Jorge Altamira dijo
que en las elecciones de 2015 “todo el progresismo argentino termina votando al
FIT”.
Jorge Altamira confirmó que será candidato presidencial en 2015. |
Nacionales – “Las fuerzas políticas tradicionales están
muy fragmentadas. El que salga designado va a dejar muchos heridos en el camino”,
aseguró el dirigente trotskista Jorge Altamira al analizar las perspectivas de
la izquierda para las elecciones de 2015. Altamira estimó que “si Unen termina apoyando a Cobos o a Macri, todo
el progresismo argentino termina votando al FIT”. Además, confirmó que “volveré
a pelear por la Presidencia”.
El dirigente trotskista Jorge Altamira confirmó que el año
próximo volverá a postularse a Presidente y no a legislador, mientras sostuvo
que, ante las propuestas de las fuerzas tradicionales, "todo el
progresismo argentino terminará votando al Frente de Izquierda y de los
Trabajadores (FIT)".
El líder del Partido Obrero (PO), exlegislador porteño y
varias veces candidato a Presidente, formuló estas declaraciones durante una
entrevista que le concedió a NA en la
sede partidaria de la zona de Congreso, donde dijo que trabaja "para un
ascenso excepcional de la izquierda" y se mostró entusiasmado con los
números de las encuestas, aunque condicionó la incorporación de otras fuerzas
al FIT.
-La Presidenta viene
pidiendo a los sindicatos que morigeren sus pedidos de aumento salarial para
cuidar las fuentes de trabajo, en un mundo complejo. ¿Es válido?
-El mundo complejo parece que no le impide al gobierno pagar
una usura del 60% al Club de París, porque la deuda en 2008 era de 6.000
millones de dólares y ahora es de 9.700 millones. Tampoco parece impedirle
pagarle 6.000 millones de dólares a Repsol. Si hay algunos que ganan una
barbaridad, se les paga rigurosamente y no se investiga cómo surgió esa deuda,
mientras hay otros que trabajan, que construyen y son despedidos, es claro que
el problema no es el mundo complejo, sino cómo uno se para frente a esa
complejidad. Y ella se para del lado del capital financiero. Es una vergüenza.
Y esto es apenas un episodio, porque lo que está en la perspectiva es una nueva
devaluación grande del peso y un agravamiento de todas estas circunstancias.
Tiene la ventaja de que la burocracia sindical le aguanta las cosas.
-¿Qué sería la
burocracia sindical? ¿Quiénes son?
-(Hugo) Moyano y (Luis) Barrionuevo (líderes de las dos CGT
opositoras) hacen lo que quieren en sus propios sindicatos y tampoco están
haciendo absolutamente nada contra este plan de ajuste. No hemos visto el más
mínimo pronunciamiento de Moyano frente a esta situación. Él puede argumentar
que él es camionero y no es mecánico. Pero es dirigente de una de las CGT. El
hecho de que él no se pronuncie y no haga absolutamente nada quiere decir que
es cómplice del mismo proceso. Pero esto se va a agravar y en un punto
determinado las cosas van a estallar.
-¿La izquierda
volverá a participar de medidas de fuerza de las CGT opositoras o la CTA?
-Nosotros somos los únicos que en este momento estamos ahí,
en la Panamericana, con los trabajadores de las fábricas automotrices y
autopartistas que están a la vera de la ruta, participando de las luchas.
Nuestro diputado Pablo López (PO) estuvo en la movilización de cables Lear y
los trabajadores han ido al Congreso a una audiencia que hemos convocado para
amplificar la lucha. (Néstor) Pitrola, otro diputado nuestro, ha estado
presente en el conflicto de Gestamp. Animamos y damos todos los recursos
posibles a los trabajadores en lucha.
-En diciembre el
legislador porteño Alejandro Bodart abrió las puertas a la unión entre su
espacio, el MST-Nueva Izquierda, y el FIT. ¿Es posible sumar más sectores, por
ejemplo, a Luis Zamora?
-Él en su momento no quiso (sumarse). El FIT sí se puede
ampliar, pero siempre dentro de la claridad.
-¿Y eso qué quiere
decir?
-Que tengamos un programa común. Yo lo escuché a Bodart
decir que quiere participar en una interna. No. Nosotros no vamos a jugar al
casino, sin saber cuáles son los horizontes. El FIT no ha crecido solo porque
ha hecho una cierta unidad, sino por la coherencia política con que se
presentó. Nosotros tenemos determinados tipos de planteos. Si aparecen fuerzas
que dicen cualquier cosa, se desdibuja el carácter de la izquierda.
-¿Cuál es la
condición entonces?
-Cualquiera que quiera ingresar y participar con el FIT
tiene que decir: "Hemos sido enemigos de ustedes, nos damos cuenta de que
estamos equivocados, o no, pero queremos cambiar y sobre esta base queremos
hacer un acuerdo". Nosotros contestaríamos, pero en términos programáticos,
y lo que resulte de ahí habilitaría o no un frente. Entonces, todo el mundo
sabría que el frente se amplió sobre la bases de una serie de planteos.
-Pero en la última
elección, si uno suma los resultados de las otras expresiones de izquierda, la
izquierda podría haber obtenido una banca de diputado nacional por la ciudad de
Buenos Aires.
-Pero no creo que deban sumarse (los porcentajes). Por
ejemplo, la gente de Bodart después de las PASO no llamó a votar en la general
al FIT. Nosotros, que sacábamos el 1%, ahora tenemos una intención de voto del
6% o 7%. ¿De dónde viene la gente que va del 1% en otra época al 7%? Viene de
ver, de cambiar de opinión, viene de que uno modifica el punto de vista
tradicional del electorado.
-¿Usted va a ser
candidato a presidente o va a pelear por una banca legislativa?
-Volveré a pelear por la Presidencia. Tenemos buenos
candidatos para la Ciudad y para los distintos lugares. La importancia para
nosotros del proceso político actual es que esta crisis los va a voltear a
todos y trabajamos para un ascenso excepcional de la izquierda. Lo que antes se
decía que era marginal ahora se transforma en un desafío político, porque a un
año y medio de las elecciones algunas encuestas nos dan más del 6% para
presidente. Además, las fuerzas políticas tradicionales están muy fragmentadas.
El que salga designado va a dejar muchos heridos en el camino. Si, por ejemplo,
Unen termina apoyando a (Julio) Cobos o a (Mauricio) Macri, todo el progresismo
argentino termina votando al FIT.
-¿Todo el
progresismo?
-Absolutamente. ¿Cómo el progresismo va a ir detrás de
Cobos?
-¿Y el kirchnerismo?
-El kirchnerismo se va a fracturar. Una parte votará al FIT
para no votar a (Daniel) Scioli.
-Pero hay una
cuestión de piel entre el kirchnerista-progresista y el trotskismo...
-Eso se ha acentuado, pero porque ellos sienten que nos van
a tener que votar. Se están planteando el problema de que tienen que vencer un
prejuicio. Dicen: "La puta que los parió, voy a tener que votar a los
troskos". En la última campaña electoral yo salía de la Biblioteca
Nacional porque había habido una mesa redonda sobre temas históricos. Y
mientras caminaba no me di cuenta de que estaba Horacio González. Apenas paso
él me grita. Entonces, me doy vuelta y él estaba con amigos, kirchneristas,
como él. Los demás me dijeron: "Te votamos el domingo". Era una mesa
de kirchneristas.
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