martes, 4 de abril de 2023

EL PROFUNDO LEGADO DE MARTIN LUTHER KING

Se cumplen 55 años del asesinato del líder por 
los derechos civiles, la igualdad racial y la justicia 
social en todo el mundo


Hace 55 años, el 4 de abril de 1968, en Memphis, en el estado de Tennessee, fue asesinado el pastor afroamericano Martin Luther King, líder del movimiento por los derechos civiles. Nacido en una América aún segregada, en la que había espacios solo para blancos y otros solo para negros, en un país que de hecho impedía votar a los afroamericanos, en una época aún marcada por el racismo más violento, King murió en un país que estaba cambiando.

La ley de 1965 finalmente había reconocido a los negros también el pleno derecho al voto; formalmente las leyes sobre segregación habían caducado y, al menos en algunas áreas, se lanzaba una reflexión crítica sobre el pecado original de América: el racismo, con sus trágicos corolarios del tráfico, comercio y uso de esclavos para hacer avanzar la economía nacional. Era una página inmoral y hasta blasfema porque, salvo rarísimas excepciones, las iglesias y comunidades cristianas de Estados Unidos aceptaban la esclavitud como un hecho natural, una posible variable de las relaciones sociales y económicas.

King’s fue un movimiento político, por supuesto, pero sobre todo armó un frente de conciencias: en un país dividido también por barreras confesionales, supo unir a católicos y protestantes, judíos y musulmanes, laicos y agnósticos y, en algunos casos, , incluso conservadores y progresistas. Era una época de esperanzas excepcionales, perfectamente expresadas en el célebre discurso que King pronunció en el Lincoln Memorial de Washington el 28 de agosto de 1963. Un discurso memorable, improvisado, en el que aquel predicador negro esbozó el verdadero sueño americano: que de un país reconciliado, que busca la justicia y rompe las barreras del color de piel y la etnia.

Sin embargo, a los pocos meses, ese sueño se convirtió en una pesadilla. Unas pocas semanas después de la gran reunión en Washington, de hecho, un ataque racista del Ku Klux Klan mató a 4 niñas negras en Birmingham, Alabama. Estaban asistiendo a una clase de Escuela Dominical en la Iglesia Bautista de la Calle 16 cuando, a las 10:30, estalló una bomba letal. No fue el último. En lo que el mismo King llamó el viaje en el desierto a la tierra prometida, habría habido otras penalidades, otras víctimas, otras luchas.

Como la que encabezaba King la víspera de su asesinato: la organización de una gran marcha contra la pobreza, una movilización que uniría a blancos y negros afectados por una crisis económica provocada en gran parte por las inversiones militares para financiar la guerra de Vietnam.

Esta fue la última batalla de King antes de ser asesinado: la denuncia del entrelazamiento del racismo, el militarismo y la pobreza, rostros de un solo mal que atacaba la conciencia de América. Y es en esa denuncia donde debe buscarse la clave de su asesinato que, según las investigaciones, no habría tenido mandato sino un modesto ejecutor criminal de bajo perfil. Después de tantos años, la sentencia condenatoria del responsable de ese atentado se presenta débil y llena de interrogantes.

Cincuenta y cinco años después, Estados Unidos ha cambiado mucho, también tuvo un presidente negro y el propio King es una especie de héroe nacional. Sin embargo, el racismo estadounidense no está muerto. Demasiados afroamericanos en prisión, demasiados viviendo por debajo del umbral de la pobreza, demasiadas víctimas negras inocentes asesinadas por la policía, demasiados barrios solo para negros, cada vez más degradados y marginales. Tampoco se ha detenido la carrera armamentista, contra la que King pasó los últimos años de su vida, pidiendo la conversión del gasto bélico en inversión social.

Y luego, en lugar de los monumentos que celebran al predicador negro, debemos mirar los movimientos que interpretan su herencia moral, política y espiritual. Paz, desarme, derechos, inclusión social: solo razonando y actuando sobre estos temas podemos comprender la relevancia y la fuerza de este legado que nos dejó Martin Luther King.

Su muerte

Martin Luther King Jr. fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee, Estados Unidos, mientras se encontraba en el balcón del segundo piso del motel Lorraine, donde se hospedaba mientras estaba en la ciudad para apoyar una huelga de trabajadores negros.

Recibió un solo disparo mortal en la cabeza, que fue fatal. El disparo fue efectuado por James Earl Ray. Aunque se realizaron esfuerzos para salvar su vida, King fue declarado muerto en el hospital poco después del tiroteo. El asesino fue capturado y condenado por el crimen. La muerte de King provocó un gran dolor y una ola de disturbios en todo el país. Su legado y su lucha por la igualdad racial y la justicia social continúan siendo recordados y celebrados en todo el mundo.

El legado

El legado de Martin Luther King Jr. es profundo y duradero, y su impacto en la lucha por los derechos civiles y la igualdad racial en los Estados Unidos y en todo el mundo es incalculable. Algunos de los aspectos más destacados de su legado son los siguientes:

-Lucha por la igualdad racial: King fue uno de los líderes más influyentes del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos en los Estados Unidos. Luchó incansablemente por la igualdad racial y la justicia social, y su trabajo llevó a la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965.

-Liderazgo no violento: King abogó por la lucha no violenta como forma de resistencia al racismo y la opresión. Creía en la importancia de la resistencia pacífica y la desobediencia civil como medios para lograr cambios sociales significativos.

-Inspiración para la lucha por los derechos civiles en todo el mundo: El legado de King ha trascendido las fronteras de los Estados Unidos y ha inspirado a movimientos por los derechos civiles y la justicia social en todo el mundo.

-Cambio cultural y conciencia social: El trabajo de King y otros líderes del movimiento por los derechos civiles contribuyó a un cambio cultural en los Estados Unidos y en todo el mundo, fomentando una mayor conciencia social sobre la discriminación racial y la injusticia.

En resumen, el legado de Martin Luther King Jr. es un testimonio de su dedicación a la lucha por la igualdad y la justicia, su liderazgo visionario y su impacto duradero en la historia y la cultura de los Estados Unidos y el mundo en general.

© Italy24press y Agensur.info

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