viernes, 5 de julio de 2013

Se puso feo



Por Relato del Presente

Convengamos que la semana prometía desde el vamos, cuando el viernes pasado la Presi nos alegró el arranque del finde compartiendo con nosotros la carta que le envió al Papa. Linda, pintoresca. Llegué a preguntarme si la escribió el mismo viernes a la noche, luego de un after office con promo 2×1 en bebidas blancas.

Sin embargo, no deja de sorprenderme cuando recuerdo a todos los mamertos que me repetían que la mina es una gran oradora, que en la Cámara de Diputados y en la Senadores se destacaba por sus palabras, como si hubiera que hacer mucho mérito para sobresalir entre ese rejunte de ignotos analfabestias que llegaron encadenados a una lista sábana. A todos esos enamoradizos quisiera recordarles que se habla como se escribe y se escribe como se piensa.

Todo gira en torno a ella, cualquier lugar viene bien para hacer terapia y mimar el ego: una carta al Papa, la inauguración de una obra en el hospital Churruca, el acto de jura de las nuevas autoridades de las Fuerzas Armadas. Todo vale para que nos enteremos de la suerte que tenemos por contar con una presidente como ella. Entre euforias twitteras y mensajes masturbatorios, Cristina llegó a tirar que siempre hay una primera vez para todo y que ella lo sabe porque fue la primera de su género en presidir el país. Ayer mismo, en una charla en la que inauguraba una biblioteca, hizo catarsis sobre lo difícil que le resulta gobernar con tanta gente hinchapelotas, lo lindo que fue ser legisladora y lo que le gustaría volver a serlo.

Mientras la Presi entra en la etapa de psicoanálisis determinada por la indecisión y aún no sabe si quiere ser Juez, Presidente de nuevo o legisladora, se dio el gusto de rendirle homenaje a Hipólito Yrigoyen y a Juan Perón. Como el homenaje era a ambos al mismo tiempo y no daba para elegir entre un orador radical y uno peronista, optaron por el imprentero Amado Boudou, quien en un delirio místico histórico refirió que a los gobiernos se los conoce por los enemigos. Así fue que el otrora militante de un partido presidido por uno de los que volteó a Perón, homenajeó a éste y a Yrigoyen de cuyo golpe participó Perón, para luego afirmar que a ambos presidentes los voltearon los militares, los grupos económicos y los medios hegemónicos. Obviamente, no faltó la advertencia de que podría volver a ocurrir, dado que los enemigos del gobierno son los mismos, con lo que no queda claro si los enemigos son Perón, Alsogaray, Aramburu, Martínez de Hoz, Uriburu o alguna otra ánima en pena que vague por la Casa Rosada.

El “te conozco por tus enemigos” es un planteo más que interesante utilizado hasta el hartazgo por el oficialismo. En 2008, al gobierno se lo reconocía peronista porque sus enemigos eran el campo, la Iglesia y Clarín, con lo que cabría plantearse cómo se definían cuando eran todos gomías. Ahora, con el fervor católico que baja como mantra desde Presidencia y con los gremios peronistas enfrentados al gobierno, no sé si es recomendable que sigan con el planteo de reconocimiento de enemigos. Más si tenemos en cuenta que el mismo axioma habilita al “también te conozco por tus amigos”, que en este caso deja una lista un tanto difícil de justificar, si partimos de los funcionarios que formaron parte de la Alianza, los que jugaron en las primeras filas del menemismo, o la amistad de Osvaldo Cornide, presidente de la CAME y coordinador del Lock out Patronal que precedió al golpe de 1976. Su jornada no quedó allí no más, y desde los pagos de Sergio Massa, Amado Boudou dijo que el que no estaba con el gobierno, estaba en contra. Como si hiciera falta aclararlo.

La Presi, mientras tanto, ya se encontraba en Bolivia, a donde viajó de raje para desagraviar a Evo Morales, quien quedó varado en Viena luego de que le negaran el permiso de traspasar el espacio aéreo de varios países de Europa. A Cris la esperaban la crema de la Patria Grande: Pepe Mujica de Uruguay, Dési Bouterse de Surinam, Nicolás Maduro de Venezuela, y el Rafa Correa, el que critica el imperialismo yanki con la economía 100% dolarizada. Faltaron Ollanta Humala de Perú, Sebastián Piñera de Chile, Juan Manuel Santos de Colombia, y Dilma Rousseff de Brasil, quienes tenían cosas más importantes para hacer que ir a consolar a Evo Morales porque no lo querían dejar entrar a España. Cosas como no cagar sus respectivas relaciones comerciales con Europa, por ejemplo.

Cristina arremetió contra los europeos por haber saqueado Sudamérica hace un par de siglos y por no pedir disculpas. Se respiraba tensión en el ambiente, pero la Presi le puso humor al tirar que ella siempre pide disculpas cuando se equivoca. Luego aseveró que no se puede permitir que se impida la circulación de un avión oficial extranjero, para luego saludar y marcharse ante la cara de asombro de quienes recordaron cuando Timerman revisó y secuestró un avión norteamericano que había sido previamente autorizado.

La Presi va del optimismo porque está todo bien, al enojo porque hay gente que dice que no está todo bien, pero la realidad blue nos tira que la confianza en el gobierno es tan, pero tan grande que la gente no puede esperar para obtener su Cedín y ya se emitió la abismal cifra de ocho cedines por un monto astronómico de doscientas lucas.

Ayer Cristina puteó a los sindicalistas, de quienes recordó que llevan veinte o treinta años al frente de sus sindicatos, pero que entonces sí tenía sentido que hicieran quilombo y no ahora. Porque no, porque ella dice que está todo bien y con eso debería bastar. Por si fuera poco, se le ocurrió decirles cómo es que se reclaman las cosas, y que las presiones y conflictos están bien, pero que deben darse dentro del marco democrático, como si una huelga fuera un intento de golpe de Estado.

Lo cierto es que la Presi está caliente con los gremios y no es sólo por la huelga de los ferroviarios del miércoles pasado. Camioneros arranca el paro a la medianoche del domingo y, por si fuera poco, Moyano volvió a reunirse con Caló y Lescano, quien ya pegó el portazo hace varios días.

El amor de los sindicatos amigos con Cristina duró poquito y, mientras la Presi los trata de antidemócratas -qué cosa eso de tildar de antidemocráticas cuestiones tan básicas que están plasmadas en la Constitución Nacional- que no entienden la década ganada, el impuesto a las ganancias se morfó el aguinaldo de mitad de año. Entre tanto, Floppy Randazzo denuncia a los ferroviarios y en los gremios ya están en pie de guerra, dando por sentado que el lunes arranca Moyano y el resto se irá sumando de a poquito con sus reclamos.

Viernes. Pronóstico reservado.

© Perfil

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