viernes, 25 de marzo de 2016

ENTREVISTAS / GRACIELA FERNÁNDEZ MEIJIDE

“Jamás a los Kirchner les importó nada 
el tema de los DD.HH”

Por Micaela Pérez

Graciela Fernández Meijide, ex integrante de la Conadep, madre de Pablo, desaparecido durante la última dictadura, y ex funcionaria de la Alianza, aporta su habitual mirada lúcida sobre el país actual y los convulsionados ‘70, a 40 años del golpe militar que marcó a sangre y fuego la historia argentina.

-¿Cómo vive internamente este 24 de marzo?
- No lo vivo distinto de otros años, sí quiero destacar una cosa: en 40 años, a diferencia de lo que pasaba antes, parecería que en la población, en general, quedó muy claro que los conflictos políticos los tenemos que resolver en la política, sin darle cabida a los militares. Hasta el 76, cuando los partidos políticos y las distintas corporaciones sociales entraban en conflicto, no les costaba nada llevarse por delante la democracia, las instituciones, y quienes se encargaban de eso era los militares. Y estaba como aceptado, tanto, que desde el año 30 -que fue el primero y notorio que hubo-, hasta el 76, hubo seis golpes militares. Y a diferencia de lo que pasó en el 83, quienes habían tumbado las instituciones democráticas eran amnistiados y hasta eran refrendados en su legitimidad por la Corte.

Esto cambió. Para eso tuvimos que pasar una tragedia, no es que antes no haya habido confrontaciones trágicas en nuestra historia, pero nunca de la dimensión que tuvo ésta, que trajo como contrapartida una especie de aprecio por el sistema democrático. Si me pongo a pensar en la medida de ese aprecio, te diría que muy exigentes no somos con la democracia. No la fortificamos demasiado. Somos poco exigentes con el respeto de las instituciones, muy transgresores de la ley, es como si formara parte de nuestra personalidad como país. Y somos muy tolerantes frente a la corrupción.

- Es una fecha especial porque, además, es cercana a la salida de un gobierno que hizo de los derechos humanos una de sus principales banderas...
- Pero los DD.HH. no se valorizaron a partir de Kirchner, sí se construyó un relato, un relato muy maniqueo y muy sesgado, y tal vez sea buena fecha para revisar esa cuestión. Cuando más se puso de relieve el tema de DD.HH. fue después de Malvinas. Los militares tuvieron que infligirse a sí mismos una derrota, y llevarnos a una derrota y más pérdidas de vida jóvenes, para que la sociedad reaccionara y pensara que por ahí era cierto lo que los organismos de DD.HH. decían de cómo se había aplicado el terrorismo de Estado. Diría que el Gobierno que siguió, o la sociedad, tuvo el mérito de elegir entre dos posibilidades, la posibilidad que eligió, "esto se va a revisar, no hay amnistía, no se acepta la autoamnistía que se concedieron los militares una vez más y va a haber juicio", fue escalón básico de la democracia. Inmediatamente, el pensamiento político que apareció fue una puesta en valor del tema de los DD.HH. y de la democracia, digo puesta en valor porque en la década de los 70 los dos conceptos no tenían nada de validez.

- ¿A qué se refiere?
- Si vos pensás por izquierda, las organizaciones armadas querían una revolución, y por las armas, por lo tanto, el tema de la democracia era muy poco apreciado y el tema de los DD.HH... quien estaba dispuesto a jugarse la vida, tomaba vidas, es decir, no era un valor. Sí se les puso valor cuando sufrimos las consecuencias de ese desprecio y esa decisión de resolver los problemas políticos por la violencia.

- Ese gran mérito del gobierno de Alfonsín, el juzgamiento a las Juntas, fue minimizado por los Kirchner a su llegada al poder.
- Fue minimizado antes, jamás a los Kirchner les importó nada el tema de los DD.HH. Alicia Kirchner fue ministra de un gobierno militar. Ninguno de los Kirchner trabajó jamás cercano a un organismo de DD.HH. Cuando los Kirchner toman el tema, lo toman como una instrumentalización de un gobierno que llega con muy poco apoyo, y que siente que en la gran vidriera que es la Capital, donde van a tener que asentarse para gobernar, el tema derechos humanos es importante. Hay una apropiación de los símbolos, de ahí el ingreso a la ESMA, el gesto de bajar el cuadro de Videla, que tiene que haber sorprendido muchísimo a los militares que tenían muy buena relación con los Kirchner en Santa Cruz, de hecho, la familia militar lo votaba a Kirchner. A la apropiación de los símbolos contribuyeron también dirigentes de DD.HH.

- Aquí entra en cuestión el rol de los organismos de DD.HH. en la última década...
- Cuando se acaba la gran confrontación con la Dictadura, merman en su capacidad de acción, por lo tanto, quedan mucho más permeables a ser cooptados. Y hay una oferta interesante que les hace a los organismos, sobre todo a los de familiares, tanto Madres como Abuelas, es decir, reiniciar los juicios que se habían detenido por la ley de Obediencia Debida, pero los que estaban ya condenados no se libraron de la Obediencia Debida, estaban condenados y estaban presos, entre ellos, Firmenich, Videla. Lo que los libera a todos son los indultos de Menem, inclusive a los rebeldes de Semana Santa. Y esto se hace con la aquiescencia de todos los justicialistas. Yo no escuché la voz de los Kirchner diciendo "esto esta mal". Los Kirchner votaron por Menem, dijeron que había sido el mejor presidente porque les había reconocido las regalías (petroleras) en Santa Cruz, para que después ingresara a la ESMA marcando un límite. Uno se puede preguntar por qué la sociedad "compró".

- ¿Y por qué cree que "compró"?
- Porque cuando las sociedades tienen crisis muy fuertes se asustan mucho. Necesitan discursos unanimistas y de personalidades que digan "yo vengo a disputar poder y a gobernar". El contraste con De la Rúa era muy fuerte. La nuestra no es la única sociedad que procede así, creo que forma parte de la necesidad humana, de que alguien organice, porque creo que la mayoría de la gente se ocupa de sus cosas y quiere su bienestar, incluso muy egoístamente.

- Macri llega el 10 de diciembre precedido de una serie de advertencias del ultra kirchnerismo, incluso de dirigentes de DD.HH, que plantean que viene a terminar con los juicios, a liberar represores... Nada de eso pasó.
- Hay un signo fuerte que fue el discurso del 1° de marzo en el Congreso, donde el Presidente dice "se cumplen 40 años de una dictadura" y habla del valor de la democracia. Fija posición.

- Durante la campaña, Macri habló de ocuparse de los DD.HH. del siglo XXI. ¿Hasta cuándo cree que en la Argentina el tema de los DD.HH. va a estar casi exclusivamente anclado en los 70?
- Hay una explicación. Hay dos tipos de relación del Estado con los DD.HH: cuando se refiere a los derechos fundamentales, que son los de la vida, la libertad y la integridad física, cuando el Estado masivamente los ataca, está cometiendo terrorismo de Estado, que es lo que se determinó acá y termina habiendo crímenes de lesa humanidad. Nunca se podría decir lo mismo con respecto a otros derechos, porque no hay estado, ni siquiera el estado socialista, que le puede dar vivienda decente a todo el mundo, o trabajo a todo el mundo... Esa cuestión la gente siente que puede demandarla, pero que no la puede exigir, como sí puede exigir que no lo lleven preso sin decir por qué, que no lo maten... Ahí hay una diferencia y por eso cuesta entender en un país donde hay poco hábito de respeto a las leyes, hay montones de leyes que garantizarían el mayor respeto a la mayor cantidad de DD.HH., pero no se cumplen. ¿Hasta cuándo va a quedar claro? Porque fue tan impresionante y apareció por esa tragedia, que cuando decimos DD.HH. todo el mundo se tienta a pensar en los 70. Y a pensar sesgadamente. Cuesta mucho pensar cuál fue la violencia de todas partes en los 70.

- ¿Por qué?
- Lo que está faltando acá, de todos lados, es el reconocimiento del error de la violencia. No lo han hecho los militares, que se excusan siempre en que fueron atacados y por eso defendieron la patria. El propio Videla, que reconoce, no dice "yo me arrepiento"; dice: "Hice lo que tenía que hacer". Y del lado de la gente que participó de la violencia de izquierda lo ha habido, sobre todo de intelectuales, pero nunca desde una conducción. O de los mismos que, renacida esa fantasía setentista con el gobierno kirchnerista, armaron centro de reunión del setentismo, porque Carta Abierta era eso.

- Esta utilización del tema de los DD.HH que usted señala por parte de los K, ¿no alejó aún más la posibilidad del reconocimiento del error de la violencia?
- Es posible, y es posible que nunca terminen de reconocer, porque deben tener mucho miedo de un quebranto psicológico interno muy fuerte. Yo sé que hay militares que han hecho una autocrítica y que querrían... pero no la hacen. Pero por qué habiendo gente como Héctor Leis (N de R: el exmontonero ya fallecido que hizo una autocrítica reflejada en el documental Diálogos, filmado junto a Fernández Meijide) y tantos otros, algunos que participaron directamente en la lucha armada, y otros que desde lo intelectual la apoyaban que han hecho una autocrítica, pero no las conducciones. Ya ni siquiera las conducciones, hablo de los que militando en el kirchnerismo intentaron decir "ahora sí que ganamos" y se resignan a que haya corrupción, la reconocen, dicen "sí, es cierto", pero, ¿qué es lo que vale más? La verdad es que yo salgo a la calle y sigo viendo cartoneros después de 12 años de kirchnerismo y eso es un símbolo, nada más. Sigo viendo gente que fue expulsada de la sociedad y que no tiene ninguna chance de reingreso porque sus chicos tienen la peor escuela o no tienen ninguna, hay indigencia... Entonces, ¿cómo esa necesidad de decir "en realidad no fuimos derrotados, termina ocurriendo lo que queríamos?" ¡Atrasan 30 años! Y no se animan a decir "nos equivocamos", ni de un lado ni del otro.

- ¿Y desde los organismos...?
- ¿Sabés cuánta gente hay militando en los organismos de DD.HH.? Son personas muy grandes que no han dejado de ser testimoniales y que les cuesta mucho pensar la historia. Si vos lo pensás, el único organismo que hoy todavía tiene una tarea por cumplir y estimular es Abuelas, donde cada tanto trae el recuerdo del pasado y justifica su acción. El caso de Madres, por ejemplo, la demanda era "verdad y justicia"; cuando se reinician los juicios, se acaba la demanda. Ya hace mas de 10 años que se están haciendo los juicios, de ahí a que pasen a otros temas que son políticos, de una política que no les incumbe: Cuba, Venezuela... como si fueran de la Cancillería y, en realidad, son señoras que salieron de su casa, algunas son profesionales, otras no, muy mayores, que de eso no saben nada ni tienen por qué saber. Yo tengo 85 y soy de las más jóvenes.

- ¿La dependencia que tuvieron del gobierno kirchnerista les restó credibilidad?
- ¡La dependencia es económica! Creo que a esta altura, para la sociedad, la preocupación mayor no es ésta. Se conmueve cuando aparece un nieto, pero agarra un diario y lee: "12 represores condenados en Bahía Blanca", y dice "ah mirá, 12 más". Ni siquiera es noticia, te la ponen en blanco y negro, en página 12 ó 13. La sociedad está preocupada por otra cosa, las sociedades se preocupan por lo que les pasa en el momento, si es la seguridad... Están las Madres del Dolor, las Madres del Paco, del Gatillo Fácil... ¡Hoy, los femicidios! Es cierto que se conoce y denuncia más, pero hay como un brote que está mostrando un malestar social muy fuerte. Y hoy a la gente le preocupa la inflación. ¿Qué les vas a decir que se preocupe si los juicios a los militares son justos o injustos?

- ¿Cómo cree que será la relación de Macri con los organismos de DD.HH. en adelante?
- Seguro que lo va a hacer bien. ¿Qué necesidad tiene de crearse un problema si los los organismos de DD.HH. no gobiernan el país? El problema lo tiene en conseguir los votos para la ley de pago a los holdouts, porque eso termina permitiendo resolver o no temas sociales. Amando o no amando, va a recibir a Madres, Abuelas y a todos los que tenga que recibir, porque no hay necesidad de comprarse un conflicto. Sí hay conflicto del lado de los que se creen dueños del tema y lo van a tener que resolver como puedan.

- Apenas se conoció la noticia de la visita de Obama en coincidencia con los 40 años del golpe sectores de izquierda y de algunos organismos pusieron el grito en el cielo.
- Ahí hay otra imbecilidad profunda. Porque quien estimuló los golpes de Estado en América fue un EE.UU. gobernado por los republicanos. El último gobierno republicano que estimuló esos golpes fue el de Nixon, que fue seguido por Gerald Ford cuando Nixon renunció. El que le siguió, que fue el demócrata James Carter, creó una oficina de DD.HH., tuvo una fuerte incidencia en el país en la denuncia de que se violaban acá los DD.HH., no consiguió avanzar en las Naciones Unidas por la negativa de los países socialistas, incluido Cuba, y sí lo consiguió en la OEA, porque Cuba no estaba. Son consignas sin pensamiento. Cuando gobernaba Carter, acá habían desaparecido Jacobo Timerman y Alfredo Bravo. Nosotros que salimos a buscarlos y a pedir firmas y demás, durante 13 días pensábamos que los mataban. Videla tuvo que viajar a los EE.UU. y se encontró con Carter, que le presentó el pedido sobre Timerman y Bravo, y ambos salvaron la vida.

- ¿Cómo interpreta la decisión de los Estados Unidos de desclasificar los archivos de la Dictadura?
- Me parece oportuno y bien que lo hagan, como fueron oportunos cuando se desclasificaron los que mandaba la Embajada en aquella época. No sé cuáles son estos, si son de la Embajada o los servicios de inteligencia. Ahora, no hay que esperar esto enseguida... Todo lo que sea aportar información a la que ya se tiene mejora las características del análisis y puede aportar alguna verdad a las familias... Los EE.UU., cada 30 años, desclasifica archivos, ignoro si estos ingresaron en esa metodología. De todos modos, supongo que lo habrán apresurado por la visita (de Obama). Ojalá esto ocurriera acá con los informes que seguramente hay, no es que los gobiernos los hayan ocultado, pero sí las Fuerzas Armadas... deberían convencerlos de dar la información que tienen.

- Para muchos, amén del desbarajuste económico, la peor herencia K es la grieta...
- No confundamos lo que es la grieta en la sociedad capitalina, o entre la gente que forma opinión de la clase media de las ciudades más grandes, a lo que es el resto del país. El resto del país no tiene idea. No tiene la grieta que te divide, esa que no podés hablar entre familia, eso se da en los lugares donde te siguen la política paso a paso, donde leen los documentos y discuten que si Carta Abierta, que si aquello, que si el Club Político Argentino es la Carta Abierta de Macri con un desconocimiento muy grande. ¿Vos te creés en serio que le importa a la gente de Formosa, que tiene un gobierno de hace 30 años que sigue haciendo lo que quiere con la provincia? De esto sí aprendió Macri: que la Argentina no es Buenos Aires.

- Pero uno de los grandes objetivos enunciados por Macri es justamente unir a los argentinos, cerrar la grieta.
- No es cerrar la grieta, solamente. Porque veamos el Congreso que nunca debió haber sido lo que fue después de la elección de 2011 que fue trágica para nosotros: Cristina sacó el 54%, pero el que le siguió, que era Hermes Binner, sacó el 17%. Nos quedamos sin oposición y no hubo quién pudiera discutir una ley. En este momento hay, y se discute. La unidad no es unanimidad, la unidad es decir "este país nos interesa a todos". Esto está pasando hoy, tiene que haber unidad en que podamos discutir y aportar pensando. Hacía rato que en la Argentina no se pensaba.

- ¿Cree que el peronismo tiene vocación de ayudar a la gobernabilidad?
- El peronismo va a sobrevivir siempre porque quiere gobernar. Si vos sos peronista y querés gobernar, ¿qué vas a esperar? ¿Que a Macri le vaya muy mal? ¿Qué país recibís? ¿Le conviene a un próximo gobierno peronista que los holdouts hayan terminado de ser una mochila o no le conviene?

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