miércoles, 16 de agosto de 2023

La campaña entra en stand by: ¿qué preparan Bullrich y Massa para relanzarse y buscar el balotaje con Milei?

La candidata de JxC no quiere apurarse y calibra su 
nuevo discurso. El oficialista imagina una cruzada 
"contra el fascismo", pero bajo presión interna


Por Pablo Sieira

Sin desactivarse nunca del todo, la campaña para las elecciones presidenciales del 22 de octubre entra por estos días en piloto automático. Para Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio, por la necesidad de tomar un nuevo impulso y para Sergio Massa, candidato del oficialismo y ministro de Economía, por la urgencia de la crisis, aunque ambos tienen el mismo horizonte: meterse en el balotaje con el libertario Javier Milei.

El equipo de campaña de Massa ya empezó a pensar en la nueva estrategia para polarizar con Milei inspirada en las experiencias de Francia, España y Brasil con candidatos disruptivos y de extrema derecha, pero ese relanzamiento quedó en pausa por la necesidad del candidato de atender, también, la disparada de precios tras la devaluación y la carrera alcista del dólar blue, factores que le complican y mucho el camino a octubre.

En ese contexto, empezaron a correr versiones sobre una supuesta presión del kirchnerismo a Massa para que deje el cargo se dedique de lleno a la campaña, amplificadas por una declaración del diputado Eduardo Valdés en ese sentido. En la cartera económica rechazan las versiones. Esto contribuye al stand by de la campaña de Unión por la Patria.

Del lado de Juntos por el Cambio, Bullrich se mueve. La foto que compartió con su rival de las PASO, Horacio Rodríguez Larreta, fue el primer paso lógico de su relanzamiento pero también levantará unos días el pie del acelerador, por otras razones. "Faltan dos meses y pico. Todo lo que hagas ahora en un mes se olvidó, no tiene sentido ni pelearse mucho con Milei ni nada", indicó una fuente de su equipo a iProfesional.

En la alianza opositora varios creen que Milei está "tirando todos los tiros ahora" montado en el triunfo que logró "en primarias" y "por muy poco", señaló otra fuente del espacio. Por ello, Bullrich eligió no apurarse y, sobre todo, no agotar a los votantes con la disputa política. "La campaña real empieza en 15 días", avisan mientras toman impulso para ir en busca del resultado que ponga a la referente del PRO en el balotaje.

Las claves de la campaña de Bullrich para meterse en el balotaje con Milei

Cerca de Bullrich hay satisfacción por el resultado de Juntos por el Cambio en las PASO del domingo. Intentan no mostrar preocupación por Milei y remarcan que la diferencia de apenas dos puntos que les sacó La Libertad Avanza no es significativa de cara a octubre. "No es la PASO de 2019, donde Alberto Fernández le sacó 16 puntos a (Mauricio) Macri", señalan.

Si bien todavía analizan los resultados de las PASO, en Juntos por el Cambio diseñan una estrategia de varios pasos. Primero, una reorientación del discurso de Bullrich leve, lo suficiente para contener a los votantes de Larreta pero no tanto como para "desnaturalizarse". El perfil de "halcón" y de cambio "profundo" se mantiene. Luego seguirá una calibrada confrontación con Milei.

En el equipo de campaña piensan en "poner blanco sobre negro cada uno de los delirios" planteados por el candidato libertario por sus "carencias" para llevar adelante lo que dice, según indicó a iProfesional una de las fuentes consultadas. Por ejemplo, la imposibilidad de "derrumbar el Banco Central" sin tener los votos necesarios en el Congreso o "resolver cosas con un plebiscito, que no es vinculante".

La idea general es mantener la propuesta de un cambio profundo, sin pelearse del todo con Milei sino con el Gobierno, pero marcando la diferencia frente al opositor más votado de las PASO con la estructura, la capacidad y el realismo respecto de las medidas que debe tomar la próxima gestión y cómo encararlas.

En la alianza indican que, más allá de los retoques discursivos, Bullrich quedará inevitablemente "más en el centro" de cara a los comicios de octubre, porque "de un lado está el kirchnerismo y del otro lado está el loco", resumió un operador opositor ante iProfesional.

¿Cómo piensa Bullrich retener los votos de Larreta sin perder el perfil "halcón"?

La foto junto a Larreta así como la integración de sus candidatos y su equipo técnico con el de Bullrich busca obviamente retener el 28% de los votos que logró la alianza en las PASO, aunque confían en que eso se dará casi de forma natural si la candidata "articula bien su discurso" y todo el espacio deja atrás la fuerte pelea interna del último año, como intentan con la nueva foto.

Según las fuentes consultadas, en JxC creen que "un votante de Larreta difícilmente se incline por Milei y sigue siendo un votante no kirchnerista, así que no va a ir con Massa, menos en este contexto económico".

En ese marco, también entienden que el ajuste discursivo de la campaña de Bullrich tiene que ser "muy puntual" y leve, sin abandonar su perfil de "halcona" porque si lo hace "se desnaturaliza" frente al electorado.

Entra a jugar entonces el orden de prioridades, como lo demostró la propia candidata diferenciarse de Milei en cuanto a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sobre la cual dijo que no se pondría a revisar o a discutir mientras la urgencia sea la situación económica.

Si la candidata de Juntos por el Cambio hace bien los deberes, tendría altas chances de meterse en el balotaje de noviembre contra Milei, según confían en su entorno a la luz de los resultados del último domingo. Al menos, más chances que Massa.

Massa "contra el fascismo": la estrategia que se estudia bajo presiones internas

El candidato de Unión por la Patria está en el lugar más incómodo. Su rol como ministro de Economía en medio de la crisis que se acelera tras la devaluación del 22% del pasado lunes y el cimbronazo electoral empieza a ser una carga para la campaña, según entienden algunos actores de Unión por la Patria cercanos a Cristina Kirchner como el diputado Valdés, quien consideró que luego de su reunión con el FMI la semana próxima, Massa debería dejar su cargo y abocarse a tiempo completo a la campaña.

Sin embargo, mientras resisten versiones y presiones, en el equipo de Massa ya piensan en el nuevo eje de la campaña para octubre. La idea fuerza, según deslizan cerca suyo, será "enfrentar al fascismo", en un intento por confrontar directamente con Milei -a quien Cristina Kirchner ya había elegido como rival meses atrás, premonitoria- y correr de la pelea a Bullrich.

En el massismo toman como ejemplo la campaña del actual presidente de Brasil, Lula Da Silva, para ganarle las elecciones de 2022 al ex mandatario Jair Bolsonaro, la del francés Emmanuel Macron contra Marine Le Pen en el mismo año y la más reciente del español Pedro Sánchez contra el partido ultra derechista Vox.

En todos esos casos, los ganadores tejieron alianzas políticas estratégicas, ampliaron su llegada a los sectores sociales más desencantados e incluso buscaron "dar vuelta" votos rivales al plantear una pelea de tipo "democracia versus autoritarismo".

El caso de España es quizás el más parecido, dado que Sánchez juntó en un mismo bando a una oposición divida entre Vox y la centro derecha del Partido Popular (PP), similar a lo que ocurre hoy con Milei y Juntos por el Cambio. El punto de apoyo de Massa es que, individualmente, fue el segundo candidato más votado de las PASO, con un millón de votos más que Bullrich.

Una campaña cuesta arriba: los límites que enfrenta Massa

Sin embargo, el ministro encara algunas limitaciones que esos dirigentes no tuvieron. La economía en estado crítico es la más importante, pero no la única. También está la dificultad de ampliar antes de octubre el espacio desde el cual busca enfrentar "al fascismo" como hizo, por ejemplo, Lula en su acercamiento a sectores más conservadores.

Un escenario de ese tipo en el contexto político actual podría pensarse recién para el balotaje, pero parece casi imposible que se dé antes. El intento de fortalecer a Unión por la Patria para octubre está más asociado a un ajuste de cuentas con gobernadores e intendentes peronistas de todo el país a los que la cúpula de la coalición mira con desconfianza por el corte de boleta que se vio en las PASO.

Hay una reunión pendiente, según deslizaron fuentes del oficialismo a iProfesional, pero todavía no se sabe cuándo será. Por otro lado, está el interrogante sobre cuánto y cómo jugará Cristina Kirchner en ese relanzamiento de la campaña. La vicepresidenta retoma por estos días las reuniones en su despacho del Senado pero sigue manteniendo un perfil extremadamente bajo en la actividad proselitista.

La estrategia de la "pelea contra el fascismo" está pendiente de esas conversaciones de Massa con los referentes territoriales del peronismo y con la figura más convocante del espacio. Mientras tanto, la apuesta de ampliar la base para meterse en el balotaje con Milei pasa centralmente por las 11 millones de personas empadronadas que no votaron en las PASO.

Massa y buena parte de Unión por la Patria creen que allí hay mucha gente que acompañó al Frente de Todos en 2019 y hoy está decepcionada. Pero tienen dos problemas. Uno es que en ese amplio universo social compiten con Bullrich y Milei, que también buscan entre los ausentes de las PASO un crecimiento para octubre.

El otro inconveniente es la inflación con la que el país llegará a octubre, un factor que complica inevitablemente al candidato del oficialismo, siga o no en el Ministerio de Economía. El interrogante para Massa es como seducir a los desencantados si las variables económicas siguen en el curso que ya los alejó.

Juntos por el Cambio, mientras tanto, apuesta a que una mayor participación los beneficie a ellos como ocurrió entre las PASO y las generales de 2015 y de 2019, según se encargan de remarcar ante cualquier consulta. Sin duda, esos 11 millones de votantes son los que terminarán por definir qué pasará con Milei y quiénes entrarán al balotaje.

© iProfesional

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