jueves, 6 de abril de 2017

MÁS ALLÁ DEL GUERNICA, SÍMBOLO DEL CAOS

Emblema de la Guerra Civil, marcó un antes 
y un después en la trayectoria de Picasso

Por Marina Prats

El 26 de abril de 1937 fallecerían entre 120 y 300 personas a causa del bombardeo de la Legión Cóndor alemana y la Aviación legionaria italiana en la localidad vizcaína de Guernica. Sin embargo, al pronunciar esa palabra, se evoca al que es uno de los cuadros que ha revolucionado la historia del arte tanto a nivel nacional como internacional.

La propia obra de Pablo Picasso tiene también un antes y un después del Guernica, el artista se compromete socialmente más allá del encierro al que los cubistas estaban supeditados. Dejó de representar figuras, bustos y naturalezas muertas, para pasar a mostrar la crueldad y la tortura a la que está sometida la sociedad. El pintor malagueño no hizo nada durante los meses posteriores a aceptar el encargo de la II República de un mural para el pabellón de España en la Exposición Universal de París.

De esta forma, tras trabajar en la composición de este mural de casi ocho metros de ancho y más de tres de alto, Picasso dio un giro a esta temática intimista para representar el dolor colectivo, individual y el enfrentamiento a la muerte mediante una serie de representaciones que beben de la tradición española y el realismo, viéndose contagiado también por el ambiente belicista de la Segunda Guerra Mundial y su compromiso con el Partido Comunista.

Sin embargo, la obra comprometida con el pacifismo y la crítica social al régimen español no solo se limita al archiconocido mural expuesto en el Museo Reina Sofía y que cumple ahora 80 años. Antes de recibir el encargo de Manuel Azaña, Picasso llevó a cabo una serie de grabados llamados Sueño y mentira de Franco, donde criticaba duramente el golpe de estado fascista y los crímenes de guerra que esto conllevaba.

Picasso tomó como referencia las muertes provocadas por el fascismo en ambas obras para la Exposición de París, una en formato de estampas y postales, mientras que otra se recoge en un gran mural. En estas estampas, similares a un cómic actual, se pueden identificar, además de a Franco caricaturizado de diversas formas, figuras del boceto del Guernica como el rostro de la mujer del candelabro, el caballo, el niño o el toro. Concepción y simbología de una España sumida en una guerra cruel tanto bélica como ideológicamente.

El Reina Sofía celebra el 80 aniversario

Con motivo de las ocho décadas de la creación de la famosa obra de Picasso, el Museo Reina Sofía indaga en los entresijos del cuadro con Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica. La exposición, que ya puede visitarse hasta el 4 de septiembre, donde exhibe la alegría cubista con la que el artista inició su andadura artística y cómo fue adquiriendo un discurso casi tétrico hasta la llegada del Guernica.

Más de 180 obras pertenecientes a diferentes colecciones españoles e internacionales se citan en esta muestra. Destacan piezas como Las tres bailarinas (1925), de la Tate de Londres, o la escultura Mujer en el jardín (1930), del Museo Picasso de París. Procedentes de Nueva York, pueden contemplarse Mujer peinándose (1940), del MoMA; Desnudo de pie junto al mar (1929), del MET; o Mandolina y guitarra (1924), del Museo Salomon R. Guggenheim, y Monumento: cabeza de mujer (1929).

El Guernica cumple 80 años y su influencia en la historia del arte universal sigue patente, sin embargo, la impronta en la obra del pintor malacitano se puede apreciar en una época mucho más oscura, reflexiva con una fuerte presencia del llanto, el desgarro y la desesperación. Guernica como símbolo del caos de la guerra y origen de la representación del desastre.

© Ritmos21 / Agensur.info

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