Por Gabriel Profiti |
El Gobierno pidió respaldo a Beijing por los fondos buitre.
Además, espera concretar otro swap de monedas y el desembarco de Bridas en YPF.
Vayamos por partes
Hace poco más de dos semanas, en el marco de la cumbre del
G20 en San Petersburgo, Cristina Kirchner mantuvo su primera reunión con su par
chino Xi Jinping, quien asumió el cargo en marzo luego de haber sido
vicepresidente de Hu Jintao.
En la reunión, ambos mandatarios acordaron avanzar con el
plan de accion conjunta que fue propuesto el año pasado por el entonces primer
ministro Wen Jiabao. Ese plan establece metas concretas para el período 2014 a
2019 en todos los ámbitos, pero principalmente en el comercial y político.
Los chinos, que hacen de la planificación un culto,
propusieron ese marco para avanzar en todos los niveles.
Buitres
Pese a que no fue informado oficialmente, la Presidenta le
planteó a su par chino -como al resto de los mandatarios con los que se
entrevistó en Rusia- la necesidad de contar con apoyo internacional en la
pulseada contra los fondos buitre.
Xi hizo una mención protocolar de acompañamiento, pero no
habrá un pronunciamiento formal.
"Argentina puede recibir apoyo internacional y de China
si plantea la cuestión en la ONU o dentro del FMI, porque no estamos de acuerdo
con que se afecte la soberanía de un país, pero debe evitar de cualquier modo
caer en un default técnico porque se volvería mucho menos confiable",
indicaron fuentes del Gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh).
Al salir del encuentro en el Corinthia Hotel de San
Petersburgo, la Presidenta mencionó la participación china en la construcción y
el financiamiento de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic y también
los convenios para la mejora y reactivación de las líneas ferroviarias San
Martín, Mitre, Roca, Sarmiento y Belgrano Cargas.
De hecho, por estas horas el ministro Florencio Randazzo se
encuentra en Qingdao, al este de ese país, para visitar la fábrica en la que se
construyen los vagones para el Roca, el Mitre y el Sarmiento. Esa es la gran
apuesta oficial para mejorar el sistema ferroviario.
El problema en términos electorales para el Gobierno -y
concretos para los pasajeros- es que no se verá hasta el año próximo.
Swap, soja, YPF
Las reservas del Banco Central tocaron esta semana su nivel
más bajo desde 2007 al ubicarse apenas por encima de 35.000 millones de
dólares.
Mucho se habló de amortiguar esa caída con la firma de un
nuevo "swap" de monedas con China, como el que se rubricó en 2009
pero que no se utilizó.
Con ese convenio, la Argentina accedería a una línea en
yuanes por el equivalente a 10.000 millones de dólares. A cambio entregaría los
pesos correspondientes al tipo de cambio oficial.
Las autoridades chinas esperan que se use el mecanismo para
desdolarizar el intercambio comercial.
Según las fuentes consultadas por este columnista, las
partes están de acuerdo con suscribir otro convenio pero "hay algunas
diferencias" y se firmaría solo después de las elecciones.
Sucede que Beijing espera correcciones al modelo económico
argentino y teme que el acuerdo le resulte desventajoso teniendo en cuenta la
brecha entre el dólar oficial y el blue.
Las precauciones chinas chocan con las urgencias argentinas.
Una situación similar se da con YPF y su búsqueda frenética de socios para la
exploración del yacimiento de Vaca Muerta, principal apuesta para revertir el
creciente déficit energético.
Después del acuerdo entre la petrolera argentina y la
estadounidense Chevron, China se mostró muy dispuesto a sacar tajada de la
torta. Informes internacionales le aseguraron al gobierno del PCCh que las
reservas de petróleo y gas no convencional en ese campo argentino son
"formidables".
China tiene tres compañías petroleras de propiedad estatal,
Sinopec y CNPC, CNOOC, pero para evitar competencia interna la que interviene
en el proceso argentino es la última, debido a que ya tiene operaciones en el
país a través de Bridas, consorcio en el que está asociado con la familia
Bulgheroni.
"Bridas tiene mucho interes en participar. Ordenaron
estudios, pero demandan hasta un año y esperan ver los beneficios que da el
Gobierno argentino a la inversión", indicaron las fuentes.
El principal activo de la relación sigue siendo la soja.
Este año está previsto que se duplique la compra de la oleaginosa argentina por
parte de China de 592 a 1000 o 1.100 toneladas, según analistas argentinos. Se
espera que la demanda vuelva a aumentar el año próximo.
De todos modos, la Argentina tiene mucho para crecer en ese
aspecto. Sigue siendo el tercer exportador a China de soja, con el 10 por
ciento del total de las ventas, pero muy por detrás de Estados Unidos (44%) y
Brasil (41%).
El comercio bilateral creció 8% en los primeros siete meses
del año con relacion a igual período del año pasado, pero China sigue con un
pequeño superávit, lo que fastidia a la Argentina.
Dentro del complejo agropecuario, en agosto el Ministerio de
Agricultura chino habilitó por primera vez la compra de maíz argentino. Son 60
mil toneladas, un número que no incide en la balanza comercial pero que implica
un gesto político.
Pero nada es gratis en el intercambio con el dínamo de Asia.
De hecho, la necesidad de acercarse al principal polo de poder emergente la
Argentina permitió -a través del Congreso Federal Pesquero- el ingreso de 20
pesqueros para la captura de calamar, lo que generó rechazo del sector
nacional. La flota china pertenece a las empresas Chiarpesca y Fénix
International.
"Este acuerdo va a facilitar muchas cosas para la
Argentina", aseguró la fuente del gobierno de Xi.
En contrapartida, la empresa Tierra del Fuego Energía y
Química (TDFEyQ), cuyo principal accionaria es la firma estatal china Shaanxy,
ya decidió desactivar su proyecto para la producción de fertilizantes en esa
provincia, a raíz de los problemas para contar con insumos y el abastaecimiento
de gas.
El secretario de Política Económica, Axel Kicillof, propuso
mudar el proyecto a Mendoza, con otro patrón energético, pero los chinos lo
están analizando.
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