jueves, 2 de enero de 2020

«ESTÁ DEVALUADA LA PALABRA EN ALBERTO FERNÁNDEZ»

Para el filósofo Santiago Kovadloff, “las contradicciones 
del Presidente revisten una ambigüedad que lleva a 
la desconfianza”

Santiago Kovadloff
Nacionales - Hay dos perfiles que desvelan a Santiago Kovadloff: el de la oposición y el del oficialismo actual. Esto se debe a que -tal como sostiene- hay disidencias muy explícitas en el entorno de Mauricio Macri y fuertes contradicciones en el discurso de Alberto Fernández. "Está devaluada la palabra en el actual Presidente", disparó.

Invitado al programa de LN+ Mesa Chica, el filósofo enumeró una serie de incertidumbres "naturales" que advierte en torno a la oposición: "¿Qué forma va a tener el liderazgo de Mauricio Macri? ¿Qué otras figuras podrán complementarla y eventualmente potenciar un desarrollo ulterior al suyo? ¿Cómo será la gestión del exgobierno en la oposición? ¿Se formará una oposición que sea algo más que social? ¿Tendrá perfil doctrinario? ¿Qué formas alcanzará?".

El entrevistado observó que "hay figuras que han ocupado un lugar secundario durante la gestión de gobierno y que, de pronto, empiezan a pesar como protagonistas que reclaman su propio espacio". Pese a la incertidumbre en torno a estas cuestiones, remarcó: "En la oposición actual la realidad no es difusa, en todo caso es compleja pero da la impresión de que uno sabe frente a que está. En el oficialismo no tengo esa impresión".

Para él, con el nuevo gobierno comenzó "un gran interrogante" al que el resume con la siguiente pregunta: "¿Qué configuración posible tomará el ideal de la República y de la vida constitucional entre nosotros?". Según opinó, Mauricio Macri ingresa a la oposición con un mandato en esta dirección: "Su discurso debe ser primordialmente el de la República, no necesariamente el de una agrupación partidaria".

Cristina y la Justicia

Durante la entrevista, Kovadloff también analizó la manera en la que Cristina Kirchner se vincula con la Justicia. "No da la impresión de que creyera que está ante la ley sino ante un grupo de forajidos que, con total impunidad, aspiran a castigar a una persona inocente", dijo. Y agregó: "Esto es muy revelador de la dificultad que tiene la vicepresidenta para comprender que las investiduras pueden exceder el campo de su propia capacidad de monopolio, ¿el Presidente de la República lo es para ella?".

En esta línea, reflexionó que "Cristina no admite la posibilidad de que el otro sea representativo. En todo caso puede ser un subordinado pero no una figura con autonomía significativa". "La dimensión de lo político en la vicepresidenta responde a un modelo vertical que solo tiene como eje vertebrador de la acción política a su hegemonía personal", subrayó. Y se preguntó: "¿Será cierto lo que ella dijo una vez de que solo confía en sus hijos?".

Este filósofo considera que Cristina tiene una cualidad que la diferencia de gran parte de las figuras del arco político: "Es diáfana porque no hay equivocidad en su figura: lo que ella siente, lo muestra; lo que le parece, lo dice. Tiene la espontaneidad propia de quien arrogándose una verdad profunda no tiene la necesidad de ejercer ningún tipo de simulación".

La palabra de Alberto Fernández

Más tarde, en la entrevista con José del Río, el ensayista reconoció que Alberto Fernández "es una figura en quien quisiera depositar expectativas", y advirtió que hay "muchos indicios de su voluntad por construir convergencias". "Necesitamos un coro de voces pero tenemos monodias: voces individuales que se pronuncian expresando posturas donde la convergencia que requerimos aún no se ha hecho evidente", evaluó al respecto.

Sin embargo, pese a reconocer esta virtud en el Presidente, retrucó: "Si me atengo a la trayectoria que la palabra ha tenido en su historia, relativamente reciente, las contradicciones revisten una ambigüedad que lleva a la desconfianza. Está devaluada la palabra en el actual Presidente. Yo desearía que remontara esa devaluación con actos y gestos que permitan entender que entre lo que dice y lo que hace hay correlación".

Para Kovadloff, la clave radica en la autocrítica: "Si uno dice una cosa y luego dice lo contrario sin llevar a cabo un análisis autocrítico que permita fundamentar con credibilidad este cambio de posición ese tránsito es impune, y la impunidad desacredita lo que se ha hecho con lo se ha dicho. Es la imposibilidad de saber ante quien se está". Y, entonces, siguió: "La devaluación de la palabra es la devaluación del recurso primordial de la democracia republicana".

En ese sentido, lo diferenció de Mauricio Macri, quien "dijo cosas que después no ocurrieron pero no dijo, estrictamente, cosas contradictorias". Así distinguió "el fracaso de un proyecto" de "la ambivalencia de un enunciado sobre cuyas contradicciones nadie se hace cargo".

Según analizó, al asumir el mandato "Fernández necesitó perfilar, de una manera muy clara, que era el heredado de una desgracia aunque su conducta a quien le dejó esa 'fortuna' fuera cordial y cortés en la gestualidad". Y añadió: "Detrás de Fernández, están los errores de Macri, pero detrás de los errores de Macri está la siembra de desaciertos del peronismo durante décadas".

Informe: La Nación

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