miércoles, 4 de abril de 2018

MEMORIA / MARTIN LUTHER KING

50 años después de un sueño profundo

Martin Luther King
Por Camilo Gómez Forero

El balcón del Motel Lorraine en Memphis, hoy adornado con ramos y coronas de flores, fue escenario de uno de los mayores crímenes en la historia de Estados Unidos, hace 50 años. El 4 de abril de 1968, a las 6 de la tarde, Martin Luther King, reverendo y defensor del movimiento por los derechos civiles, recibió el disparo de un francotirador mientras saludaba a sus seguidores. Su muerte conmocionó al país y al mundo, y puso fin al movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos de la década de 1960.

El doctor King abogó hasta sus 39 años por otorgar igualdad ante la ley a diferentes grupos segregados. Aunque muchos lo conocen por defender la comunidad negra, King también luchó por terminar con la pobreza y la guerra de Vietnam. “No deben ser solo las gentes negras, sino todos los pobres. Debemos incluir a los amerindios, los puertorriqueños, los mexicanos, e incluso, a los pobres blancos”, señaló el reverendo. Para él, erradicar la pobreza requería millones de dólares y décadas de compromiso. Hoy Memphis, la ciudad que lo vio morir, reporta que 6 de cada 10 habitantes viven en la pobreza. La desigualdad salarial sigue siendo un problema.

Elena Delavega, profesora de la Universidad de Memphis, reseñó que si bien la pobreza en afroamericanos se redujo luego del Movimiento por los Derechos Civiles, ha aumentado en el nuevo milenio. “La pobreza que excluye a alguien de visitar un restaurante o viajar en avión es tan restrictiva como la discriminación de hace 50 años”, destaca Delavega. Estas condiciones generan una brecha muy grande entre los niveles de educación y el acceso al empleo.

Pero la situación más crítica se encuentra en las campañas de violencia contra las personas negras en el país. Un estudio publicado en el American Journal of Public Health señaló que las personas negras tienen el triple de probabilidades de morir por el uso de fuerza por parte de la policía. En 2013, la absolución de George Zimmerman por la muerte de Trayvon Martin motivó la creación de Black Lives Matter, un movimiento que protesta contra la brutalidad policial, los crímenes de odio y la desigualdad racial en la justicia, tal como el doctor King lo hizo cincuenta años atrás. Desde 2014 los abusos han aumentado.

Ninguno de los dos partidos tradicionales en Estados Unidos se ha esforzado por continuar con el legado de King. En el último año, el Senado aprobó un monto de un billón de dólares para un proyecto de defensa nacional mientras que el gobierno propone acabar con Medicade, el programa de seguros de salud que nació en el gobierno de Lyndon Johnson, e invertir el dinero en la construcción del polémico muro con México.

“Los republicanos y los demócratas modernos a menudo hablan como si amaran a King, incluso cuando criticaban a los verdaderos herederos de su legado: los activistas de Black Lives Matter y otros guerreros de la justicia social que luchan por la liberación racial y económica”, afirmó Steven Thrasher, columnista del diario inglés The Guardian.

Cincuenta años después de la muerte de King, el panorama en Estados Unidos no ha cambiado mucho. La brutalidad policíaca continúa, al igual que la desigualdad salarial y las campañas de guerra en el extranjero. Las mujeres protestan contra el sexismo, los estudiantes marchan contra las armas y los deportistas denuncian racismo. Mientras tanto, el presidente tiene una extensa lista de comentarios racistas.

“Si hubiera vivido más allá de los 39, King se habría sentido ofendido por Donald Trump llamando a Haití ‘país de mierda’ e insinuar que todos los haitianos tienen sida”, sentenció Thrasher.

© El Espectador (Colombia)

"Yo tengo un sueño" - Martin Luther King

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