domingo, 1 de junio de 2014

“Volveré a pelear por la Presidencia”

Jorge Altamira dijo que en las elecciones de 2015 “todo el progresismo argentino termina votando al FIT”.

Jorge Altamira confirmó que será
candidato presidencial en 2015.
Nacionales “Las fuerzas políticas tradicionales están muy fragmentadas. El que salga designado va a dejar muchos heridos en el camino”, aseguró el dirigente trotskista Jorge Altamira al analizar las perspectivas de la izquierda para las elecciones de 2015. Altamira estimó que “si  Unen termina apoyando a Cobos o a Macri, todo el progresismo argentino termina votando al FIT”. Además, confirmó que “volveré a pelear por la Presidencia”.

El dirigente trotskista Jorge Altamira confirmó que el año próximo volverá a postularse a Presidente y no a legislador, mientras sostuvo que, ante las propuestas de las fuerzas tradicionales, "todo el progresismo argentino terminará votando al Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT)".

El líder del Partido Obrero (PO), exlegislador porteño y varias veces candidato a Presidente, formuló estas declaraciones durante una entrevista que le concedió a NA en la sede partidaria de la zona de Congreso, donde dijo que trabaja "para un ascenso excepcional de la izquierda" y se mostró entusiasmado con los números de las encuestas, aunque condicionó la incorporación de otras fuerzas al FIT.

-La Presidenta viene pidiendo a los sindicatos que morigeren sus pedidos de aumento salarial para cuidar las fuentes de trabajo, en un mundo complejo. ¿Es válido?

-El mundo complejo parece que no le impide al gobierno pagar una usura del 60% al Club de París, porque la deuda en 2008 era de 6.000 millones de dólares y ahora es de 9.700 millones. Tampoco parece impedirle pagarle 6.000 millones de dólares a Repsol. Si hay algunos que ganan una barbaridad, se les paga rigurosamente y no se investiga cómo surgió esa deuda, mientras hay otros que trabajan, que construyen y son despedidos, es claro que el problema no es el mundo complejo, sino cómo uno se para frente a esa complejidad. Y ella se para del lado del capital financiero. Es una vergüenza. Y esto es apenas un episodio, porque lo que está en la perspectiva es una nueva devaluación grande del peso y un agravamiento de todas estas circunstancias. Tiene la ventaja de que la burocracia sindical le aguanta las cosas.

-¿Qué sería la burocracia sindical? ¿Quiénes son?

-(Hugo) Moyano y (Luis) Barrionuevo (líderes de las dos CGT opositoras) hacen lo que quieren en sus propios sindicatos y tampoco están haciendo absolutamente nada contra este plan de ajuste. No hemos visto el más mínimo pronunciamiento de Moyano frente a esta situación. Él puede argumentar que él es camionero y no es mecánico. Pero es dirigente de una de las CGT. El hecho de que él no se pronuncie y no haga absolutamente nada quiere decir que es cómplice del mismo proceso. Pero esto se va a agravar y en un punto determinado las cosas van a estallar.

-¿La izquierda volverá a participar de medidas de fuerza de las CGT opositoras o la CTA?

-Nosotros somos los únicos que en este momento estamos ahí, en la Panamericana, con los trabajadores de las fábricas automotrices y autopartistas que están a la vera de la ruta, participando de las luchas. Nuestro diputado Pablo López (PO) estuvo en la movilización de cables Lear y los trabajadores han ido al Congreso a una audiencia que hemos convocado para amplificar la lucha. (Néstor) Pitrola, otro diputado nuestro, ha estado presente en el conflicto de Gestamp. Animamos y damos todos los recursos posibles a los trabajadores en lucha.

-En diciembre el legislador porteño Alejandro Bodart abrió las puertas a la unión entre su espacio, el MST-Nueva Izquierda, y el FIT. ¿Es posible sumar más sectores, por ejemplo, a Luis Zamora?

-Él en su momento no quiso (sumarse). El FIT sí se puede ampliar, pero siempre dentro de la claridad.

-¿Y eso qué quiere decir?

-Que tengamos un programa común. Yo lo escuché a Bodart decir que quiere participar en una interna. No. Nosotros no vamos a jugar al casino, sin saber cuáles son los horizontes. El FIT no ha crecido solo porque ha hecho una cierta unidad, sino por la coherencia política con que se presentó. Nosotros tenemos determinados tipos de planteos. Si aparecen fuerzas que dicen cualquier cosa, se desdibuja el carácter de la izquierda.

-¿Cuál es la condición entonces?

-Cualquiera que quiera ingresar y participar con el FIT tiene que decir: "Hemos sido enemigos de ustedes, nos damos cuenta de que estamos equivocados, o no, pero queremos cambiar y sobre esta base queremos hacer un acuerdo". Nosotros contestaríamos, pero en términos programáticos, y lo que resulte de ahí habilitaría o no un frente. Entonces, todo el mundo sabría que el frente se amplió sobre la bases de una serie de planteos.

-Pero en la última elección, si uno suma los resultados de las otras expresiones de izquierda, la izquierda podría haber obtenido una banca de diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires.

-Pero no creo que deban sumarse (los porcentajes). Por ejemplo, la gente de Bodart después de las PASO no llamó a votar en la general al FIT. Nosotros, que sacábamos el 1%, ahora tenemos una intención de voto del 6% o 7%. ¿De dónde viene la gente que va del 1% en otra época al 7%? Viene de ver, de cambiar de opinión, viene de que uno modifica el punto de vista tradicional del electorado.

-¿Usted va a ser candidato a presidente o va a pelear por una banca legislativa?

-Volveré a pelear por la Presidencia. Tenemos buenos candidatos para la Ciudad y para los distintos lugares. La importancia para nosotros del proceso político actual es que esta crisis los va a voltear a todos y trabajamos para un ascenso excepcional de la izquierda. Lo que antes se decía que era marginal ahora se transforma en un desafío político, porque a un año y medio de las elecciones algunas encuestas nos dan más del 6% para presidente. Además, las fuerzas políticas tradicionales están muy fragmentadas. El que salga designado va a dejar muchos heridos en el camino. Si, por ejemplo, Unen termina apoyando a (Julio) Cobos o a (Mauricio) Macri, todo el progresismo argentino termina votando al FIT.

-¿Todo el progresismo?

-Absolutamente. ¿Cómo el progresismo va a ir detrás de Cobos?

-¿Y el kirchnerismo?

-El kirchnerismo se va a fracturar. Una parte votará al FIT para no votar a (Daniel) Scioli.

-Pero hay una cuestión de piel entre el kirchnerista-progresista y el trotskismo...

-Eso se ha acentuado, pero porque ellos sienten que nos van a tener que votar. Se están planteando el problema de que tienen que vencer un prejuicio. Dicen: "La puta que los parió, voy a tener que votar a los troskos". En la última campaña electoral yo salía de la Biblioteca Nacional porque había habido una mesa redonda sobre temas históricos. Y mientras caminaba no me di cuenta de que estaba Horacio González. Apenas paso él me grita. Entonces, me doy vuelta y él estaba con amigos, kirchneristas, como él. Los demás me dijeron: "Te votamos el domingo". Era una mesa de kirchneristas.

© NA

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