El estudio detectó
que los aparatos fueron alterados por un experto
dada la complejidad de lo
realizado.
Nacionales - Los
resultados de la pericia tecnológica que se realizó en los dispositivos
electrónicos hallados en la vivienda de Alberto Nisman en Puerto Madero cuando
se conoció su muerte alimentan la hipótesis de que no se trató de un suicidio.
El examen sacó a la luz que una de sus computadoras y uno de sus teléfonos
fueron manipulados.
Realizado por la Policía Metropolitana, el estudio detectó
que la laptop Samsung que estaba prendida en la habitación de la hija del
titular de la UFI-AMIA aquel 18 de enero sufrió alteraciones en el reloj y en
su sistema operativo. Los peritos corroboraron que alguien –quien presumen se
trata de un experto, debido a la complejidad de lo realizado– accedió al equipo
y consiguió modificar datos.
El examen –según el canal
TN– descartó la presencia de virus o troyanos, tal como habían sugerido
partes de la causa para explicar las imprecisiones que surgieron de un primer
análisis.
También el teléfono celular del fiscal fue intervenido, de
acuerdo al documento. Al aparato se le practicó lo que se conoce como borrado
seguro, que también es una técnica reservada a especialistas.
El teléfono tenía sólo dos registros del día anterior: una
llamada de un número que todavía no se pudo identificar y un mensaje de texto
de uno los custodios de Nisman.
La pericia tecnológica se inició el 31 de julio y lleva la
firma del oficial mayor de la división de cibercrimen de la Policía
Metropolitana, Javier Cosme; y de los peritos designados por Diego Lagomarisno,
Marcelo Torok, y por la familia de Nisman, Gustavo Presman.
La última pericia realizada sobre el arma que mató al fiscal
evidenció que debía haber dejado un rastro de pólvora en la mano que la
accionó, presencia que no fue encontrada en la del fiscal. El estudio avivó
otra vez las diferencias entre la fiscal Viviana Fein y la ex esposa de Nisman,
la jueza Sandra Arroyo Salgado.
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