Jorge Capitanich (izq.) y Juan Manuel Urtubey preocupados por la re-re y el "efecto Zamora". |
La sorpresiva suspensión de la Corte Suprema a la re-reelección
del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, encendió la alarma en el
kirchnerismo, donde ni Cristina Kirchner ni otros mandatarios provinciales
podrán apelar a maniobras jurídicas para ir por otro mandato sin riesgo de
sufrir un revés del máximo Tribunal.
“Esto va a ser un símbolo que sentará jurisprudencia para
que los feudos provinciales no apelen más a justicias adictas para seguir en el
poder”, celebró ante LPO el diputado
radical Ricardo Gil Lavedra, promotor del amparo que frenó la segunda
reelección de Zamora.
La Cámara Nacional Electoral comenzó a implementar este
miércoles el fallo y exigió al Ministerio del Interior rediseñar las boletas
para el domingo y evitar así un falso arrastre de Zamora a sus boletas provinciales
y nacionales.
Para buscar un tercer mandato el gobernador había apelado a
la ya tradicional interpretación de la constitucional provincial para tomar
como primer período el que estaba vigente al momento de su última reforma.
Lo hizo el tucumano José Alperovich en 2011 y logró que la
Corte Suprema local rechazara los amparos presentados por la UCR, que esa vez
no decidió ir a la Corte nacional.
Pero con el fallo del martes nadie dudaría de dar ese paso.
“Lo que cambió es que la Corte se metió a interpretar la constitucionalidad de
las candidaturas. Entonces una testimonial, como la promovida por Scioli,
Kirchner o Massa en 2009, también puede ser objetada”, agregó Gil Lavedra.
Gobernadores mirándose
en el espejo de Zamora
La idea de apelar algún artilugio legal para extender el
período de Gobierno es una estrategia que usó Cristina y varios mandatarios que
asumieron en 2011 y no tenían opción de ir por otro período.
Intentaban al menos advertir a propios y ajenos que no era
conveniente tenerlos de enemigos. El mendocino Francisco “Paco” Pérez puso el
tema en carpeta ni bien asumió pero jamás encontró consenso político y deberá
irse en 2015. Junto a Santa Fe, su provincia no permite siquiera una
reelección.
Le siguió Luis Beder Herrera, gobernador de La Rioja, pero apeló
a lo más simple: Su diputado Oscar Chamía propuso una enmienda constitucional
que habilite la reelección indefinida en los cargos de gobernador e intendente.
Fue la misma propuesta que, a través de una consulta
popular, hizo en 2011 el sanjuanino José Luis Gioja para garantizarse un tercer
período. Lo logró pese a la resistencia de su hermano, el senador César Gioja,
quien fue a los tribunales locales pero no a la Corte Nacional.
Antes de su accidente en helicóptero, por el que aún está
internado, Gioja tenía pensado reinterpretar esa consulta para ir por otro
período más. Son las jugadas que ahora puedan tener un freno en el tribunal
presidido por Ricardo Lorenzetti.
El problema mayor es que, ante un escenario de ruptura en el
peronismo, la certeza de no poder ir por otro mandato multiplica los frentes
internos de los gobernadores.
Le pasa al entrerriano Sergio Urribarri, quien celebra los
rumores sobre una candidatura presidencial por el kirchnerismo. “Quedó peleado
con todos por el cierre de listas y esto le da vida”, coinciden en la oposición
provincial.
Urribarri todavía no habló de reforma o enmienda
constitucional para seguir cuatro años más, como tampoco lo hizo el chaqueño
Jorge Capitanich, otro sin reelección posible.
El salteño Juan Manuel Urtubey ya abrió el paraguas la
semana pasada al aclarar que puedde ir por un tercer mandato si hace uso de la
reforma del artículo 140 de la constitución local realizada por su antecesor
Juan Carlos Romero en 2003 para no irse a la casa.
Fue una modificación de la convención constituyente local
nunca incorporada a una nueva edición de la carta magna. ¿Lo pedirá algún
opositor si Urtubey no se quiere ir en 2015?
En Misiones la re reelección fue un fallido intento del ex
gobernador Carlos Rovira, fundador del Frente Renovador, la primera coalición
plural de la era K.
En 2006 se lo frenó el cura Joaquín Piña en una convención
constituyente que motivó a Néstor Kirchner a prohibir otros intentos de
perpetuidad. Al año siguiente el Frente misionero consagró al ex radical
Maurice Closs, quien deberá irse en 2015.
Tras aquel paso el falso de Rovira el jujeño Eduardo Fellner
fue impedido de seguir. Debió irse a Diputados, volvió a la gobernación el año
pasado con idea de continuar hasta 2019.
Neuquén es otra provincia con problemas. Sapag no puede
reelegir en 2015 y ahora tiene un frente interno duro con el petrolero
Guillermo Pereyra, triunfador en las primarias.
El único que de veras no tendrá problema es el formoseño
Gildo Insfrán, quien puede seguir cuantas veces quiera.
El mismo privilegio existe en Santa Cruz y Catamarca, aunque
Daniel Peralta y Lucía Corpacci ni siquiera pudieron triunfar en las primarias.
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