domingo, 8 de abril de 2018

El PJ busca llamar la atención y reedita el "Grupo Calafate"

Alberto Fernández
Por Emiliano Rodríguez

En al menos ocho ocasiones le pidió "por favor" el senador formoseño José Mayans a la diputada Gabriela Cerruti que recobrara la compostura y volviera a tomar asiento después de haber recibido ese "papelito" de parte de Luis Caputo durante la exposición del ministro de Finanzas en el Congreso.

"Siéntese por favor", repitió una y otra vez el peronista Mayans, encargado de presidir la Comisión Bilateral de control de la deuda externa, antes de advertir con levantar la sesión, lo que finalmente ocurrió en medio de un escándalo.

Caputo aprovechó el alboroto y huyó del recinto sin responder las últimas preguntas que estaban previstas.

De todos modos, la batahola generada tras la insólita decisión del ministro de enviarle a Cerruti un mensaje personal escrito en un "papelito" en medio de su exposición volvió a tener como principales animadores a legisladores kirchneristas, entre ellos, Agustín Rossi y Fernando Espinoza, además de a la ex periodista, que lucía fuera de sus casillas.

Mayans intentó y se esforzó sin éxito por calmar los ánimos en pos de seguir adelante con la sesión y que Caputo, por ejemplo, pudiera responder una serie de consultas que le estaba formulado el senador Fernando "Pino" Solanas cuando fue interrumpido por Cerruti.

Luego, la reunión quedó trunca.

La diputada kirchnerista "armó un revuelo" tras recibir el tan mentado "papelito" y Caputo lo "aprovechó para irse sin contestar", se quejó Solanas, antes de que el propio Mayans asegurara que "Cerruti fue a robar cámara", por lo que le debe "una disculpa" a la comisión que él preside.

En al menos ocho oportunidades Mayans le pidió que se sentara y sin embargo, Cerruti parecía lo suficientemente enfurecida con la actitud de Caputo como para omitir las indicaciones del formoseño y continuar con su "show" personal, ubicando así sus propios intereses por encima de los generales, en especial, los de sus colegas que aún aguardaban para preguntar.

El escándalo mostró una vez más a referentes del kirchnerismo tratando de lucirse, de acaparar la atención de la opinión pública en momentos en los que intenta, como agrupación política, resurgir luego de sus últimos traspiés electorales y mantener con vida la ilusión de "volver" al Poder.

Sin embargo, los kirchneristas no son en absoluto los únicos que necesitan y/o buscan repercusión mediática por estos días.

Otro "think tank" peronista, 20 años después

Dentro del mismo Partido Justicialista (PJ), y con una clara intención de rivalizar con los que todavía consideran a la ex presidenta Cristina Kirchner como su "jefa política", va tomando impulso -también en los medios- el grupo que tiene como articulador al senador Miguel Pichetto y que acaba de realizar una cumbre, auspiciosa, en Gualeguaychú, Entre Ríos.

Allí, referentes de distintos espacios del PJ rechazaron la propuesta de "unidad" que impulsa el kirchnerismo residual e incluso deslizaron los nombres de Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa y Florencio Randazzo como posibles candidatos presidenciales para 2019, cuando se espera que el actual jefe de Estado, Mauricio Macri, busque renovar su mandato.

El objetivo del encuentro fue dar un primer paso hacia una construcción peronista que enfrente a Cambiemos el año que viene, pero diferenciada del espacio que lidera Cristina y que reclama una gran elección primaria para avanzar hacia la "unidad" de todo el arco opositor, pensando en un eventual balotaje.

En sintonía con esa postura, pero tratando de promover una alternativa de renovación dentro del justicialismo, el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández planea lanzar en los próximos días el llamado "Grupo Callao", con el que viene trabajando también desde un rol de articulador: se trata de una especie de reedición del "Grupo Calafate", 20 años después.

Aquel "think tank" peronista que hacia 1998 respaldaba la candidatura de Eduardo Duhalde a presidente de la Nación terminó por convertirse años más tarde en un núcleo político embrionario del kirchnerismo (como fuerza nacional) y del que también formaba parte Alberto Fernández.

Ahora, tras el paso de dos décadas, el ex funcionario kirchnerista se propuso reverdecer aquella iniciativa y encabeza un grupo de dirigentes políticos "sub-45", con formación técnica y que consigan aportarle "caras nuevas" a los planes de reconfiguración del PJ sin fundamentalistas K.

El "Grupo Callao" -denominación que surge porque sus miembros suelen reunirse en un restó de la avenida Callao, en la ciudad de Buenos Aires- tiene por objetivo "tratar de potenciar cuadros a futuro" y mostrarse como un espacio de pensamiento y propuestas por fuera de los que encabezan Pichetto por un lado y referentes del kirchnerismo por el otro.

Según pudo averiguar NA, reúne a una docena de dirigentes por el momento, una especie de "doce apóstoles" de Alberto Fernández, y en esa nómina se destacan Santiago Cafiero, Guillermo Justo Cháves, Marcelo Saín, Agustín D´Attellis y Cecilia Todesca, hija del actual jefe del INDEC, Jorge Todesca, entre otros.

La UCR, embarcada en su propia aventura electoral

A estas alturas de los acontecimientos, parecen insalvables las distancias entre quienes participaron de la reciente cumbre de Gualeguaychú y los integrantes del llamado "Grupo UMET", los kirchneristas que lanzaron sus propuestas de unidad en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), en la Capital Federal, y días más tarde intentaron ratificarlas, sin tanto éxito, en San Luis.

Sin embargo, en política jamás está dicha la última palabra e incluso el mismo "Pino" Solanas salió a promover la conformación de un "gran frente patriótico en 2019", una especie de "Gran Convergencia Nacional" que aglutine a distintos sectores de la oposición comprometidos con causas populares, ya sean peronistas, radicales, socialistas o progresistas.

Mientras tanto, Alberto Fernández y su grupo se presentarían en sociedad esta semana que viene o la otra, con una conferencia de prensa en un hotel cercano a la Plaza de Mayo, una vez que terminen de elaborar unos documentos con propuestas políticas, y también está previsto que luego lleven adelante una actividad más amplia en Pilar.

"Buscamos construir un espacio que muestre caras nuevas con perfil técnico-político; un grupo crítico de la gestión actual, pero convencido de que para volver a ganar es necesario renovar ideas, propuestas y protagonistas, y de alguna manera clausurar también un poco el pasado. Sobre esos parámetros estamos trabajando", dijo una fuente de los "Callao" a NA.

Y en un año en el que claramente comenzarán a resolverse las candidaturas con vistas a 2019, el radicalismo no-PRO se anima a soñar con su propia aventura electoral, alentada por el ex diputado Ricardo Alfonsín y con la que parecerían comulgar hasta Margarita Stolbizer e incluso el gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifschitz.

Por estas horas, incluso el presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) y mandatario de Mendoza, Alfredo Cornejo, afirmó que el espacio que lidera pretende un rol "mucho más protagónico" en la gestión de Cambiemos, al inaugurar el Comité Federal del partido en esa provincia cordillerana.

Otros que también, al igual que el PJ, procuran llamar la atención.

© NA

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