La caída del precio internacional de la soja el de gran preocupación para el Gobierno argentino por la pérdida de recaudación por las exportaciones. |
En un mes de noviembre en el que pareciera que el
kirchnerismo no pega una, en los últimos días se sumó un nuevo, considerable e
inalterable factor que genera un alto grado de preocupación en el seno del
Gobierno nacional.
Se trata de la brutal caída que viene registrando la soja. A
fines de septiembre, LPO alertó que la baja en el precio de la oleaginosa
encendía luces de alerta en el Gobierno. Un mes y medio después, se puede
afirmar que ese factor ya genera otra crisis más.
Sucede que el principal producto de exportación y generador
de divisas argentino registró este lunes una baja de u$s 15 en el Mercado de
Chicago y su precio se ubica ahora en u$s 518 por tonelada, muy lejos de los
u$s 650 que alcanzó dos meses atrás.
Pero, ¿a qué se debe semejante baja? Los analistas
consultados por este medio resaltaron como principal factor que la cosecha en
EE.UU. no será tan baja como se esperaba (algo que reflejó finalmente el USDA
en su último informe mensual).
“Lo que hay que entender es que los precios récords que hubo
dos meses atrás eran realmente extraordinarios y la actual baja refleja un poco
más la realidad del mercado”, comentó el analista de mercados granarios,
Enrique Sarthes.
“Probablemente los precios van a seguir en baja, o más bien
volátiles, hasta que se defina qué pasará con la cosecha sudamericana”, señaló
Sarthes, y agregó que “las producciones en Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay serán claves en este sentido”.
Así las cosas, semejante caída de precios a nivel mundial
(más de u$s 100 en dos meses) afectará de manera notable la recaudación por
pago de retenciones que realizan las multinacionales exportadoras al Estado
nacional.
En tanto, en la zona de influencia de Rosario (Up River), la
soja disponible cotizó este lunes a $ 1850 por tonelada, mientras que en el
recinto de la Bolsa de Comercio rosarina (BCR) no se escucharon ofertas
abiertas por la nueva campaña.
En el ámbito local la baja no es tan pronunciada como en el
mercado internacional de referencia debido a la escasa disponibilidad de
mercadería y a la alta necesidad por parte de los compradores que deben cumplir
con sus compromisos con el exterior.
Los últimos datos oficiales muestran que a la fecha la
demanda exportadora e industrial adquirió partidas de soja 2011/12 por 36
millones de toneladas sobre una cosecha estimada en apenas 40 millones (se
esperaban 54 millones a comienzos de la campaña).
Eso implica que -gracias al “efecto silobolsa”- quedarían
solo alrededor de 4 millones de toneladas por capturar de la vieja cosecha
cuando aún faltan unos cinco meses para el ingreso de la nueva producción
2012/13.
En este contexto, en el mercado esperan que durante los
próximos meses la demanda local continúe ofreciendo precios muy atractivos a los
productores agropecuarios que tuvieron la posibilidad de retener su cosecha de
soja hasta último momento.
Por otro lado, aún resta determinar el impacto que tendrá el
exceso de lluvias para la soja en el centro del país (en el caso del maíz
generó un desastre productivo). Este dato será clave para determinar la
evolución de los precios a nivel internacional.
Para el especialista de la consultora Granar, Adrián
Seltzer, “prácticamente no hay chances de que haya subas hasta que aparezcan
novedades y datos certeros de lo que pueda ocurrir con la cosecha en
Sudamérica”.
Por último, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos
Aires (BCBA), ya se sembró un 11 por ciento del área de soja 2012/13 prevista
en 19,7 millones de hectáreas reflejando un retraso interanual de casi el 15
por ciento debido a las abundantes lluvias.
Informe: LPO
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