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Durante el levantamiento carapintada, políticos, sindicatos, empresarios y asociaciones civiles y toda la ciudadanía se movilizaron en defensa de la democracia. (Foto/Télam) |
Por Juan Robledo
El miércoles 15 de abril de 1987, en la víspera de Semana Santa, el mayor Ernesto “Nabo” Barreiro debía concurrir a declarar ante un juez federal cordobés que lo investigaba por su accionar durante la dictadura en el centro clandestino de detención conocido como “La Perla”. En vez de concurrir a los tribunales, Barreiro se dirigió al Regimiento de Infantería Aerotransportada de Córdoba y se acuarteló: fue la chispa que desató el incendio.