Liliana Bellone |
Por María Teresa Andruetto
En sus
novelas, que Liliana Massara llamó novelas del desconcierto, novelas abatidas,
y en sus cuentos, se reflejan la asfixia de la vida en provincia, la relación
campo/ciudad, civilización/barbarie y cultura foránea/cultura autóctona que ha
vertebrado casi toda la literatura argentina.
En Augustus, que ha sido vinculada con la
película La ciénaga de la también salteña Lucrecia Martel,
Liliana Bellone reescribe la historia del noroeste argentino a partir de la
confrontación social, los procesos de transculturación, la condición femenina,
los tabúes sociales, la opresión y el aislamiento. Esta cuentista y novelista
leída y premiada por los cubanos y por la academia italiana, cuyos libros son
inhallables en nuestra Córdoba, escribe ficciones que hacen foco en las
disputas del siglo XIX y el XX y se proyectan en nuestro presente, en el
acontecer cotidiano de la nación.
Se dijo de ella
"Pasado,
presente y un innombrado futuro fantasmagórico se alternan con un ritmo
agudizador del estado de ánimo marcado por el desaliento y la desilusión… hay
un definitivo espacio único, la provincia, aun más sobrecogedora que el tiempo
congelado de los recuerdos de la protagonista. Augustus es,
ante todo, la vida opresiva del 'interior'".
Mirta
Yañez, Revista Casa de las Américas. La Habana. Nº 196,
julio-septiembre 1994
"Novela
epistolar que se construye dentro de la novela, autobiografía que desborda
límites, ni diario ni memorias, en todo caso, escritura fragmentada que
condensa entre los fragmentos, las huellas de lo autobiográfico, la posibilidad
de ser por la escritura, sujeto que escribe para poner en escena un simulacro
de su identidad. Fragmentos de siglo de Liliana Bellone: memoria, identidad y
discurso.
Nilda
María Flawiá de Fernández y Liliana Massara. Primer Congreso Internacional
Celehis de Literatura. Mar del Plata, 2001.
"Escrituras
desde el margen. La producción de Liliana Bellone, escritora y poeta salteña
contemporánea, se sitúa en este mapa, en donde no solamente el margen, en sus
múltiples construcciones, se propone como definitorio de una modelización
literaria, sino también la misma condición de mujer, condicionándola de esta
manera en una doble periferia frente a la palabra.
Fernanda
Elisa Bravo Herrera, XXXIII Congreso Internacional de Americanística.
Organizado por el Centro Studi Americanistici “Circolo Amerindiano” Onlus.
Perugia, 2011.
Ella dijo
“Después de escribir la novela Augustus me
reconcilié con mi entorno familiar y con la sociedad salteña”.
A 20
años de obtener el Premio Casa de las Américas en La Habana, Cuba. Nuevo
Diario, Salta. 1º de octubre de 2013.
“… la realidad se impone tanto que condiciona
ciertas miradas, en este caso semejantes, surgidas desde la óptica femenina y
que hacen hincapié en la asfixia provinciana, los prejuicios y el encierro
familiar, en el estancamiento que aparece en la novela en la figura del
estanque y en el filme en la piscina con agua donde nadie se sumerge pues está
en mal estado”.
Nuevo
Diario, Salta. 1º de octubre
de 2013.
Textos de Liliana Bellone
El
cucú
De
pronto recordé al cucú, en la cocina de la casa de mi tía Alba, una mansión que
para mí representaba algo así como un castillo, pues tenía dos plantas, tres
patios, cocheras y despensa donde se almacenaban dulces y fiambres para el
invierno a la manera de las viejas costumbres.
El
cucú daba las horas con su trino y todos insistían para que lo mirara, pero,
cosa extraña, yo nunca pude verlo. Tal vez era muy pequeña o muy distraída.
Entonces olvidé al cucú. Legué a pensar, durante esta mañana en que el sueño me
mantenía aún amarrada a su mundo, que esa maravillosa máquina doméstica había
sido una fantasía de la infancia y que nunca había existido. Recordé algunas
líneas de Borges, casi dormida todavía, en donde dice que al paso de los años
todo es igual, el que algo haya sucedido o no haya sucedido, y más aun, el que
hayamos sido o no hayamos sido, pues nuestras nadas poco difieren.
La
pecera
Las
ocho y media de la mañana. La pecera abre sus puertas blindadas. Entran los
empleados. Los clientes aguardan afuera. Los empleados como peces de colores
abren las cajas y ponen en funcionamiento las computadoras. Caminan, conversan,
aguardan como automovilistas de competición la hora de largada…
La
pecera es una enorme boca luminosa. Como un sueño, la burbuja de vidrio nos
deja pasar y comienza un día más de plástico y simulación entre los cajeros
automáticos y los cheques, hasta la tarde, cuando se apaguen las luces y el
silencio invada ese dominio de fórmica, cables y teléfonos, sin pensamiento,
sin alma, que es un banco.
La
casa
Pasen,
verán que soy una ruina. Por acá anduvieron delicados pasos de niña y después
pasos de varón. Ahora no hay nadie, mi vejez se mantiene entre las columnas
donde habitan gatos y murciélagos. Quedan de mi opulencia los frescos del
vestíbulo que hizo pintar mi primer dueño, un caballero italiano que añoraba su
tierra, la torre que construyó uno de sus hijos, un soñador que imaginaba
castillos y partidas de caza y que se refugió en fantasmas enfermizos para
sobrevivir al mundo de zarzas y espinas de este lugar del mundo, quedan también
los senderos del parque que fue poético, sí, poético y que guarda aún numerosos
secretos. Ahora las lluvias interminables del verano roen mi cuerpo mientras me
derrumbo y me oxido. Pero abran las puertas y verán el más bello baile de
disfraces y a la más hermosa pareja de enamorados de la tierra, mientras leen
un libro extraño con letras góticas que narra la historia de otros enamorados
como ellos que leen también la historia de otros enamorados (La Divina Comedia,
Canto V, Francesca y Paolo). Y verán también a una niñita que desliza sus dedos
por el teclado del piano, a una muchedumbre con ojos asombrados y vestimentas
con plumas, una sonrisa y unos ojos incitadores y escucharán rumores y el
tintineo de lozas y cristales, verán tal vez el fuego de la chimenea y los
objetos preciosos del hogar.
Abran
mi puerta que chillará como los gatos, entren, contemplen la devastación
minuciosa del tiempo.
Perfil. Liliana Bellone nació en 1954. Se graduó en
Letras en la Universidad Nacional de Salta, ciudad donde ejerció la docencia y
la investigación. Publicó las novelas Augustus (Premio Casa de
las Américas, La Habana, 1993/ Actea, 1994, El Robledal, 1999), Fragmentos
de siglo (El Robledal, 1999), Las viñas del amor(Ediciones
Crear, 2008), Eva Perón, alumna de Nervo (Biblioteca del
Congreso de la Nación Argentina, Colección del Bicentenario, 2010); los libros
de cuentos El rey de los pájaros (Fundación de Canal 11,
Salta, 1992), De amores y venenos (El Robledal, 1998), De
la remota Persia y otros cuentos (Víctor Manuel Hanne Editor,
2004), Estas que fueron pompa y alegría (Ediciones Retorno,
2007); los libros de poemas Retorno (Premio Provincial,
Dirección de Cultura de la Provincia de Salta, 1979), Elegía en
primavera (Ediciones Retorno, 1988), Voluntad y otros poemas(Comisión
Bicameral de Obras de Autores Salteños, 1994), Convergencia (Ediciones
Retorno, 1986), El Cazador (Ediciones Retorno, 1991), La
travesía del cuerpo(Fundación del Banco del Noroeste, 1992) y la obra de
teatro …Y sonaba el minué… (Premio de la Provincia de Salta,
2010). Recibió, entre otras distinciones, el Casa de las Américas 1993, el
Premio Provincia de Salta/Poesía 1977 y el Premio Provincia de Salta/ Obras
Dramáticas, 2010 y fue distinguida por Fondo Nacional de las Artes, Congreso de
la Nación Argentina, Cámara Cubana del Libro y Asociación Argentina de Actores,
entre otras muchas instituciones. Tiene inédita una novela que lleva por
título Puccini y trabaja en el ensayo Borges, el otro
y el peronismo y en un libro de cuentos titulado La lectora.
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