jueves, 12 de diciembre de 2013

20 réplicas al discurso de Cristina Kirchner

No es verdad que el resto del año no haya violencia de origen social o política.

Por Pablo Mendelevich
En el discurso presidencial con motivo de los 30 años de democracia, de 2718 palabras (extensión inferior al estándar) pueden encontrarse 20 inexactitudes, conceptos de dudosa corroboración o abiertas contradicciones. Por orden de aparición, son los siguientes:

1)
Después del tradicional "a todos y todas", se dirigió en primer término a los "señores presidentes constitucionales" presentes, pero omitió nombrarlos.

Eran sólo dos, Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá, debido a que los otros tres ex presidentes vivos no concurrieron. Carlos Menem y Eduardo Duhalde (quienes en total gobernaron el país durante 12 años, es decir, el 40 por ciento de los 30 años que se conmemoraban, entronizados ambos por el mismo partido político que la presidenta Kirchner) decidieron no aceptar la invitación. E Isabel Perón, la decana de los ex presidentes, que el 10 de diciembre de 1983 vino especialmente desde España para la restauración de la democracia, esta vez no fue invitada. Las evocaciones históricas que intercaló luego Cristina Kirchner sólo estuvieron referidas a tres presidencias: la suya, la de su marido y la de Raúl Alfonsín.

2)
Dijo que había "decidido expresamente no hacer una cadena nacional" para que "algún canal" pueda dividir la pantalla y mostrar el discurso presidencial junto con la violencia de "los antidemocráticos". No se entendió si fue una ironía o un gesto magnánimo. En rigor, el artículo 75 de la ley de medios no habla de permitir o impedir que los canales dividan la pantalla. Dice: "El Poder Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos provinciales podrán, en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional, disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los licenciatarios". Es por lo menos curioso que el 30° aniversario de la democracia no sea considerado de trascendencia nacional por una Presidenta que en otras ocasiones usó la cadena para inaugurar un stand o para imponer a los televidentes sus discursos en actos políticos de tono partidista. Visto el abuso precedente, tal vez la decisión de ahora fue acertada, lo extraño está en el hecho de justificarla con consideraciones de edición televisiva.

3)
Aseguró que en los sucesos sociopolíticos no existe el contagio, al que consideró restringido a las paperas, la varicela y la rubiola. Autores como el francés Gustave Le Bon, entre otros, piensan distinto. Al analizar el fenómeno del contagio, en "Psicología de las masas" Le Bon menciona la oleada revolucionaria que en 1848 acabó con el predominio del absolutismo en Europa. Desde luego, hay muchos más ejemplos en la historia, tanto de signo positivo, podría decirse, como negativo. Pero sin acudir a la biblioteca, el sentido común indica que es verosímil que los policías de una provincia que tienen los salarios rezagados y ven que en la provincia de al lado mediante un levantamiento consiguen aumentos del 40 o 50 por ciento, se sientan tentados de replicar el método en beneficio propio. Un razonamiento análogo, cabe suponer, hicieron personas con aspiraciones insatisfechas y moral laxa, al interpretar de la televisión que con policías en huelga los saqueos pasan a estar permitidos, en la medida en que no son reprimidos ni punibles.

4)
Dijo que la oportunidad de los sucesos fue elegida adrede, en coincidencia con el aniversario de la democracia. "Los argentinos vivimos los 365 días del año y vivimos en democracia, en paz, los 365 días del año", sostuvo, para justificar su decisión de no suspender los festejos. Es cierto que los saqueos se produjeron el año pasado también en diciembre, en Bariloche, y la toma del Parque Indoamericano, en 2010, que ella rememoró, fue ese mismo mes. Pero no es verdad que el resto del año no haya violencia de origen social o política. En octubre de 2003 hubo un muerto en Jujuy. El militante Carlos Fuentealba fue asesinado por la policía neuquina en abril de 2007 (hecho que desencadenó nuevas protestas). En Mendoza hubo otro muerto por violencia política en abril de 2008. Otros dos muertos se produjeron en febrero de 2010 en José León Suárez y otro más en Don Torcuato en enero de 2010. Ese año la represión policial en Bariloche se cobró otra vida en julio. Y en noviembre, en Formosa, el reclamo de tierras de pueblos originarios produjo dos muertos. El crimen de Mariano Ferreyra fue el 20 de octubre de 2010. En julio de 2011 hubo tres muertos durante los incidentes de Ingenio Ledesma, en Jujuy. Tampoco la que sería, quizás, la peor afrenta a la democracia, la de un desaparecido, sucedió en diciembre. Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006. En cuanto al peor atentado político de los últimos años, la balacera contra el domicilio de un gobernador (el santafecino Antonio Bonfatti), sucedió en octubre.

5)
"Fíjense qué casualidad: Parque Indoamericano. También un 10 de diciembre también hacíamos un festival por los derechos humanos en la Plaza de Mayo, que terminamos suspendiendo por hechos desencadenados por una patrulla o por dos de la policía, que terminaron con tres muertes de ciudadanos bolivianos y paraguayos", dijo la Presidenta. En realidad, la toma del Parque Indoamericano empezó unos días antes, pero se complicó por disputas jurisdiccionales que planteó al principio el gobierno nacional, enfrentado con la administración de Mauricio Macri, al negar el involucramiento de fuerzas federales, desdiciéndose poco después, tal como ahora sucedió como José Manuel de la Sota. Lo que sí pasó ese 10 de diciembre fue que Cristina Kirchner, por sorpresa, decidió crear un Ministerio de la Seguridad, suceso institucional que implicó el reconocimiento de un déficit en el Estado, poco relacionado, que se sepa, con la antidemocracia. Una de las primeras medidas de la flamante ministra Nilda Garré en 2010 fue el descabezamiento de toda la Policía Federal. Los procesos judiciales en curso aún no probaron que en los hechos hubiera existido, aparte de la gravísima impericia policial, una conspiración organizada contra la democracia.

6)
"A pocos días de las elecciones en las cuales resulté electa por más del 55 por ciento de los votos.". Recuerda mal su récord la Presidenta: según el escrutinio definitivo ganó por 54,11.

7)
Dijo genéricamente que el acto se hacía en honor de "los que pelearon y ya no pelean más", y mencionó a los presidentes Alfonsín y Kirchner. No aclaró si estas referencias se debían al hecho de que ambos fallecieron ni cómo entendía que debían ser considerados los demás presidentes surgidos del voto popular. Incluido De la Rúa, que la escuchaba a pocos metros.

8)
Al evocar en términos personales el 30 de octubre de 1983, cuando por primera vez fue derrotado el peronismo, dijo que pensaba que Alfonsín perdía, pero evitó mencionar a Ítalo Luder, su propio candidato, a quien ella creía ganador. "Los peronistas nos creíamos imbatibles en las urnas, como si uno pudiera hacer cualquier cosa en política y la gente pudiera olvidarlo, sin autocrítica", expresó. De este modo, puso el foco en el desacierto de su pronóstico electoral, un asunto de menor importancia al lado de lo que significó el apoyo a quien propiciaba consagrar la autoamnistía para los militares dictada por el general Reynaldo Bignone, en las antípodas de la defensa de los derechos humanos. Lo llamativo es que en el mismo comentario aseguró que en política no se puede hacer cualquier cosa, debe mediar una autocrítica. Dos párrafos después recordó el juicio a las juntas militares dispuesto por Alfonsín y lo llamó "un hito en la historia política de los derechos humanos de la República Argentina".

En realidad, el peronismo boicoteó aquel juicio, o en el mejor de los casos, lo dejó sin apoyo y en el Congreso hasta se opuso a la creación de la Conadep. Al hacer suya la causa de los derechos humanos, los Kirchner procuraron instalar la idea -expuesta en forma explícita en 2004 en la ESMA- de que en toda la democracia no se había hecho nada con el tema hasta que, por fin, ellos llegaron al poder. Ahora, sin que mediara explicación sobre la revalorización del juicio a las juntas, Cristina Kirchner lo consideró un hito en la historia.

9)
La Presidenta habló de "los condicionamientos de sectores antidemocráticos" y evocó los sucesos de Semana Santa de 1987, manifestándose orgullosa de que su partido hubiera estado en el balcón de la Casa Rosada junto al entonces presidente Alfonsín defendiendo la democracia. Omitió dos detalles: uno, que el líder de aquel alzamiento contra la democracia, Aldo Rico, con el beneplácito de figuras como Carlos Kunkel y Luis D´Elía, se volvió kirchnerista ("los Kirchner tomaron mis ideas", dijo Rico en 2008). Y otro, que si la Presidenta nombró al "compañero Antonio Cafiero", entonces gobernador bonaerense, como partícipe de aquel balcón, donde dijo que también estaba "el presidente de la bancada de mi partido", también podría haberlo nombrado. Se ignora por qué no lo hizo. Era José Luis Manzano.

10)
Tras aludir a lo que pasó entre el 10 de diciembre de 1983 y el presente dijo que no importaba "porque vine hoy a resaltar las coincidencias". Sin embargo, varias veces a lo largo del discurso exaltó logros atribuidos a su marido, como el rescate de un Mercosur olvidado desde los ochenta, forma solapada de criticar a Duhalde y De la Rúa.

11)
Asoció la democracia con "la continuidad de un movimiento nacional" que tiene las banderas del yrigoyenismo y del peronismo. En ningún momento mencionó a las minorías políticas ni en la necesidad de respetarlas, cosa que para algunos teóricos está en la base del sistema democrático. "Hoy no es el día de un partido, hoy es el día de la democracia", dijo también. Pero de sus palabras puede entenderse que para ella no era el día de un partido sino de dos.

12)
Se quejó de que el secretario de Seguridad esté procesado "por detener a gente que cortaba la General Paz". Hay en esta afirmación de la Presidenta dos errores como mínimo. El primero es que Sergio Berni no está procesado por detener a gente sino por detenerla sin orden judicial. Y el segundo es que no era la General Paz sino la Panamericana. De todos modos lo más llamativo es que un gobierno que durante años hizo la vista gorda con los piquetes y con el derecho a circular de los ciudadanos, toleró los cortes hasta de fronteras internacionales y también patrocinó esa clase de protesta, se presente como víctima de la Justicia porque no se le permite detener manifestantes así nomás para liberar una autopista.

13)
A renglón seguido, la oradora dijo que quería rescatar "estos 30 años" contra intentos antidemocráticos porque "no estamos dispuestos a ceder en estos 10 años que constituyen el período de crecimiento económico más importante.", etcétera. No quedó claro si en períodos de bajo crecimiento la democracia puede ser defendida con menos énfasis.

14)
"Yo no nací en el palacio Anchorena, soy hija de trabajadores, nunca me sobró nada, trabajo desde los 18 años, pero jamás se me ocurrió saquear un lugar para tener un televisor mejor", dijo también. La frase "nunca me sobró nada" en boca de una persona que es millonaria, y así lo declara todos los años en forma legal, quizás no ayude a postularla como vara moral en el ámbito de los saqueadores.

15)
Comparó la reinserción de las Fuerzas Armadas en la democracia con la de las fuerzas policiales provinciales, pero dijo que esta era una tarea pendiente. Quien completó la tarea de subordinar a las Fuerzas Armadas a la democracia fue Menem, pero la Presidenta, como ya se dijo, habló como si la década del noventa no hubiera existido. Es muy discutible que pueda compararse la subordinación militar, alcanzada entre otras cosas gracias a la ausencia de hipótesis de guerra mediante severas restricciones presupuestarias que hasta dificultaron los entrenamientos, con la de la policía.

16)
"Hemos desplegado durante todo el territorio (la Presidenta seguramente quiso decir en todo el territorio), y lo saben bien los gobernadores, a las policías de seguridad nacional, la Gendarmería Nacional, la Prefectura, hemos colaborado y estamos y seguimos colaborando". Sin explicaciones: se trata del mismo gobierno que una semana antes le negó la Gendarmería al gobernador de Córdoba con dos argumentos: que no la supo pedir y que el problema que tenía era de orden exclusivamente provincial.

17)
Cristina Kirchner dijo que las policías provinciales suman 200 mil efectivos y que la Gendarmería está en desventaja para sustituirlas, porque tiene sólo 35 mil. Se trata de un enfoque controversial, entre otras cosas porque la participación de los gendarmes en situaciones de conmoción no apuntan a suplantar a todos los agentes provinciales de manera sostenida en todas las provincias.

18)
"Estas cosas suceden porque se quieren desgastar los valores de la democracia", dijo también. "Sabemos que hay instigación política por los que creen que se pueden ganar elecciones hablando de la seguridad o de la inseguridad, instalando el miedo. Quieren instalar el miedo para ganar con la inseguridad". En realidad, no estamos en vísperas electorales. Las elecciones fueron hace un mes y medio y las ganaron en el ring central precisamente quienes hablan de seguridad, si es que así alude la Presidenta, como parece, a Sergio Massa. Se sabe que la Presidenta piensa que la oposición ganó en agosto y en octubre porque los medios de comunicación le llenaron la cabeza a la gente (ella lo comparó en un discurso con el pájaro carpintero que repiquetea de manera constante), pero esa teoría, quizás por tratarse de un homenaje a la democracia, en esta ocasión no la revitalizó.

19)
Sobre el final del discurso, Cristina Kirchner despachó la consabida propaganda de su gobierno (6 millones de puestos de trabajo, 3 millones y medio de netbooks, 3 millones de jubilados incluidos, los salarios más importantes de América latina, etcétera). Contradijo así la intención que había declamado de sólo hablar de coincidencias, mediante la pirueta verbal de enumerar "cosas impensables" que fueron logradas en estos 30 años.

20)
Por último, le habló al enemigo imaginario de la democracia superponiéndolo con un sujeto amorfo que protagonizó la violencia de estos días. "El que crea que hay un camino alternativo que no se disfrace de cordero, que lo diga, si piensa que la democracia o la libertad o el poder expresar lo que sentimos es malo, que lo digan". En realidad, si de expresar se trata, lo que se escuchó estos días de parte de muchos voceros policiales es que al no existir sindicalización policía, las demandas se canalizan en forma irregular. Pero en concreto, sobre los atrasos de los salarios policiales, la erosión inflacionaria y el debate pendiente de la sindicalización, la Presidenta no habló.

© La Nación

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