Diarios de todo el mundo se hicieron eco de la devaluación argentina. |
Economía - La caída del 17% en el valor del peso de
esta semana causó pánico en los países en desarrollo y disparó devaluaciones de
la lira turca, la rupia inda, el rand sudafricano y el rublo ruso. Los
inversores en los países emergentes están alarmados por lo que consideran el “Efecto
Tango” similar a la crisis de México en 1994, que devaluó su moneda y
repercutió en todo el mundo con el nombre de “Efecto Tequila”. Las voces que
analizan con más optimismo la devaluación.
En diciembre de 1994, a pocos días de la asunción del
presidente Ernesto Zedillo, México sufrió una de sus peores crisis económicas
cuando la devaluación de la moneda causó una falta de liquidez por la fuga de
sus inversores internacionales y lo llevó al riesgo de la cesación de pagos de
su deuda. La repercusión global que tuvo en los mercados le dio a la crisis un
nombre que quedaría en la historia: el “Efecto Tequila”.
Casi 20 años después, la decisión del gobierno argentino de
dejar que se devalúe el peso disparó una señal de alarma para los inversores de
los mercados emergentes: ¿Se viene un contagio a otros países emergente por el
“Efecto Tango”?
El temor está justificado: la caída del 17% en el valor del
peso de esta semana causó pánico en los sistemas financieros de los países en
desarrollo e impulsó las devaluaciones de la lira turca, la rupia inda, el rand
sudafricano y el rublo ruso.
El efecto en los mercados centrales fue inmediato: Las
acciones de las compañías con grandes inversiones en los países emergentes
vieron sus precios caer a medida que inversores huían hacia activos menos
riesgosos. En España, por ejemplo, los títulos de BBVA y Telefónica, con fuerte
presencia en Argentina, cayeron cerca de un 5% en un día.
Si bien la “crisis del peso” –como la comenzó a llamar la
prensa internacional-, no es el desencadenante exclusivo de una crisis global
como lo fue el “efecto Tequila”, sí se trata del síntoma más contundente de la
inestabilidad que atraviesa a los países emergentes luego de una década de
“boom” económico.
“El golpe que vemos en los países emergentes no se origina
con el fin de los estímulos monetarios de Estados Unidos ni siquiera con la
crisis en Argentina, sino con las malas noticias económicas que llegan desde
China, su principal comprador de commodities”, aseguró Dina Ahmad, de BNP
Paribas en Londres.
Pero los analistas del Financial Times describieron a la
fuerte devaluación del peso como un “catalizador”, que disparó la caída en el
valor de las monedas de otros países en desarrollo del mundo. Por eso, la
decisión de Cristina Kirchner podría pasar a la historia como el “Efecto
Tango”.
Sin embargo, a pesar de la crisis, sectores del mercado
financiero global ven con buenos ojos que el gobierno argentino haya dejado
flotar el valor del su moneda hacia los 8 pesos por dólar. Lo consideran un
sinceramiento de la economía y, más importante aún, un duro esfuerzo por
ponerle un fin a la fuga de reservas con las que el país viene honrando sus
deudas internacionales.
Más allá de los resultados que se vieron hasta ahora,
también fue bien recibida la intención de la Argentina de arreglar con el Club
de París y Repsol, aunque sea por su objetivo final de volver a los mercados y
recomponer reservas.
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