jueves, 3 de octubre de 2013

JUGAR A LA DEMOCRACIA [Haciendo trampa]

Por Martín Risso Patrón
«A la edad de los 24 años, hay 86 mil mujeres que no trabajan ni estudian y hay 14 mil hombres que no trabajan ni estudian. ¿Qué pasa? Es buenísimo lo que nos pasó [...]»

« "lamitad de las mujeres ni-ni tienen niños menores de 5 años; gracias a la Asignación Universal por Hijo, están en el lugar que tienen que estar, cuidando a los chicos porque tienen recursos para hacerlo [...]».

[Daniel Fernando Filmus, candidato de la Democracia, en declaraciones públicas]

Tiene razón Doña Clota, toda la razón

[Qué habilidad tiene La Vieja de mezclar sus pedestres desbarajustes con la atmósfera que me cuesta mucho crear al escribir en mi escritorio]. Pasó mascullando que está harta de que se le salga el haragán del palo, aderezando para no perder la oportunidad, “...que además, no soy costurera de estropajos...”, y como no le respondí, se me plantó con palo en ristre y trapo en bandolera exigiendo una de dos: “...o me arregla esto, o le dejo la casa hecha un barrial...” [por dios]. Dicho y hecho, se apoyó en el respaldo de mi silla, y como no puede evitarlo jamás, leyendo algún párrafo suelto de mi escrito, me atruena el oído izquierdo: “Jáh...Velo al Profe... y sigue pensando que le van a dar bolilla... Olvídese, eso no es democracia... es falta de respeto, se lo digo yo que tengo el nieto mayor al que le dicen Nini conchabao como pegatinero y se ha olvidao de que hasta casa tiene..., y encima se ha borrao del bespa...”.

[Qué habilidad para desestabilizar]. Justo estaba yo escribiendo un análisis sobre las cuatro elecciones de Salta, sobre el larguísimo año electoral, sobre el ejercicio muscular de votar tantas veces y cómo me alegra, sobre el estímulo a la participación que es andar militando el año redondo, etcétera... Así que marqué todo el texto, metí el dedo en el botón de borrar, le dí unos pesos a La Vieja para que compre haragán, palo y estropajo, y me fui a cafetear al trocén, como se debe ante el blanco absoluto que se te hace en la sabiola cuando alguien con simpleza te dice que se te está escapando la tortuga...

Con la Democracia se come, se cura y también se juega

Con la casa brillante y la cabeza en tinieblas, reinicié la tarea que, dadas las circunstancias, me exigiría andar más rápido en esto del tecleo.

Y así nomás es la cosa. Veamos.

A escala nacional, mientras Daniel Fernando Filmus [58], exministro de Educación, celebra que se haya multiplicado como los panes la cantidad de muchachos y muchachas Ni-Ni [ni estudian - ni trabajan], debido a que existe la asignación universal por hijo, el ministro actual de la Educación del país, Alberto Estanislao Sileoni [61], afirma que la ocupación ilegal de colegios secundarios en la ciudad de Buenos Aires por parte de chicos que no son Ni-Ni es una demostración de madurez política, legitimando incluso los delitos sobrevinientes... Plena campaña, vea.

Mientras tanto, los candidatos nacionales y provinciales, para alguna de las elecciones en esta variada oferta del año, juegan con los huesos de goma que les tira el Régimen por los medios a los que llama desestabilizantes y golpistas: Asesinatos reflotables con asquerosa contumacia cada mes... atrocidades cometidas sobre muslos, ojos y alma de una joven abogada platense por parte de un supuesto sádico... destrozos de supermercados provocados por barrabravas aparentemente incontrolables... varoncitos de 6 que quieren ser nenas de ídem... y el hueso de goma se estira, se estira y no se rompe nunca. Los candidatos [candiditos] se explayan ante cuanta cámara y/o micrófono tienen enfrente, sobre “...la seguridad y la prevención”, sobre “tengo la solución”, sobre “...hay que darles a los vecinos lo que necesitan...”, “que te daré la oportunidad, madre soltera...” incluso a algunos se les advierte cruzada en la cintura como un facón electoral la espeluznante tijera de cortar testículos de violadores, y la beatífica fantasía del “Paco Cero”... No puedo seguir, vea, porque no terminaría nunca... [y encima, me da asco, lo juro].

Mientras tanto, los Filmus, los Sileoni, los Urtubey y los Isa [lo mismo que los Capitanich, los Insfrán y los otros más o menos innombrables], siguen apostando lindo con sus dichos y con sus hechos a jugar con esta Democracia deshilachada que tenemos. Para la cual es legítimo no trabajar ni estudiar, es valorable destruir templos y colegios, pagar vacaciones de campaña a punteros conchabados en cargos políticos para estimularlos a participar en democracia mientras un maestro [Padre de la Patria, dijo Belgrano], lucha desde su suplencia y su interinato por mantener su cargo con el esguince, la tos, la gripe y el desarreglo de vientre que la auditoría médica oficial no reconoce en su verdadera dimensión.

Así es, Don Ricardo, como usted bien lo dijo, con la Democracia se come [si no, ¿pá qué están los subsidios y se aplaude a los Ni-Ni?], con la Democracia se cura [si no...¿pa’ qué se distribuyen cueritos mientras la venérea aumenta?]; pero también se juega, Don Ricardo... Con trampa, también se juega con la Democracia.

En Salta, es tal la maraña de listas a votar en las elecciones próximas locales y pasables, que Doña Clota ya me dijo muy clara y tajante: “Mire vea, Profe, no entiendo más nada con eso de los colores, las fotos y los números, así que viá’ apretar el primer botoncito que tenga a la vista en esa maquinita eléctrica... total, ¡todos son lo mismo...!”, y me mandó al rincón de la desolación ciudadana una vez más la Vieja i’ miesca... Trampa... colectoras, seudolemas, máquinas eléctricas de inventar votos, huesos de goma...

Mesíaspara todos y todas

Y para colmo, la ilusión [o trágica mentira del autoconvencimiento] de ser un Mesías. Como resultado de tanto mascar un hueso de goma con los dientes motos, los candidatos [candiditos], salvo honrosísimas excepciones, tienen el último recurso para salvar su ego [lo que aquí se lamenta, no se deslegitima]: Convertirse en el semidiós de la vanguardia de la gente. O la vanguardia del Cielo en la Tierra. “Camino por tu barrio y a vos, a vos también y a la otra, les tengo la solución para la falta de seguridad, la falta de trabajo, la falta de...”,[por dios].

Entonces, ahí nomás asoman las patas de la Sota en este perverso juego con trampa, en las cartas que juega el Pueblo: La democracia está dejando de ser un espacio en el que la mayoría gobierna y la minoría controla, simplemente porque la mayoría parlamentaria no representa ya a la mayoría popular. Porque la mayoría, Don Pueblo, hoy se mide con la unidad-cliente. Independiente de la voluntad de la Persona, sea o no sea contrera, pasa a ser un número, sólo un número despojado de vida, como los NI-Ni de Filmus y los alumnos tomadores de colegios y destructores de templos de Sileoni.

Comprado eso, los candidatos [candiditos], juegan su Sota haciendo creer, y lo más trágico, creyéndolo ellos mismos, que tienen 33 de mano. Y dicen que inventarán leyes para cortar testículos, leyes para identificar porqué los docentes eligen el magisterio encubriendo sus perversiones [para prevenir, dicen, ¿no Don Giacosa?], leyes imposibles de derogar la Ley de la Gravedad,  las Leyes de Mendel...

No saben que la prevención ya existe, en esta vasta maraña legal que el Estado de Derecho tiene dispuesta para todos y todas. Porque, para que sepan, la prevención no es un enunciado, la prevención es una conducta, es un hecho, es una gestión... ¿cómo quiere que se lo diga? ¡Es cumplir y hacer cumplir las leyes! ¿O se olvidan que existen mandatos sociales legitimados en lo que se llama “Derecho Contravencional”?

Lograr que se cumpla con la dispersión de patotas esquineras, que no se utilicen los bancos de las plazas para la fornicación diaria, que se obligue a ceder los asientos a quién lo necesite en los transportes públicos, que se sancione el tráfico de influencias, que se corte con el drenaje de coimas oficializadas, que no se chupe ni se mee en las veredas... eso... eso es prevención, amigos, no otra cosa, y si van a sentarse en un solemne escaño legislativo, que sea para elaborarlas mejores maneras de gestión de un ejecutivo que, por hoy ha extraviado el rumbo.

Con Flor me achico.

[Versión impresa, en Semanario "Nueva Propuesta", Salta]

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