jueves, 15 de agosto de 2013

Más de 600 muertos en Egipto: Tras la represión los islamistas vuelven a desafiar al gobierno

Tras la represión en Egipto, los
muertos superarían los 600.
Internacionales - Hasta la carga del miércoles los líderes islamistas habían pedido a sus seguidores que se manifestaran contra el golpe de Estado del 3 de julio de forma pacífica pero luego de la represión las protestas se han vuelto violentas. El gobierno de Egipto admitió una cifra de 638 muertos y la cantidad de heridos superaría los 3.700. Los musulmanes sostienen que la cifra de fallecidos dada por el gobierno es mucho menor que la real. Condena de Obama.

La mayor masacre en su historia reciente ha colocado a Egipto al borde del conflicto civil, después de que los islamistas han vuelto el jueves a las calles para mantener vivas sus protestas, atacado edificios gubernamentales e iglesias cristianas. Mientras los familiares de las víctimas de la carga militar contra islamistas, ocurrida el miércoles, reclamaban el jueves sus cuerpos, desperdigados por hospitales y morgues improvisadas en El Cairo, el gobierno admitía una cifra aún provisional de fallecidos de 638, que los Hermanos Musulmanes decían que es mucho menor al número real de muertes que ellos han contado. Los heridos, según las autoridades, superan los 3.700.

Hasta la carga del miércoles, las concentraciones de islamistas habían sido relativamente pacíficas. Los líderes de la hermandad habían pedido a sus seguidores que se limitaran a manifestarse contra el golpe de Estado del 3 de julio de forma cívica. El jueves, sin embargo, las protestas han tomado un cariz violento. Cientos de personas han tomado e incendiado un edifico del gobierno en El Cairo. En varios puntos del país ha habido ataques contra templos cristianos coptos, dando muestra de que el conflicto está tomando también tintes sectarios. A las puertas de la mezquita de Al Imam, la mayor morgue tras el ataque militar, los reunidos hablaban de guerra civil. El viernes hay convocadas más marchas, tras la oración de mediodía del viernes.

En sus primeras declaraciones sobre la situación en Egipto desde el golpe, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha condenado "enérgicamente" la matanza de islamistas. "Deploramos la violencia contra civiles. Apoyamos los derechos universales a la dignidad humana, incluido el derecho a protestar de forma pacífica", dijo durante su retiro vacacional en Massachusetts. La Casa Blanca ha evitado calificar la deposición militar de Mohamed Morsi y su gobierno de golpe de Estado, porque eso obligaría a EE UU a congelar la ayuda militar que destina anualmente a Egipto, que asciende a 1.300 millones de dólares.

Cancelan ejercicios militares con EE.UU.

Obama ha ordenado, además, la cancelación de una serie de ejercicios militares conjuntos, bienales, que EE UU y Egipto iban a realizar en la península del Sinaí el mes que viene. "Aunque queremos mantener nuestra relación con Egipto, nuestra cooperación tradicional no puede continuar como hasta ahora mientras se sigue matando a civiles en las calles", ha añadido. Hasta el jueves, la única medida de condena de la Casa Blanca tras el golpe había sido congelar una entrega de cuatro cazas F-16 a las fuerzas armadas egipcias. El presidente ha advertido de "más medidas" a tomar si el ejército y el gobierno interino siguen "por ese camino peligroso".

Tres han sido ya las grandes masacres de civiles desde el golpe de Estado, con numerosas víctimas mortales. La primera, frente al cuartel de la Guardia Republicana, días después del golpe. La segunda, a finales de julio, tras un ultimátum dado por el ejército a los Hermanos Musulmanes para que desistieran de sus protestas y se integraran en el nuevo sistema político. La tercera, al del miércoles, ha sido la mayor, y ha provocado condenas internacionales a un gobierno interino que ha quedado retratado como una mera fachada del control militar del país. El jueves, el ministerio del Interior, y con él la policía, ha dicho que responderá con fuego a aquellos grupos de manifestantes que ataquen edificios gubernamentales.

Era una medida excepcional más dentro del estado de emergencia declarado por el presidente interino, el juez Adli Mansur, el miércoles. El permiso a la policía para que haga lo que considere necesario para contener la amenaza islamista ha dejado al país en el mismo estado de ley marcial que imperó durante las tres décadas de régimen de Hosni Mubarak, depuesto en las revueltas de la primavera árabe de 2011. El toque de queda quedaba impuesto a las 19.00, aunque muchos islamistas lo han desafiado el jueves con marchas y concentraciones en varias mezquitas de El Cairo. Los bancos permanecían cerrados y muchos comercios también. El paso de Rafá, acceso a la franja de Gaza por Egipto, ha quedado clausurado también por tiempo indefinido.

Informe: El País

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