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Los pueblos andinos usan las hojas de coca para masticado y como rito. |
El presidente en ejercicio Álvaro García Linera aseguró este
jueves que el Gobierno boliviano confía en que los gobiernos del mundo
respalden la despenalización del uso tradicional de la hoja de coca, penalizado
por la Convención de Viena de 1961 de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Bolivia se retiró de esa convención en 2011, pero en 2012
pidió su adhesión con una enmienda a dos incisos del artículo 49, respecto al
acullico, una práctica ancestral en Bolivia y los países andinos.
"Hoy a las doce de la noche en Nueva York se cierra la
lista de los países que no estuvieran de acuerdo con la posición de Bolivia y
tenemos confianza en que todo saldrá favorable a Bolivia, hay que mantener la
espera", manifestó.
García Linera reconoció que hasta la fecha un conjunto de
países rechazó el retorno de Bolivia a la Convención de Viena, con la reserva
de que se respete el masticado de coca, una milenaria práctica reconocida por
la Constitución de la nación andina amazónica.
"El rechazo es en parte por decisiones de carácter
estrictamente político, seguramente el gobierno norteamericano ha actuado así y
otros países debe ser por falta de información", dijo.
En esa dirección, García Linera anunció que después de la
determinación que asuman los países miembros de la ONU, Bolivia emprenderá una
"campaña pedagógica" de enseñanza sobre los beneficios del uso
tradicional de la hoja de coca a los estados que se opongan a la
despenalización.
"La hoja de coca forma parte de nuestra cultura las
raíces milenarias y seguirá formando parte de nuestra existencia milenaria en
el futuro como bolivianos, como pueblo y trabajadores", dijo.
Recordó que el Gobierno del presidente, Evo Morales, asumió
una "valiente y justa decisión" al demandar el reconocimiento del
acullico (masticado) de la hoja de coca, que fue penalizado en el gobierno de
Víctor Paz Estensoro en 1962.
"Lo que ha hecho el Presidente Evo es levantar la
dignidad de Bolivia al hablar de un uso ritual y tradicional de la hoja de coca
que forma parte de nuestra cultura", afirmó.
En 2011, Bolivia presentó a la ONU el pedido de readmisión a
la Convención Antidrogas de 1961, pero con reservas sobre el masticado de coca,
tradición ancestral en las naciones andinas.
De acuerdo con ese organismo, un tercio de los países
miembros de la ONU deben pronunciarse explícitamente en contra de la solicitud
boliviana para que se le niegue el reingreso a la Convención. Esto equivale a
61 naciones (un tercio de 183).
El masticado de coca fue vetado en 1961 por el artículo 49
de la convención antidroga, bajo el argumento de que esa planta contiene
alcaloides que se utilizan como base para la elaboración de la cocaína.
Informe: ABI
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