domingo, 13 de octubre de 2013

Algunos senadores oficialistas aseguran que el pliego del general Milani “no va a pasar”

César Milani, cuyo ascenso no sería
aprobado por el Senado.
Nacionales El general César Milani, cuyo pliego de ascenso fue “congelado” en el Senado tras una serie de denuncias contra el militar por presunats violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, es posible que no logre el anhelado acuerdo. Es que los senadores oficialistas no están muy dispuestos a pagar costos políticos por el cuestionado militar y aseguraron que, aunque la orden provenga de la propia presidenta Cristina Kirchner, no aprobarán el pliego de Milani.

El 22 de diciembre de 2010 el Senado se apartó de la previa navideña y celebró una sesión casi sin miembros de la oposición, con el objetivo de aprobar ascensos militares, entre ellos el del jefe de inteligencia del ejército, César Milani, a quien Cristina Kirchner quería nombrar subjefe de la fuerza.

Milani había buscado sorprender a los senadores oficialistas con un paseo por sus oficinas del Ministerio de Defensa, donde exhibió gustoso el monitoreo que realiza en las inmediaciones de las Islas Malvinas. Se sabe: la inteligencia del ejército debe ser fronteras para afuera, restricción que Milani no cumpliría del todo, según denuncian permanentemente en la oposición.

Aquella vez Cristina estaba desesperada por tenerlo como segundo de Luis Pozzi y mandó a alquilar vuelos privados para que los senadores estuvieran sus bancas.

El mendocino Adolfo Bermejo no pudo regresar del exterior, pero el porteño Samuel Cabanchik aportó con el quórum y empezó así un sendero oficialista que sólo le permitió este año integrar la colectora kirchnerista de la Ciudad.

Cuando en julio Cristina frenó en julio el pliego de Milani para teniente general, rango que le permitirá ser jefe máximo de la fuerza, pensó en otra jugada de fin de año. Pero olvidó que esta vez la conducta de los senadores no es la de 2010.

Al momento de definir la agenda de fin de año, por estos días varios senadores kirchneristas repiten en la Cámara alta una máxima: “El pliego de Milani no va a pasar”, le dicen a los aliados o miembros de otros bloques que consultan sobre los temas a tratar en el resto del año.

Ajeno a estas conversaciones, la semana pasada el ministro de Defensa Agustín Rossi reiteró que el pliego de Milani se trataría en el Senado en diciembre. Al parecer, no chequea la opinión en la Cámara alta.

Claro que el 10 de diciembre la composición de la Cámara cambiará y si el Gobierno repite la elección de las primarias mantendría la mayoría, aunque también algunos reveses en contiendas reñidas podrían complicarlo más de la cuenta. Esperar a otro golpe en la previa de papa Noel no puede ser parte de un plan serio de la Casa Rosada.

Y para darlo antes, según los propios referentes del bloque K, los números no dan. En julio anunciaron su rechazo algunos aliados de fierro con mandato hasta diciembre, como son los fueguinos Osvaldo López y María Rosa Díaz y Horacio Lores. También otros que siguen como el correntino José María Roldán.

Pero a esa compilación se suma la de varios miembros del oficialismo que no están dispuestos a pagar el costo de Milani y así se lo hicieron saber a Pichetto.

Tras la sanción del presupuesto del miércoles, Pichetto planea una sesión en noviembre con temas pendientes y no descarta otra los primeros días de diciembre para aprobar pliegos pendientes del ejército, un clásico de todos los fines de año.

Justamente, para planificar esa reunión, aclara que al margen de los deseos de Cristina Milani no formará parte de ese paquete.

Sí podrían sumarse las promociones al grado superior de los jefes de la Fuerza Aérea del brigadier mayor Mario Callejo; de la Armada al contraalmirante Gastón Erice y del Estado Mayor Conjunto, general de brigada Luis María Carena. También fueron frenadas en julio por la presidenta con la promesa de volver a tratarse en julio.

Una vez más, el jefe de bloque va a contramano de los deseos de la Casa Rosada, sobre todo de medidas que llevan la voz cantante de la propia presidenta y de La Cámpora o de Amado Boudou, como fue el año pasado el pliego de Daniel Reposo como procurador general.

Todo tiene que ver con todo: quien reemplazó a Reposo fue Gils Carbó, cercan a Carlos Zannini y a Horacio Verbitsky, titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels). 

Justamente, el pliego de Milani fue postergado en julio por Cristina después de un pedido del Cels que dio cuenta de una denuncia impulsada en La Rioja que acusaba a Milani de participar en un allanamiento que derivó en la detención de Olivera durante la última dictadura.

El mensaje fue una ampliación del Cels a un informa previo que había dado sin ninguna objeción y resultó el golpe de gracia a un debate que venía complicado por otras denuncias, como la supuesta participación de Milani en la desaparición del conscripto Alberto Ledo y la investigación sobre enriquecimiento ilícito, por la que está imputado.

Aunque sin el máximo grado requerido, Milani ejerce como jefe de la fuerza en actos oficiales y la semana pasada demandó por calumnias e injurias a cinco legisladores de la oposición que lo denunciaron por enriquecimiento ilícito y pidió una indemnización de 2,5 millones de pesos.

“Queremos saber si la presidenta lo sabe”, inquirió Graciela Ocaña en la sesión de Diputados. No tuvo respuestas del oficialismo.

Informe: LPO

Aclaración de Agensur.info: En septiembre pasado, la web Jorge Asis Digital publicó una reflexión similar, con la firma de Oberdan Rocamora, seudónimo del escritor Jorge Asís.

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