Esa avanzada podría
concretarse en medio del Mundial de Brasil, cuando la atención colectiva estará
puesta en las gambetas de Messi, Agüero y Di María.
Habrá que ver si la decisión de la Presidenta se sostiene en
el tiempo, sobre todo después de que el juez dicte el seguro procesamiento del
Vicepresidente, algo inédito para el país.
Dentro del oficialismo hay voces discordantes en torno a esa
estrategia presidencial. Algunos salieron a jugar a favor de la inocencia de
Boudou, mientras que otros prefirieron ser más cautos y por lo bajo insisten en
que su permanencia en el cargo no le hace bien al colectivo que gobierna.
De hecho, las últimas encuestas muestran una pronunciada
caída de imagen de la jefa de Estado -su popularidad ronda el 30%-, que podría
llegar a arrastrar a los candidatos del oficialismo en caso de que no puedan
mostrarse diferentes.
Candidatos en gateras
Después de haber recibido otra dosis de vinagre por parte de
Cristina en los últimos días, Daniel Scioli mantiene su esquema de cordial
diferenciación del kirchnerismo. La semana próxima presentará su programa
económico junto a Miguel Bein y el extitular del Banco Central Mario Blejer.
Son dos economistas prestigiosos que expresan reparos al modelo vigente.
Sin embargo, la gran apuesta de Scioli es mejorar la
seguridad de la provincia de Buenos Aires. Es una tarea muy compleja. Pese a
ello, en su entorno aseguran que el año próximo habrá como mínimo 10 mil
agentes más en las calles bonaerenses -egresados de las escuelas- lo que dará
una sensación de saturación policial.
Si bien varios dirigentes del oficialismo mostraron
intenciones de ser candidatos, el principal adversario de Scioli hoy es el ministro
Florencio Randazzo, quien ya visitó ocho provincias en plan de gestión e
instalación y piensa recorrer todo el país a partir de un esquema de 120
ciudades clave.
Randazzo va con cuatro ejes a cada provincia: Transporte,
Seguridad Vial, Migraciones y Documentación y aprovecha para sostener reuniones
con gobernadores e intendentes. A ellos les asegura que va a ser candidato
presidencial.
El hombre de Chivilcoy recibió un espaldarazo hace algunas
semanas luego de un arranque con obstáculos. Según pudo saber este columnista,
Cristina lo llamó a Olivos para reprocharle su lanzamiento anticipado de
campaña y su primera etapa en Salta se inició con tres horas de retraso por ese
limonazo.
Sin embargo, el viento cambió hace algunas semanas cuando
Randazzo fue a San Juan y participó de una actividad del grupo Gestar junto al
anfitrión, José Luis Gioja, y el director ejecutivo y titular de ANSeS, Diego
Bossio.
Hasta San Juan llegó como "supervisor" el mariscal
camporista Eduardo "Wado" De Pedro, quien escuchó con atención el
discurso de Randazzo. Ese mensaje permitió levantar el veto de Máximo Kirchner
a su candidatura, al punto que Cristina lo mandó desde allí a encabezar los
actos por el Día del Trabajo a Córdoba.
Las encuestas dicen que Randazzo creció pero todavía Scioli
mantiene ventaja. Quien encabeza los sondeos sigue siendo Sergio Massa. En el
Frente Renovador reconocen que su líder no creció en los últimos meses, pero
remarcan que tampoco bajó.
La apuesta de Massa pasa por encontrar un candidato
competitivo a la Gobernación bonaerense y muchos sugieren que Martín
Insaurralde terminará dando el salto. Por lo pronto, el diputado nacional mandó
a recorrer la provincia a Felipe Solá, cuyo valor agregado es que conoce el
cargo.
El entusiasmo también alcanza al búnker del PRO. Pese a la
fragilidad del armado nacional y bonaerense, sus mentores aseguran que Mauricio
Macri es el único que creció sostenidamente desde comienzos de año. Una alianza
antiperonista con el Frente Amplio UNEN podría volverse muy competitiva.
La economía, clave
Las complicaciones económicas actuales, reflejadas
especialmente en la industria automotriz, pueden ser un escollo duro para el
oficialismo. No obstante, las expectativas de que 2015 será un buen año en
materia económica se multiplican en las voces de los hombres del Frente para la
Victoria.
El FMI acaba de dar su bendición al nuevo IPC oficial y ese
aval significó otra señal pro comunidad internacional del gobierno kirchnerista
luego de los acuerdos con empresas que litigaban en el Ciadi, con Repsol, y con
el Club de París.
Esos gestos alientan expectativas en torno al otro gran tema
de los próximos días: la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados
Unidos sobre el pleito con los fondos buitre. Una determinación a favor del
país, mejorará el clima político y económico. Ni que hablar si Messi le acierta
al arco.
© NA
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