Cristina Kirchner prestó declaración testimonial en la querella que les hizo a periodistas italianos durante su paso por Italia en 2008. |
La presidenta Cristina Kirchner declaró como testigo en una
causa que se tramita en Roma y que fue iniciada por ella en 2008, contra un
diario italiano que durante una visita oficial a ese país publicó que la
mandataria habría comprado joyas por un valor de 100 mil euros.
La audiencia se llevó a cabo en la Quinta de Olivos a través
de video conferencia con Roma, donde se encontraban la jueza Elena Scozzarella,
y el abogados de la querella, Furio Restivo, y de la defensa, que representa a
la periodista María Egizia Fiaschetti y el director del diario Corriere della
Sera, Paolo Mieli.
A lo largo de dos horas y media de declaración, la jefa de
Estado detalló su paso por Roma en junio de 2008, cuando asistió a una cumbre
de la FAO, la rama de la alimentación de la Organización de Naciones Unidas
(ONU), pudo saber Noticias Argentinas de fuentes oficiales.
En ese momento, el diario italiano publicó una nota, firmada
por Fiaschetti, en la que aseguró que la Presidenta había comprado joyas
Bulgari por unos 100 mil euros. Cristina Kirchner relató que cuando leyó el
artículo sintió primero "indignación" y luego "dolor", al
tiempo que consideró que con esa publicación se intentó "construir una
imagen de frivolidad, pero también de hipocresía" de su persona.
Al respecto, la Presidenta recalcó que cree "en la
libertad de opinión y de expresión, pero no en la mentira". Durante la
declaración, la jefa de Estado dijo que la causa se inició luego de que el
diario no publicara una rectificación, algo que había sido solicitado a través
del entonces vocero presidencial, Miguel Núñez.
Al ser consultada por su abogado sobre si recordaba haber
comprado algo en Roma, la Presidenta enfatizó: "No, absolutamente no. Por
eso mi indignación cuando me enteré por la reproducción de un diario argentino
que el Corriere della Sera había hecho un artículo titulado Hambre y Dolce Vita
, no lo podía creer".
Según la mandataria, la nota hablaba de "algo
pecaminoso y era absolutamente agraviante". En la audiencia estuvo junto a
la Presidenta el juez penal federal Claudio Bonadío. En Italia, las calumnias e
injurias (figura que en el país fue eliminada) comprenden un delito que puede
ser condenado con entre 1 y 3 años de prisión.
Informe: NA
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