La estrategia es que en
el PJ haya candidatos presidenciales y locales, pero monopolizando para La
Cámpora las listas legislativas en todo el país.
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'Cuervo' Larroque y 'Wado' De Pedro harán la nueva estrategia K. |
Nacionales - “Esto
va a ser como un reloj de arena”, repiten en La Cámpora, para describir el
escenario electoral que esperan para 2015.
La idea, según la imagen que
divulgan desde la agrupación de Máximo Kirchner, es entonces habilitar la
competencia de candidatos presidenciales y locales, pero monopolizar las listas
legislativas de todo el país.
De esta manera, en todas las provincias el Frente para la
Victoria se ensancha arriba y abajo y por el medio pasa una línea delgada con
los nombres que Máximo y Cristina digiten para las listas de legisladores de
cada rincón de Argentina.
La jugada nacería en las primarias, con candidatos locales y
nacionales dirimiéndose el poder con camporistas en el medio sumando votos de
los dos lados. Sería el reloj de arena perfecto.
“Hay que esperar nombres que ni siquiera conocemos. Las
listas van a ser peor que en 2011”, confiesan los pocos que cruzan alguna
charla con Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro, los elegidos de
Máximo Kirchner para delinear su estrategia, basada siempre en imponer nombres
a gusto con la venia de su mamá.
Aquel año Cristina ubicó a último momento a los amigos de su
hijo y, sólo en algunos casos, Larroque tuvo la deferencia de viajar a las
provincias para avisar a gobernadores y demás dirigentes locales lo que se
venía. Fue el comienzo de la nueva era.
Aunque no puede ser candidata en el 2015, Cristina se
aseguró meses atrás los apoderados en el PJ nacional y el de la provincia de
Buenos Aires, un resorte clave que le permitirá pasar el filtro a las
candidaturas.
Daniel Scioli, hasta ahora el candidato presidencial que más
votos le ofrece, advirtió esta jugada hace meses y avisó que sólo aceptará no
presentar lista propia de legisladores nacionales en las primarias, si no le
ponen rivales. Sin embargo, sin el control de los apoderados sólo podría
plantarse con una rebelión conjunta de intendentes y gobernadores, que ponga en
crisis todo el diseño camporista.
En las provincias, cada gobernador o candidato a serlo que
se mantenga en el oficialismo deberá diseñar su defensa si pretende colar algún
legislador propio, un capital valioso en el Congreso durante el próximo
Gobierno, que difícilmente asuma con mayoría propia.
Con Zannini en el PJ nacional, Cristina puede presionarlos y
tensar la cuerda hasta el final. De eso se trata, la estrategia del reloj de
arena, que se combina con la certeza que la Presidente y sus camporistas juegan
a una derrota a nivel presidencial del peronismo a manos de Mauricio Macri.
La idea es entonces formar un núcleo duro de oposición
parlamentaria y desde ahí comenzar la larga marcha para regresar al poder en el
2019.
Informe: LPO
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