lunes, 17 de octubre de 2022

El Frente de Todos lanzó la pelea por el liderazgo para 2023: ¿se puede partir el oficialismo?

Los actos separados por el "Día de la Lealtad" inauguraron 
la interna electoral. Cómo es la disputa entre sectores y 
el nuevo plan de Alberto Fernández

 Máximo Kirchner habla en uno de los actos realizados por el peronismo para
recordar el 17 de Octubre. (Foto/Télam)

Por Pablo Sieira

La división que mostró el Frente de Todos para conmemorar el "Día de la Lealtad", máxima expresión de la liturgia peronista, inauguró de forma explícita la pelea por el liderazgo de la alianza de Gobierno y los lugares en las listas de candidatos para 2023, a la vez que dejó flotando el riesgo de una ruptura en el oficialismo a pesar de que todos dicen querer evitarla.

En escenarios separados, el presidente Alberto Fernández; La Cámpora junto a los Camioneros de Pablo Moyano; la CGT y los movimientos sociales más cercanos a la Casa Rosada mostraron con discursos y gestos que empezó un reposicionamiento de cada uno de los sectores que integran la coalición oficialista.

Las diferencias internas no son nuevas, pero se profundizan al calor la crisis inflacionaria que afecta a los trabajadores asalariados y agrava la situación de indigencia entre los informales y desempleados. Este contexto activó el instinto de supervivencia de cada espacio del oficialismo, donde observan una muy posible derrota en las elecciones presidenciales de 2023.

La expresión más directa de esta nueva etapa provino del acto que realizó la CGT en Obras Sanitarias, donde los popes sindicales reclamaron "concejales, legisladores provinciales, diputados y senadores nacionales" propios en las listas de candidatos del año próximo, pero no fue la única: lo mismo hizo el Movimiento Evita en el evento que realizó en Laferrere.

Estas definiciones tienen dos destinatarios directos: Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, los dos grandes ausentes de los actos políticos por el Día de la Lealtad. Distanciados y en posiciones muy distintas en cuanto al peso político de cada uno, ambos quedaron inmersos en una disputa que los tiene como figuras estelares pero que empieza a excederlos.

El Frente de Todos lucha por el liderazgo 2023: ¿cómo se mueve Alberto Fernández?

"El peronismo está hecho mierda", expresó el histórico líder del sindicato de Gastronómicos, Luis Barrionuevo, antes de participar del acto de la CGT en Obras Sanitarias. Sin el poder de la metáfora ni del eufemismo, el dirigente resumió la visión general tanto del sindicalismo y como de otros sectores del oficialismo actual.

La primera clave en ese sentido la dio el propio Fernández, quien a pesar de ser el presidente del PJ nacional no asistió a ninguna de las convocatorias porque no fue invitado y tampoco buscó un acto unificado del partido oficial del peronismo.

"Hubiera sido imposible un solo acto en este clima, está todo roto", se sinceró ante iProfesional una fuente que conoce la vida interna del movimiento peronista, en coincidencia con la lectura de Barrionuevo. Consciente de esa limitación, el Presidente optó por conmemorar el 17 de octubre con un acto institucional donde inauguró la finalización de la Autopista Ezeiza-Cañuelas.

"Mejor que decir es hacer; mejor que prometer es realizar", expresó Alberto Fernández parafraseando a Juan Domingo Perón, al tiempo que destacó que "en la Argentina del presente hay 5.300 obras públicas en ejecución que llegan a cada rincón del país y que no distinguen ideologías ni gobiernos". Con ello intentó justificar su ausencia en los actos por el "Día de la Lealtad".

Según deslizó a este medio una fuente gubernamental, el Presidente está "tratando de levantar la cabeza" tras el desgaste al que lo sometió la pelea con Cristina Kirchner y la imagen de debilidad y soledad que lo aquejó en los últimos meses. Fue con esa misma intención que, el mandatario, el viernes en el Coloquio de IDEA, se colgó la medalla de haber sido quien enfrentó el endeudamiento con el FMI, la pandemia y las consecuencias de la guerra en Europa.

Recuperar la centralidad: ¿Alberto Fernández hará más cambios de Gabinete?

Corrido del rol de presidente del PJ, el mandatario busca revalidar su lugar como cabeza del Gobierno. Es por ello que en Cañuleas anticipó el lanzamiento de un bono para personas en situación de indigencia sin asistencia del Estado y los cambios en el Impuesto a las Ganancias que en los hechos ya había anunciado el ministro de Economía, Sergio Massa, el fin de semana.

Alberto Fernández quiere recuperar la centralidad y hacer valer "la lapicera" del Presidente, de la que tanto se habló en los últimos meses. En los últimos días corrieron numerosas versiones sobre nuevos cambios en el Gabinete tras la llegada de las nuevas ministras de Trabajo, de Desarrollo Social y de Mujeres. El mandatario buscaría definir nuevamente solo, sin consultar a Cristina Kirchner, los eventuales reemplazos de figuras que incluirían al hoy jefe de Gabinete, Juan Manzur.

Sin embargo, el clima interno resulta cada vez más adverso. Y es que ya no enfrenta solo el malestar de la vicepresidenta y su tropa, sino también las presiones de quienes hasta ahora fueron sus mejores aliados, como la CGT y el Movimiento Evita que empezaron a tomar distancia y a hacer su propio juego.

Si bien en Cañuelas el Presidente estuvo acompañado por Massa y por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, alfil económico de Cristina Kirchner, sigue habiendo señales sobre su soledad dentro del Frente de Todos: al término del acto, se dirigió a Olivos y evitó su despacho de Casa Rosada, desde donde hubiera escuchado las críticas del cristinismo que se movilizó a Plaza de Mayo.

El kirchnerismo, la CGT y el Movimiento Evita: la pelea que viene

El despliegue de La Cámpora y de los Camioneros de Moyano frente a la Casa Rosada fue el acto central del "Día de la Lealtad". Esto se debe a una cuestión muy simple pero también significativa para la nueva etapa del oficialismo: en estos dos sectores críticos que empiezan a jugar en tándem se concentra la verdadera base electoral del Frente de Todos.

Quizás por ello la ausencia de Fernández en ese acto fue cuestionada hasta por un amigo del Presidente como es el diputado Eduardo Valdés, quien opinó: "Solamente debería haber un acto, el de la Plaza de Mayo, y debería ser encabezado por el presidente Alberto Fernández, quien además ostenta el mismo en el Partido Justicialista".

Si bien se sintió la tensión ya conocida entre el kirchnerismo y Fernández, en el acto de Plaza de Mayo las críticas no fueron tantas como se esperaba y fueron más bien alusivas.

En ese sentido, el tramo más fuerte del discurso del diputado Máximo Kirchner, orador principal, fue cuando expresó que "los mismos trabajadores que aceptaron durante la pandemia un descuento en el salario (…) son los que hoy están esperando de una buena vez por todas que dejen de traicionarlos".

En cambio, de su discurso sobresalió mucho más lo que pareció ser una respuesta del líder de La Cámpora e hijo de Cristina Kirchner al reclamo de la CGT y también al Movimiento Evita que lidera Emilio Pérsico, al afirmar que "el desafío por delante no es ver quién tiene lugar en las listas".

Horas antes, en Obras Sanitarias, el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, había lanzado: "Queremos poner concejales, legisladores provinciales, diputados y senadores nacionales". Además, advirtió: "No podemos ser convidados de piedra y nos van a respetar porque tenemos la fuerza". El Evita, en tanto, confirmó que competirá por la intendencia de La Matanza.

¿Riesgo de ruptura?

"En un Gobierno peronista, la CGT es parte del Gobierno", sostuvo Héctor Daer, uno de los triunviros de la CGT, durante su discurso en Obras Sanitarias y agregó: "No queremos romper el peronismo, pero queremos peronismo con trabajadores y trabajadoras".

En efecto, nadie quiere romper la alianza oficialista porque entienden que el peronismo dividido tiene menos chances electorales frente a una oposición envalentonada para 2023. Sin embargo, las expresiones de los distintos actores del "Día de la Lealtad" mostraron diferencias muy difíciles de sortear.

Por un lado, en el acto de Laferrere, Patricia Cubría, esposa de Pérsico, confirmó que será candidata a intendenta de La Matanza, desafiando a Fernando Espinoza y a través suyo al kirchnerismo y al PJ bonaerense que encabeza Máximo Kirchner. El Movimiento Evita, como anticipó iProfesional, se prepara para empezar a disputarle territorio al peronismo tradicional.

Por el otro, Máximo Kirchner reclamó en Plaza de Mayo, acompañado por Moyano, el pago de "una suma fija" para los trabajadores asalariados que menos ganan, más allá de las paritarias, un planteo que choca con la postura de la CGT, que rechaza los aumentos de ese tipo porque su poder, en buena medida, se apoya en las negociaciones paritarias.

Si bien no tomó la palabra en el acto, la presencia de Moyano junto a La Cámpora mostró la fractura que atraviesa a la cúpula de la CGT. El riesgo es que esa división se expanda al resto del Frente de Todos. La señal de que ello podría ocurrir fue precisamente los diversos planteos sobre el armado electoral y el rumbo de la economía.

El "Día de la Lealtad" dejó en evidencia que las visiones sobre esos dos puntos clave para la alianza de Gobierno son muy distintas y lo que no aparece claro es cómo se resolverán esos desacuerdos a medida que se acerquen las definiciones electorales para 2023.

En lo que queda del año se resolverá si finalmente habrá o no elecciones primarias (PASO) el año próximo. Los gobernadores del peronismo quieren eliminarlas. Alberto Fernández se resiste a la idea y Cristina Kirchner mantiene en suspenso su posición al respecto.

Con PASO, el Frente de Todos podría tener una competencia entre los distintos sectores, aunque sin garantías a la vista de que puedan mantener la unidad después. Sin ellas, esa condición parece todavía más difícil de cumplir.

© iProfesional

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