sábado, 25 de febrero de 2017

Pappo y su ausencia

A doce años de la muerte de 
Norberto Aníbal Napolitano

Pappo: Blues y rock con garra, corazón y swing.
Por Ernesto Zippo

Era más conocido por Pappo (el Carpo) y fue uno de los pilares fundamentales del rock argentino integrando bandas como los Abuelos de la Nada (la primera formación), Conexión 5, Los Gatos, Manal, Pappos Blues, Aeroblues y Riff. En su música había un refugio a tanta represión hacia la juventud: por parte de la dictadura de Onganía a finales de los 60 o con la junta militar del 76 al 83.

Ese espacio de resistencia no tenía que ver con sus letras, tenía que ver con su enorme talento para tocar la guitarra, para despertar esa pasión por el rock and roll, para trasmitir ese espíritu que el gran Jimi Hendrix (uno de sus principales íconos) impregnó a los jóvenes de los 60. Su otro gran referente B.B King lo llevaría a tocar en el Madison Square Garden en el año 1992 junto a enormes bluseros y Pappo se sintió satisfecho después de tanto esfuerzo. No le fue fácil porque para las grandes discográficas no era un negocio que genere grandes ganancias. Es que Pappo no hacía hits: buscaba hacer música rock con lo que sentía, de manera cruda y frontal. Era todo lo opuesto a El club del Clan, a la buena moral que imponía la dictadura... esa dictadura que perseguía de los náufragos de La Cueva. Y aún luego de la dictadura a Pappo le fue difícil poder grabar y difundir esa maravilla que hacía con su guitarra. Varias veces dijo retirarse de la música y dedicarse al taller mecánico que tenía en La Paternal o se escapaba a Europa donde conoció en ensayos a Peter Green y Lemmy Kilmister.

Es sus viajes a España demostró junto a Moris, Miguel Abuelo y Miguel Cantilo que el rock se podía cantar en castellano a los propios rockeros españoles en los 70.

Charly García en una canción inédita “Loco no te sobra una moneda” dice:

¡Flaco, tengo un mambo que me caigo,
esta noche toca Pappo,
no me lo puedo perder!

El día que falleció (el 25 de febrero de 2005) desaparecieron todos esos mitos creados por los medios que buscan basura o el chimento de las peleas entre grandes artistas. Por ejemplo Spinetta dijo que no dejaba de admirar a Pappo, era divertido, tenía garra y swing. O su pelea con Dj Deró de la cual sacaron mucha nota, pero ningún medio dijo que Pappo tuvo que esperar a grabar tres años porque nadie quería invertir en él. Lo injusto es que su disco mejor grabado, y con buena calidad de sonido fue lo último que grabó poco antes de morir. Estaba de gira presentando ese disco en el verano del 2005.

Entre sus discos quizás el más destacado sea Pappos Blues Volumen 3, donde esta “Sucio y desprolijo” (con ese tema cerró su último recital junto a Charly Garcia y Juanse en el Cosquin Rock del 2005), con una base impresionante como Machi Rufino en el bajo y el Pomo Lorenzo en batería. Sus otras grandes canciones son “Desconfío”, “A dónde está la libertad”, “El sur de la ciudad”, “Vamos a buscar la luz”, “Mucho por hacer”, “Blues Local”, entre otras.

Pappo fue único y brillante como guitarrista, pero no le fue fácil en un mercado discográfico que busca ganancia donde todo está pautado para tocar y grabar con los límites impuestos.

Como él debe haber muchos guitarristas, en cualquier barrio de Buenos Aires o del país, y es eso lo que reconocemos del gran Pappo, que pudo expresar un fenómeno cultural emergente en los 60 de manera honesta haciendo canciones que hasta hoy son emblemas para muchos jóvenes en sus inicios como músicos.

Seguro hay guitarristas mucho más técnicos, mucho más pirotécnicos, pero Pappo y su guitarra eran uno solo.

© La Izquierda Diario / Agensur.info


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