domingo, 22 de septiembre de 2013

Frente a cada problema, una solución china

Por Gabriel Profiti
El Gobierno pidió respaldo a Beijing por los fondos buitre. Además, espera concretar otro swap de monedas y el desembarco de Bridas en YPF.

Hace dos años, una delegación de policías chinos llegó a la Argentina para desbaratar, junto con las fuerzas de seguridad locales, células cada vez más corrosivas de la mafia china. Se podría exagerar ahora con que solo faltaría la convocatoria de las brigadas asiáticas para combatir el delito en la Argentina, porque para el resto de los cuellos de botella nacionales el Gobierno explora una solución china.

Vayamos por partes

Hace poco más de dos semanas, en el marco de la cumbre del G20 en San Petersburgo, Cristina Kirchner mantuvo su primera reunión con su par chino Xi Jinping, quien asumió el cargo en marzo luego de haber sido vicepresidente de Hu Jintao.

En la reunión, ambos mandatarios acordaron avanzar con el plan de accion conjunta que fue propuesto el año pasado por el entonces primer ministro Wen Jiabao. Ese plan establece metas concretas para el período 2014 a 2019 en todos los ámbitos, pero principalmente en el comercial y político.

Los chinos, que hacen de la planificación un culto, propusieron ese marco para avanzar en todos los niveles.

Buitres

Pese a que no fue informado oficialmente, la Presidenta le planteó a su par chino -como al resto de los mandatarios con los que se entrevistó en Rusia- la necesidad de contar con apoyo internacional en la pulseada contra los fondos buitre.

Xi hizo una mención protocolar de acompañamiento, pero no habrá un pronunciamiento formal.

"Argentina puede recibir apoyo internacional y de China si plantea la cuestión en la ONU o dentro del FMI, porque no estamos de acuerdo con que se afecte la soberanía de un país, pero debe evitar de cualquier modo caer en un default técnico porque se volvería mucho menos confiable", indicaron fuentes del Gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh).

Al salir del encuentro en el Corinthia Hotel de San Petersburgo, la Presidenta mencionó la participación china en la construcción y el financiamiento de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic y también los convenios para la mejora y reactivación de las líneas ferroviarias San Martín, Mitre, Roca, Sarmiento y Belgrano Cargas.

De hecho, por estas horas el ministro Florencio Randazzo se encuentra en Qingdao, al este de ese país, para visitar la fábrica en la que se construyen los vagones para el Roca, el Mitre y el Sarmiento. Esa es la gran apuesta oficial para mejorar el sistema ferroviario.

El problema en términos electorales para el Gobierno -y concretos para los pasajeros- es que no se verá hasta el año próximo.

Swap, soja, YPF

Las reservas del Banco Central tocaron esta semana su nivel más bajo desde 2007 al ubicarse apenas por encima de 35.000 millones de dólares.

Mucho se habló de amortiguar esa caída con la firma de un nuevo "swap" de monedas con China, como el que se rubricó en 2009 pero que no se utilizó.

Con ese convenio, la Argentina accedería a una línea en yuanes por el equivalente a 10.000 millones de dólares. A cambio entregaría los pesos correspondientes al tipo de cambio oficial.

Las autoridades chinas esperan que se use el mecanismo para desdolarizar el intercambio comercial.

Según las fuentes consultadas por este columnista, las partes están de acuerdo con suscribir otro convenio pero "hay algunas diferencias" y se firmaría solo después de las elecciones.

Sucede que Beijing espera correcciones al modelo económico argentino y teme que el acuerdo le resulte desventajoso teniendo en cuenta la brecha entre el dólar oficial y el blue.

Las precauciones chinas chocan con las urgencias argentinas. Una situación similar se da con YPF y su búsqueda frenética de socios para la exploración del yacimiento de Vaca Muerta, principal apuesta para revertir el creciente déficit energético.

Después del acuerdo entre la petrolera argentina y la estadounidense Chevron, China se mostró muy dispuesto a sacar tajada de la torta. Informes internacionales le aseguraron al gobierno del PCCh que las reservas de petróleo y gas no convencional en ese campo argentino son "formidables".

China tiene tres compañías petroleras de propiedad estatal, Sinopec y CNPC, CNOOC, pero para evitar competencia interna la que interviene en el proceso argentino es la última, debido a que ya tiene operaciones en el país a través de Bridas, consorcio en el que está asociado con la familia Bulgheroni.

"Bridas tiene mucho interes en participar. Ordenaron estudios, pero demandan hasta un año y esperan ver los beneficios que da el Gobierno argentino a la inversión", indicaron las fuentes.

El principal activo de la relación sigue siendo la soja. Este año está previsto que se duplique la compra de la oleaginosa argentina por parte de China de 592 a 1000 o 1.100 toneladas, según analistas argentinos. Se espera que la demanda vuelva a aumentar el año próximo.

De todos modos, la Argentina tiene mucho para crecer en ese aspecto. Sigue siendo el tercer exportador a China de soja, con el 10 por ciento del total de las ventas, pero muy por detrás de Estados Unidos (44%) y Brasil (41%).

El comercio bilateral creció 8% en los primeros siete meses del año con relacion a igual período del año pasado, pero China sigue con un pequeño superávit, lo que fastidia a la Argentina.

Dentro del complejo agropecuario, en agosto el Ministerio de Agricultura chino habilitó por primera vez la compra de maíz argentino. Son 60 mil toneladas, un número que no incide en la balanza comercial pero que implica un gesto político.

Pero nada es gratis en el intercambio con el dínamo de Asia. De hecho, la necesidad de acercarse al principal polo de poder emergente la Argentina permitió -a través del Congreso Federal Pesquero- el ingreso de 20 pesqueros para la captura de calamar, lo que generó rechazo del sector nacional. La flota china pertenece a las empresas Chiarpesca y Fénix International.

"Este acuerdo va a facilitar muchas cosas para la Argentina", aseguró la fuente del gobierno de Xi.

En contrapartida, la empresa Tierra del Fuego Energía y Química (TDFEyQ), cuyo principal accionaria es la firma estatal china Shaanxy, ya decidió desactivar su proyecto para la producción de fertilizantes en esa provincia, a raíz de los problemas para contar con insumos y el abastaecimiento de gas.

El secretario de Política Económica, Axel Kicillof, propuso mudar el proyecto a Mendoza, con otro patrón energético, pero los chinos lo están analizando.

© NA

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