jueves, 15 de enero de 2015

La cosa no pasa por ser Charlie Hebdo o no

Por Martín Risso Patrón
Me he tomado el prudencial tiempo, aunque nunca suficiente, para reflexionar acerca de la cuestión de Francia, la Libertad de opinión, los fundamentalismos, la atrocidad del terror asesino, el espanto que une, la befa hacia el otro que provoca ira y muerte de inocentes en vivo y en directo... y así podría enumerar decenas más de motivos.

He reflexionado, dije, y no puedo menos que hacer pública mi conclusión con entera libertad, por lo menos desde mi modesto lugar ciudadano de a pie, y sin que esto signifique negar idéntico derecho al que piense diferente.

Me defino amante y practicante de la Libertad de conciencia, de la Libertad de pensamiento y de la Libertad de prensa [de la Libertad, para ser más claro], pero, si hay algo que aquí quiero denunciar es que, utilizando esa Libertad de pensamiento y de expresión, se agravie al que tiene otro contenido de conciencia [religiosa, política, moral, fundamentalista o no], atacándolo precisamente en sus principios dogmáticos y a sabiendas de que, como queda demostrado con el Islam en sus grupos radicales y armados, reaccionará de una manera atroz asesinando "infieles".

Los dogmas son contrarios a la Libertad de conciencia y de pensamiento; pero si éstos definen una Cultura, legitimándose en miles de millones de conciencias, en Estados, en corrientes de Fe, en Pueblos divididos por la vigencia de Estados políticos diferentes [como en el caso del Pueblo Kurdo], entonces, hacen uso de la misma Libertad que tiene el que no tiene dogmas. Son libres de tener dogmas. Para qué infligir azotes y tormentos morales, entonces, en nombre de la Libertad de expresión, a esas conciencias sometidas a sus dogmas; eso es tan deleznable como las conductas fundamentalistas impuestas por las armas a los libres de pensamiento y de conciencia.

Entreveo que lo que sucede en este siglo XXI, es que se ha desatado una Gran Guerra, en la peor de las versiones de las guerras: La Guerra por la posesión de las mejores tajadas de este pobre Planeta. Una guerra en la que advierto escenarios diferentes en su expresión, pero idénticos en su naturaleza: El escenario de la Economía [el Capitalismo voraz, sin fronteras, versus la Soberanía de los Estados, que asisten al deterioro del medio ambiente, al empobrecimiento sistemático y metódico de sus Pueblos, al hambre y la corrupción sobrevinientes]; también, visualizo el escenario político con gobiernos en sus versiones extravagantes de ideologías venidas a menos por la contundencia del fracaso de la "dictadura del proletariado", suplantado, por supuesto, por la dictadura de los advenedizos, corruptos y trasnochados [Venezuela, Argentina, para mencionar a los más significativos]. Veo el escenario de la Cultura, con los chauvinismos discriminantes y patoteriles; y en su faz religiosa, como el caso que enuncio en esta nota: Una falsa antinomia concretada en "fundamentalismo versus Librepensamiento"; si existe una antinomia, radica en el derecho de cada cual de seguir los lineamientos de su conciencia, sin que esto signifique agraviar al otro con la perversidad de viñetas obscenas y lesivas incluso del buen gusto en general.

Hoy está bien decir "Je suis Charlie" y quedar bien con la conciencia de uno [aunque no se sabe hasta qué punto es quedar bien con cierto establishment]. Tomarse de los brazos y desandar las avenidas parisinas, testigos de la atroz invasión nazi, más de cincuenta líderes de Estados invasores, incluida la propia Mère Patrie de los argelinos, la Francia que es también también Mère de la Libre Pensée; exacto: Invasores y coloniales, y algún que otro colonizado obsecuente, marcharon unidos por el espanto.

"Charlie Hebdo", ha multiplicado por 500 % su tirada hebdomadaria. Dénse por satisfechos muchachos librepensadores.

Mientras, la Yihad islámica, satisfecha también, ha vuelto a convertir en sangre el pavimento en Occidente.

Concluyo, entonces:

-Utilizar la Libertad de Pensamiento y de Conciencia para agraviar al Dogma, negándole entidad, es considerar al Librepensamiento, un dogma; elemental contradicción. Una demostración cabal: "Ch-H" con su práctica procaz del agravio, atrajo sobre sí y SOBRE PERSONAS INDEFENSAS, el brutal asesinato terrorista, "reivindicador" del dogma. Y hoy, víctima de las armas terroristas, argumenta "se ha lesionado el librepensamiento".

Y si esta no es la Guerra... ¿la Guerra, dónde está...? ¿Qué lobby político, o empresario, o religioso, o terrorista, o militar, etcétera, se beneficia con esta atrocidad? La Gran Guerra del siglo XXI, en la que no se sabe muy bien quiénes son los actores y quiénes lo comparsas... como diría Brecht...
Por eso y mucho más:

Yo: Martín Risso Patrón no soy "Charlie Hebdo"; tampoco Yihad.


Aclaración del director de Agensur.info: Yo soy Charlie Hebdo. Como ayer fui y seré los cientos (miles) de niños que mueren por los bombardeos norteamericanos, franceses o ingleses. El agravio, en nombre de la libertad de expresión, debe ser castigado por las leyes, no por el dogma de la muerte. Las guerras que desata la intolerancia, son producto de la estupidez humana. Y contra esa estupidez es la verdadera batalla.

Muchas gracias, Martín Risso Patrón, por permitir esta nota aclaratoria.

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