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Alfredo Olmedo ayudó a aportarle quórum al oficialismo en la sesión por el voto joven. |
Cuando el diputado Andrés “Cuervo” Larroque terminó de
insultar a la oposición al recinto le faltaban 20 diputados para llegar al
quórum y así poder votar. Si no retornaban, la sesión se caía inevitable tras
once horas de debate y algunos bloques dispuestos a acompañar.
María Teresa García, secretaria parlamentaria de la bancada
oficialista y encargada de chequear las presencias, comenzó los llamados
desesperados para llegar al número.
Agustín Rossi giró desde su banca mientras el Cuervo hablaba
y aplaudió sin muchas ganas. Cuando la oposición se fue sólo Diana Conti se
paró a gritarles. El resto estaba inmovilizado.
Rápido de reflejos, Julián Domínguez, presidente de la Cámara , le dio la palabra al salteño Walter Wayar,
aliado de fierro del kirchnerismo. Y anunció que va iba a votar, una muestra de
que los números estaban ajustados y encima la sesión no podía estirarse mucho
más.
Con su aporte hubo 131 positivos, dos negativos y una
abstención. Para votar hace falta 129, un
número que el kirchnerismo superó con aliados impensados como el salteño
Alfredo Olmedo, aliado del PRO hasta el año pasado, que se opuso pero no
abandonó el recinto.
Lo mismo hizo el fueguino Jorge Garramuño mientras que su
coterránea Liliana Fadul, siempre opositora, retornó al recinto para votar a
favor. Tampoco se fue Juan Carlos Forconi, leal al santafesino Jorge Obeid, sin
relación con la Casa
Rosada.
Larroque logró que todos fueran importantes. “Es una locura, lo primero que hay que
cuidar es el quórum. ¿Ahora como votamos el per saltum?”, confió a LPO una
fuente del bloque oficialista.
Por si fuera poco, la bancada se desgrana día a día y ya
nadie, a excepción de Larroque, duda de que el quórum esté en riesgo
permanente. Blanca Blanco, la esposa del gobernador de Santa Cruz Daniel
Peralta, sigue sin aparecer.
Felipe Solá y sus laderos Roberto Mouillerón y Raúl Rivara
abandonaron la sesión. Antes el ex gobernador aclaró que lo hacía por “la
estupidez” de Larroque, quien en su discurso tildó de narcotraficantes a los
socialistas y no ahorró ataques a la
UCR y al PRO.
“Eso es lo increíble. El PRO nos dio quórum para comenzar y
una parte de la UCR
iba a votar con nosotros. Y todos los pibes de La Cámpora hablaron mal de
los radicales”, se indignaban en Diputados.
Es que la sesión era un escenario de celebración para el
kirchnerismo, que llenó las gradas con militantes jóvenes. Un dato: mientras en
la ley de las ART las autoridades del bloque no podían encontrar un miembro
informante ayer no paraban de anotar oradores.
Pero no todos en la bancada quieren caer sobre los jóvenes
K. Terminada la sesión, algunos diputados hacían hincapié en que la oposición
estaba esperando una situación para caerle a Larroque.
“Ni bien empezó a hablar empezaron a insultarlo. Para muchos
bloques fue genial que esto pasara porque no pagaron el costo de votar en
contra”, interpretan.
Y recuerdan que hubo muchos discursos oficialistas duros y
mucho más de la oposición. "Carrió dijo barabaridades peores a las del
Cuervo", sostuvo una diputada oficialista ante LPO.
La ex candidata de la coalición cívica se despachó con todo.
"¿Qué van a introducir? ¿Qué van a ofrecer, fuera y dentro de la escuela
secundaria? No estoy hablando de algunos; hablo del mercado del voto. ¿Qué van
a ofrecer a cambio del voto: dinero, acaso droga?", se preguntó la
chaqueña.
Lo cierto es que el
14 de noviembre el kirchnerismo deberá estar completo en sus bancas si quiere
que el per saltum sea ley y luego para cambiar las reglas de juego del
mercado de capitales.
En las últimas semanas al menos dos diputadas K estuvieron
en sus bancas a días de ser operadas. Tampoco podrán faltar en lo que resta del
año. Y tal vez los líderes de La Cámpora ya no estén en la
lista de oradores.
Informe: LPO
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