lunes, 20 de diciembre de 2021

Confidencial: ¿quién en el Gobierno no quiso que avanzara el Presupuesto y por qué?


Por S.R.

La sesión para tratar la Ley de Presupuesto en la Cámara de Diputados fue un sainete pocas veces visto. Como primera medida, hay que considerar que, ante el tratamiento de normas de semejante peso, no se fuerza una sesión sin tener los números. Esto de "jugarse" a conquistar votos durante el debate, es un error de principiante (¿fue un error o fue adrede?).

Pero el oficialismo hizo caso omiso a un ejercicio legislativo básico y procedió justamente así: consiguió quórum cuando la oposición se lo dio y entró a un debate entre tinieblas, negociando a contrarreloj para "cazar" votos uno a uno; cosa que, es obvio, no consiguió. Primer "error", siempre que el Gobierno efectivamente quisiera tener Presupuesto 2022 y todo esto no haya sido "cartón pintado".

Ni bien iniciada la sesión y efectuado el "poroteo" de votos, la oposición notó que ganaría indefectiblemente, y los dialoguistas, que son mayoría, le ofrecieron al oficialismo un cuarto intermedio, posponer el tratamiento, corregir detalles, y ayudar a que se apruebe.

Ahí saltaron las primeras rispideces dentro de la oposición. Algunos, entre ellos los radicales revulsivos de Evolución, querían llevar al Gobierno a una derrota segura, y no tenían ninguna intención de darle tiempo de corrección.

Pero quien en definitiva no quiso fue el propio Gobierno. ¿Sobreestimó sus posibilidades o no quería realmente aprobar el Presupuesto? "No flaco, los chicos de La Cámpora no querían y el bloque lo dirige Máximo. No tener Presupuesto tiene muchas ventajas. La principal es política y es complicar el acuerdo con Fondo, lo que garantiza tener un culpable que no sea exclusivamente (Mauricio) Macri", ensayaba una fuente del bloque Frente de Todos.

La sesión siguió, duró 18 horas, una aberración de esas en que hablan todos, toda la noche, nadie escucha a nadie y lo que importa es lo que se cocina en el hemiciclo detrás del recinto o en los despachos del Palacio.

Después de ese desatino, otra vez los dialoguistas de Juntos llamaron a un cuarto intermedio y negociaron con Sergio Massa una vuelta del proyecto a Comisión. Ya convencidos que no tendrían los votos, los oficialistas lo aceptaron e incluso, a regañadientes, Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto, lo pidió expresamente en el recinto. Juntos se lo iba a dar, pese a las protestas de las huestes de Martín Lousteau, encabezados por Martín Tetaz.

Pero cuando todo estaba dado, salió Máximo Kirchner a pedir la palabra y a dinamitar cualquier posibilidad de acuerdo. "Fue una jugada desesperada para parar algo que el kirchnerismo no quería que ocurriera. Cuando ingenuamente otra vez nos perdonaban la vida, el pibe cortó los puentes, los insultó a ver si reaccionaban y le salió", dice un peronista experto en cuestiones parlamentarias.

Fue así. "Si la miras en cámara lenta, entendés la película. En el fragor de los últimos debates no se entendía nada, pero fijate ahora: sobre el final, después de 18 horas, el presidente mando a (Gabriel) Katopodis a negociar la posposición de la decisión para arreglar las cosas. Se manejó mal, se dejó guiar por Máximo, que le vendía que iban a juntar los votos si alargaban la cosa. Y cuando estaba todo perdido, Kato(podis) consiguió el acuerdo y todos estaban decididos a mandar la cosa a comisión para que el Gobierno no sufriera una derrota desastrosa y el acuerdo con el Fondo no peligrase. La oposición tampoco quería que la culpasen de frustrar el acuerdo", dice la fuente pejotista.

Y completa: "ahí fue cuando quedó claro que Máximo le estaba vendiendo humo a Alberto, porque lo que quería el kirchnerismo es que no hubiera Presupuesto, porque el pibe salió desesperado a evitarlo con su discursito. Entonces, esto fue otro capítulo de la interna Cristina – Alberto. El Presidente quería Presupuesto 2022 y arreglar con el FMI. La vice no quería ninguna de las dos cosas", describe, a esta altura, como una docente parlamentaria.

Desde lo formal, el Gobierno puede administrar prorrogando el Presupuesto 2021, que ya dijo Martín Guzmán que es lo que iba a hacer. Eso le da cierta libertad para manejar las partidas y la recaudación, que, por cuestiones inflacionarias, debería ser un 50% superior a la del año que termina. Por eso, habrá discrecionalidad sobre el uso de ese excedente.

Pero Alberto quería tener Presupuesto, quería cerrar con el Fondo y quería, desde ahí, lanzarse a la reelección. Recuperando el crédito externo, bajaría la emisión, con eso la inflación y reactivando un poco la actividad, quién sabe, se le podría dar. El kirchnerismo no quiso. Demostró que su poder interno en la alianza gobernante está intacto.

En definitiva: ¿cuántos son los diputados del Presidente? Alcanzan para contarlos, los dedos de una mano.

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