martes, 31 de mayo de 2016

Argentina y el mundo con cambios

Por Germán Gegenschatz
Argentina y el mundo transitan tiempos de cambios relevantes. La idea es proponer un enfoque local y del contexto mundial, para vivir el presente con una mirada menos apasionada y más realista.

La salida del cepo cambiario fue el arranque del gobierno. En simultáneo se gestaron un sinnúmero de medidas. El fin del default declarado en el 2001 empezó con tempranas tratativas ya en enero y se van terminando con los acuerdos logrados con los últimos acreedores a fines de abril.

A principios de abril se actualizó el fondo de desempleo, congelado desde el año 2006 en $400, elevándose el subsidio a $3100. En el mismo mes se extendió la Asignación Universal por Hijo a los Monotributistas, bajo el proyecto denominado Ingreso Ciudadano para la Niñez (INCINI), derecho incondicional y universal a una suma determinada de dinero por hijo hasta los dieciocho años. Casi en el mismo momento, el 19 de abril, ingresó al congreso el proyecto de devolución del IVA a ciertos alimentos, para jubilados y pensionados que cobran la mínima y beneficiarios de la AUH. Al mismo tiempo se bajaron las retenciones al sector agropecuario, a la minería y a ciertas actividades industriales. Todas estas medidas se fueron gestando también desde el inicio del año.

Ya en mayo, el Gobierno comenzó a firmar, con las primeras cuatro provincias, el acuerdo para la devolución del 15% de la coparticipación retenida desde 1992 para financiar la Anses, en cinco cuotas del 3% desde 2016 a 2020.

En estos días el gobierno anunció, logrando un extenso apoyo político, la iniciativa legislativa que abarca tres aspectos claves: Bono del Bicentenario (conocido como blanqueo de capitales), ingreso universal a la vejez y pago de los juicios de jubilados contra la Anses. Este proyecto es sumamente importante, se pasa del freno puesto por Cristina Fernández al pago del 82% móvil a jubilados a pagar todos los juicios y reconocer la actualización de jubilaciones también a quienes no iniciaron juicios y se propone una estrategia completa de exteriorización de capitales bien distinta a lo conocido hasta el momento en la materia.

En cuanto al Bono del Bicentenario, es una iniciativa para obtener fondos destinados al pago de holdouts, a la restitución a las provincias y CABA del 15% retenido de la coparticipación federal como aportes a la ANSES y del 1,5% con destino a la AFIP, al financiamiento de la modificación del sistema tributario nacional y de coparticipación federal y para la financiación del Plan Belgrano de infraestructura en las provincias del Norte Argentino.

Más allá de críticas y planteos morales que escuchamos contra este y todos los blanqueos, lo cierto es que en este caso: existen beneficios previstos para los que cumplieron sus obligaciones fiscales desde antes es decir, para quienes no accedieron a planes de facilidades de pagos anteriores, ni blanqueos, un aumento de la base para el pago del impuesto a los Bienes Personales (que venían a valores congelados desde 2007) y están excluidos quienes fueron funcionarios antes del 31/12/15, entre otros aspectos. Es decir, es una norma para ver con detenimiento sabiendo que, seguramente, tendrá cambios tras su tratamiento legislativo. Tampoco debe escapar el impulso positivo que recibe esta normativa por el hecho que en dos años, será ya muy difícil tener patrimonios en “negro” dado la firma, por parte de prácticamente todo el mundo, de los protocolos de transparencia para a ser aplicados en el 2018, con lo cual esta puede ser la última oportunidad para exteriorizar capitales al fisco.

Vivimos intensamente el reacomodamiento macroeconómico. Entiendo que es una etapa necesaria e inevitable para cualquier heredero del Kirchnerismo, clara consecuencia de errores del pasado, con sus efectos nocivos recargados por la malintencionada postergación de soluciones. Los problemas eran sabidos, pero la élite desplazada del poder el 10 de diciembre, con toda la intención, los ocultó y no hizo nada por solucionarlos, así agravaron la situación a cualquier gobierno que lo sucediera, al tiempo que sazonaron un escenario político de caos y confusión, para transferir culpas propias a las nuevas autoridades y para optimizar sus chances de supervivencia y retorno al poder.

Más allá de las opiniones políticas de cada uno respecto de cada medida mencionada, los hechos observados en su conjunto demuestran que en los primero cinco meses se fueron gestando y sucediendo, en simultáneo, algunas decisiones tendientes a reordenar la macroeconomía y otras dirigidas a paliar los efectos de la inflación y el sinceramiento tarifario en la economía de cada hogar.

Está claro que ahora la redistribución del ingreso se plantea desde variables macroeconómicas ordenadas, que ambas cosas se están ejecutando al mismo tiempo y que la velocidad de los cambios, la diferencia de estilos de conducción del proceso político y de su comunicación, generan críticas, pero también expectativas de todo tipo. Quizás por esta razón haya lecturas tan encontradas frente a los mismos hechos entre los diferentes actores sociales, económicos y políticos y quizás por esta razón también los principales dirigentes sindicales y empresarios y sus organizaciones están repasando el escenario todo el tiempo, sin adoptar decisiones apresuradas y terminantes.

El contexto político general esta signado por las apetencias de grupo de cara al 2017, año de elecciones intermedias, por las urgencias “judiciales” y por las responsabilidades concretas en la gestión estatal. Cuanto más alejado del ejercicio del poder o cuanto más comprometido se está frente al accionar de la justicia, más sesgadas y destempladas son las opiniones y las acciones que se promueven y en algunos casos, se llevan adelante.

Nuestra vida como Nación, nuestra necesidad imperiosa de recibir inversiones productivas para reactivar la economía, transcurren en un mundo que, como dijimos, también está inserto en una ola de cambios. En una Europa de por sí complicada el Reino Unido vota si sigue o no en la Unión Europea el próximo 23 de junio. Estados Unidos cambia de gobierno en noviembre y cuenta con un candidato como Trump que abre por lo menos demasiadas incógnitas. Brasil está inmerso en una crisis muy profunda. Países tales como nuestro vecino Uruguay y también Panamá, Hong-Kong, Suiza, Luxemburgo entre muchos otros estados, se verán afectados en sus ingresos económicos con los protocolos de transparencia que estarán vigentes a nivel global para el 2018.

En este marco bien complejo Argentina debe exportar y además ser elegida para inversiones productivas, entonces creo imprescindible tener paciencia y prudencia ciudadana y ejercer todos nuestros derechos con la mayor responsabilidad, tomando conciencia que todos habitamos este suelo y debemos salir adelante aprovechando la riqueza de las diferentes opiniones y aportando la mejor buena voluntad.

© C&P – Comunidad y Política

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