Nacionales – La presidenta Cristina Kirchner vivió un momento incómodo este lunes al mediodía cuando fue interrumpida por una vecina de Río Gallegos al comenzar un discurso en el que hizo una fuerte defensa de la reforma judicial. La mandataria intentó disimular contestándole a la mujer: "después, después, dale bueno, está bien, está bien". Desde el público comenzaron a crecer los murmullos hasta convertirse en gritos lo que molestó a la presidenta.
Si bien las cámaras no llegaron a captar los gritos de la mujer enojada, la Presidente se comprometió a atender el caso una vez finalizado el acto.
Cristina Fernández vivió este lunes otro momento incómodo en medio de un acto en Río Gallegos. La Presidente se disponía a comenzar su discurso cuando una persona del público la increpó a los gritos.
Cristina intentó disimular el malestar que le causó esta interrupción pero inmediatamente frenó a la mujer: "después, después, dale bueno, está bien, está bien", le dijo buscando calmar el reclamo, con cierto desdén.
Y ante los murmullos que comenzaron entre el público, la mandataria lanzó, con una sonrisa un tanto socarrona: "que todo el mundo se exprese, no hay problema, después la vamos a atender. Todos tenemos que estar dispuestos a escucharnos".
El reclamo de la mujer no puede distinguirse con claridad ya que su voz se oye baja y Cristina la tapa en parte, pero estaría relacionado con un pedido a la justicia por la libertad de su esposo.
Luego comenzó un duro discurso contra los jueces, visiblemente enojada por los recientes fallos contra la reforma judicial.
"Si hubiéramos largado la monarquización de la Justicia, entendería que estén nerviosos o indignados. La palabra democracia es una palabra que no puede atemorizar a nadie", afirmó la jefa del Estado, durante un acto en Río Gallegos, al que no asistió el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, que mantiene un enfrentamiento con la Casa Rosada.
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