jueves, 31 de marzo de 2022

DEFINEN EL MONTO DEL BONO A JUBILADOS

El objetivo es compensar el fuerte aumento de la inflación 
en los últimos meses. Se analiza también el universo de 
beneficiarios


Nacionales
- El Gobierno oficializará en las próximas horas el otorgamiento de un bono a los jubilados y pensionados, con el objetivo de compensar el fuerte salto de la inflación de los alimentos en el primer trimestre del año, y que le hizo perder poder adquisitivo a la denominada clase pasiva.

También podría haber un monto fijo, por única vez, a los beneficiarios de la AUH, aunque en este caso todavía no hay una decisión tomada por el costo fiscal que tendría esa medida.

Para tener en claro: el aumento de jubilaciones y pensiones fue del 12,28% para el período enero-marzo. El problema es que la inflación de los alimentos podría trepar por encima del 20%, dependiendo del número que finalmente salga este mes. La pérdida de poder de compra es notable. Por eso el Gobierno dará esa compensación.

La posibilidad es que sea un bono por única vez en torno a los $8.000 para la mayoría de los jubilados y pensionados. En la ANSES analizaban hasta última hora del miércoles el universo de beneficiarios.

¿Bono obligatorio para empresas?

¿Hay posibilidad de que el Gobierno emita un decreto obligando a las empresas a imitar la política hacia los jubilados?

Por ahora no está en los planes, dejan trascender desde el Ministerio de Trabajo. La apuesta de Claudio Moroni es que las paritarias, que recién ahora empezaron a negociarse, tomen en cuenta la aceleración de los precios.

De hecho lo están haciendo, si se toma en cuenta lo sucedido con las negociaciones que ya empezaron a cerrar incluso por encima del 45% de mejora para este año.

En este contexto, el kirchnerismo -como socio mayoritario de la coalición gobernante- presiona a Alberto Fernández para que ponga en marcha medidas más agresivas que sirvan para compensar la inflación.

Uno de los planteos es la puesta en marcha de un "salario básico universal". Se trata de una iniciativa que estuvo en la agenda durante el peor momento de la pandemia, pero que finalmente no se puso en práctica.

Es lo más parecido a lo que fue un IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), aunque en ese caso cubrió $10.000 por beneficiario y el salario básico universal debería alcanzar para comprar una canasta básica alimentaria. Por cada adulto, la canasta básica alimentaria equivale a $12.108.

Si bien no hay un proyecto oficial que por ahora lo impulse, la idea del ala kirchnerista de la coalición gobernante es que este salario universal lo puedan cobrar aquellas personas desempleadas o que son monotributistas de la categoría A (más baja). También las trabajadoras de casas particulares que están registradas. Y además sería compatible con la AUH.

Obviamente que el Gobierno tiene serias limitaciones fiscales para acceder a una medida de ese calibre. El FMI le impone un sendero muy estricto al Palacio de Hacienda por donde circula la meta de las cuentas públicas.

En todo caso, admiten en el equipo económico, podría haber alguna flexibilidad puntualmente por el salto en el costo de la energía a nivel internacional.

Informe: iProfesional

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