Por Ana Gerschenson |
Los peronistas esperan que Cristina Kirchner regrese a la
Casa Rosada dispuesta a hacer los cambios necesarios que le permitan al
justicialismo permanecer en el poder después de 2015. "Cristina vuelve en
formato estadista y en 2015 se va a ir con más del 50 por ciento de imagen
positiva", coincide la dirigencia partidaria, integrada por funcionarios,
gobernadores e intendentes del PJ.
Los peronistas aliados al Gobierno creen que la Presidente
retomará su actividad luego de su reposo por la operación a la que fue sometida
a principios de mes y hará cambios en el Gabinete (esperan que el primero a
remover sea Guillermo Moreno, de la Secretaría de Comercio), que tomará medidas
económicas para combatir la inflación, se endeudará para aliviar la presión
sobre el dólar, volverá a escuchar al PJ y reubicará en un segundo plano a La
Cámpora.
Eso es lo que piensa el peronismo, incluido el gobernador
bonaerense Daniel Scioli, quien se puso la campaña bonaerense al hombro después
de escuchar las promesas de cambio a partir del próximo lunes. Claro que no
contaba con la intervención quirúrgica y los 30 días de reposo que deberá
cumplir Cristina hasta principios de noviembre. Un plazo que será reevaluado
oportunamente, como quedó escrito en el último parte de los médicos del
Favaloro.
Es tal el convencimiento de los gobernadores e intendentes
del PJ que el discurso es casi idéntico. Aseguran que la Presidente ya había
puesto en marcha su nueva estrategia política desde la derrota del gobierno en
las PASO hasta el día de su internación. Subió el mínimo no imponible, bendijo
la designación del intendente de Ezeiza como ministro de Seguridad de la
provincia de Buenos Aires y sorprendió al asegurar que nunca dejó de confiar en
Scioli en una de las entrevistas del nuevo ciclo "Desde otro lugar".
Sí, al mismo Scioli que los ultrakirchneristas meses antes acusaban en masa de
"no bancar los trapos".
Capítulo aparte merece el destino de La Cámpora, agrupación
protegida por la Presidente. Primero el video en donde el titular de Aerolíneas
Argentinas Mariano Recalde llama "zánganos" a los senadores, y
desprecia la idea de tener que rendir cuentas de los fondos públicos que gasta
la compañía a los legisladores, y luego el video de Juan Cabandié pidiendo un
correctivo para una agente de tránsito que le aplicó una multa, pusieron en
jaque a la agrupación ideada por Máximo Kirchner.
Desde el inicio del kirchnerismo hubo una tensión concreta
entre los camporistas y los peronistas tradicionales que militaban también en
el mundo K. Pero ahora el PJ cree que quedó demostrado que La Cámpora fracasó y
que los dos años que vienen son tiempos de volver al peronismo de base.
Especialmente, si el domingo Daniel Filmus no logra retener su banca por el
"efecto Cabandié".
El tema es si Cristina Kirchner va a pensar lo mismo cuando
retome el poder. Por lo pronto, como se escribió en este diario en marzo de
este año, el gobernador Sergio Urribarri sigue siendo el heredero favorito del
modelo K para el 2015. De allí que se mencione su nombre para integrar la
jefatura de Gabinete cuando la Presidente ponga en marcha los cambios que
vaticina el propio peronismo. No es lo que le habían prometido al gobernador
bonaerense, pero ya está acostumbrado a las batallas con el kirchnerismo, que
aún hoy admite que Scioli no los representa.
Hay demasiadas especulaciones políticas sobre el retorno de
la Presidente. Y muchas expectativas sobre un cambio en el rumbo de la gestión.
La realidad es que el lunes próximo comienzan los últimos dos años del gobierno
de Cristina Kirchner. Y también la construcción de los candidatos
presidenciales para el 2015. Habrá que esperar para el final del reposo de la
Presidente para saber cómo van a ser los días que quedan. Si elegirá no cambiar
nada, o continuar con el giro político y económico que había comenzado luego de
las PASO y que hizo que su imagen positiva subiera 10 puntos en tiempo récord.
Nadie lo sabe. Sólo Cristina.
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